Banco Hipotecario le compró a IRSA la tarjeta Tarshop
El Banco Hipotecario (BH), la entidad de propiedad mixta (pública y privada) gerenciada por el grupo IRSA, adquirió la tarjeta de crédito Tarshop (marca derivada de Tarjeta Shopping) a Alto Palermo SA (APSA), la empresa del propio grupo IRSA especializada en el desarrollo, la administración, adquisición y construcción de centros comerciales.
La operación, sellada en 26,8 millones de dólares por el 80% del capital social (el 20% restante se mantiene en manos de León Halác, mítico creador de Provencred), fue anunciada ayer a la Bolsa de Comercio porteña por la entidad bancaria, tras haber logrado en la jornada previa el aval de su directorio a una negociación que, según pudo establecer LA NACION, llevó adelante en nombre del Hipotecario Federico Bensadón, el miembro que en ese cuerpo representa a la Cámara Argentina de la Construcción (CAC), para evitar "conflictos de intereses", aclararon desde la entidad.
El traspaso cierra una larga negociación iniciada formalmente a fines de 2007, cuando IRSA decidió salir del negocio de la financiación al consumo y le entregó un mandato de venta de su participación en la tarjeta al banco de inversión MBA.
Aquella decisión estratégica fue convirtiéndose en necesaria con el correr de los meses.
En especial, cuando la crisis planchó el consumo, a la vez que el caso Bonesi (la cadena que se presentó en convocatoria de acreedores e intentó dejar de pagar por la cartera de cupones de tarjetas cedida a inversores mediante fideicomisos financieros) complicó mucho más la estructura de fondeo de este tipo de emprendimientos, a medida que aumentaba la mora en la propia cartera de créditos de Tarshop (fue una de las pocas emisoras que desistieron en plena crisis de colocar un fideicomiso para no validar elevadas tasas).
Esto había obligado a APSA, a fines de 2008, a disponer una línea de crédito de hasta $ 120 millones para "fortalecer la posición financiera, solventar gastos operativos y reposicionar a Tarshop".
El Banco Hipotecario se sumó a la lista de candidatos por decantación en marzo de este año, en procura de avanzar en su plan para transformarse de un banco monoproducto (especializado en créditos para vivienda) a otro de carácter y alcance universal, objetivo que su conducción se propuso desde que el fin de la convertibilidad transformó al préstamo hipotecario en un producto suntuario.
De hecho, ensaya ese camino desde hace 7 años, aunque sin haber logrado aún la escala de negocio suficiente.
La compra de Tarshop (el plástico que nació en 1996 como medio de pago del Alto Avellaneda Shopping y pasó a control del grupo IRSA dos años después) le permite dar un paso importante en ese camino, ya que lo mete de lleno en el negocio de la financiación al consumo, la actividad que concentrará la atención de todos los bancos privados en 2010.
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