Alberto Fernández: “Seremos uno de los países que más crezca del mundo y de los primeros de la región”
El Presidente se refirió a la inflación como “un problema estructural de la Argentina que se remonta a décadas”
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El presidente Alberto Fernández mencionó seis veces la palabra inflación en su discurso de apertura de las sesiones ordinarias, y apenas en dos ocasiones habló de la pobreza, que alcanza al 40% de la población. Una paradoja, ya que “somos uno de los países que más creció en estos dos últimos años”, según su versión.
Además, la Argentina resultará en 2023 “uno de los países que más crezca del mundo y de los primeros de la región”, según destacó el Presidente durante su exposición de casi dos horas.
Al inaugurar el cuarto y último inicio de sesiones legislativas durante este mandato, Fernández tuvo pocas definiciones económicas positivas para mostrar. En cambio, ofreció datos parciales y tomó como base de comparación los años que le eran convenientes. Destacó, por ejemplo, que la Argentina logró un crecimiento de 10,3% del PBI durante 2021 y de 5,4% en 2022, pero evitó mencionar que la economía argentina fue una de las que más cayó en el mundo durante 2020, el año de la pandemia (-9,9%).
Los altos índices de crecimiento también se explican porque la crisis económica no se inició en 2020, sino en 2018, luego de las bruscas devaluaciones en la gestión de Mauricio Macri. El último pico del nivel de actividad ocurrió en 2017. La economía se acercó a ese nivel solo durante un mes el año pasado, pero desde septiembre pasado, la falta de dólares obligó a restringir las importaciones, se limitó el acceso a insumos y la producción comenzó a enfriarse.
El Presidente, sin embargo, festejó que “serán tres años consecutivos de crecimiento de nuestra producción, algo que no sucedía desde 2008″. También destacó que “la industria encadenó 15 meses de subas continuas”, y que “el empleo industrial alcanza el nivel más alto desde junio de 2018″.
En los datos estadísticos, todos estos niveles siguen por debajo de 2017. En la práctica, la Argentina no crece desde hace cinco años.
“A pesar de los cataclismos tantas veces anunciados, continuamos ordenando nuestra economía. Lo estamos haciendo con el esfuerzo de todos y todas en el gobierno, pero quiero señalar y agradecer aquí el compromiso de Sergio Massa, quien dejó la Presidencia de esta Cámara [de Diputados] para venir a sumarse a la compleja tarea de conducir el Ministerio de Economía”, elogió Fernández.
Massa lo escuchaba desde un palco, rodeado de otros expresidentes de la Cámara baja, en vez de hacerlo junto con los otros ministros de gobierno.

Tras destacar el “ordenamiento” de la economía, el Presidente hizo mención a la “alta inflación”, a la que justificó como “un problema estructural de la Argentina que se remonta a décadas”. Y aclaró: “Estamos abocados a reducirla sin generar incrementos en los niveles de pobreza o frenos en el proceso de crecimiento que venimos experimentando. No resulta una tarea sencilla. Quienes minimizaron el problema acabaron por profundizarlo”.
Sin hacer alusión esta vez al impacto de la pandemia o de la guerra en Ucrania, el Presidente resaltó que “no necesitamos al FMI para saber que debemos lograr el equilibrio fiscal”, como una forma de admitir que la causa de la inflación es que el Estado gasta más de lo que recauda y no tiene forma de financiarlo.
“No podemos persistir con políticas que generan déficit en nuestras cuentas públicas. Porque, aunque no sea factible alcanzar ese objetivo de la noche a la mañana, el equilibrio fiscal debe ser nuestro horizonte”, dijo el Presidente, un día después de que en esa misma Cámara de Diputados se aprobara una nueva ley de moratoria previsional.
Fernández culpó también, sin nombrarla, a la oposición. “A menudo escuchamos a los que anuncian crisis financieras y devaluaciones bruscas. Intentan sembrar incertidumbre y generar desconfianza. Quienes hicieron estallar la economía argentina hace apenas tres años son los mismos que ahora anuncian que una bomba explotará en el futuro”, indicó, en referencia al comunicado que difundió Juntos por el Cambio, en el que advertía sobre los vencimientos de la deuda en pesos.
También pareció enviarle un mensaje al propio kirchnerismo, al indicar que puede “hablar francamente de la pobreza, de la inflación, de la inseguridad y de los bajos ingresos”, a diferencia de los mandatos anteriores de la vicepresidente Cristina Kirchner, cuando se intervino el Indec.
“Entiendo el malestar y la queja de los más débiles. Pero también veo lo que está bien, y cómo se oculta, y cómo se intenta generar desánimo y malestar”, agregó, apuntando a los medios de comunicación.
Pese a que los analistas económicos proyectan que la inflación se mantendrá en torno al 100% este año y que la economía seguirá enfriándose, el Presidente indicó que continuarán “trabajando con firmeza y prudencia y vamos obteniendo resultados que podemos exhibir”.
A diferencia de los años previos, Fernández no anunció el envío de proyectos económicos al Congreso, una tarea que quedó bajo la responsabilidad de Massa. Tampoco hizo alusión a los proyectos que pidió tratar en sesiones extraordinarias, pero que no tuvieron eco, como los programas de fomento al desarrollo agroindustrial o el de promoción de nuevas energías.






