Buenos Aires se sumó al festival de emisiones y tomó US$ 1500 millones del mercado internacional
La provincia empezó a cubrir sus necesidades de financiamiento de este año
La provincia de Buenos Aires captó hoy 1500 millones de dólares del mercado global de capitales para comenzar a cubrir sus necesidades de financiamiento para el año en curso mediante la emisión de un nuevo bono de deuda por US$ 750 millones a vencer en el año 2023 y la reapertura por igual monto de otro (ya colocado en 2016) que caduca en el 2027.
La administración que encabeza María Eugenia Vidal atrajo ofertas de compra por dichos títulos por más de US$ 4300 millones, lo que le permitió recortar los rendimientos inicialmente ofrecidos a los inversores para terminar colocando los papeles (que pagan cupones de intereses del 6,625 y 7,87% anual) al 6,60 y 8,10% anual, según datos del mercado.
La magnitud que volvió a alcanzar la demanda confirma que sigue elevado el apetito por el riesgo argentino, algo que buscan aprovechar desde el sector público (para cubrir déficit, básicamente) y el sector privado local (para financiar inversiones o hacer reingeniería financiera cancelando con los nuevos ingresos deuda vieja tomada a tasas mayores), razón por los que hay otras 10 emisiones (entre las del Gobierno Nacional, las provincias y algunas empresas) “en gateras”.
“En lo que va del año ya hubo emisiones locales en el mercado local por US$ 11.044 millones. La cifra incluye las emisiones soberanas, las seis colocaciones corporativas realizadas bajo ley neoyorquina (5 en dólares y uno en pesos) y las de las provincias de Entre Ríos y Buenos Aires”, explica Sebastián Maril, de Research for Traders (RfT).
Sin embargo, para el analista el dato más significativo es que esas emisiones atrajeron US$ 37.700 millones en pedidos de compra, “cifra que muestra que los inversores internacionales, a estos rendimientos, siguen muy interesados por la deuda argentina”.
Las emisiones de bonos se suceden porque gobiernos y empresas buscan aprovechar la renovada disposición a tomar riesgo emergente que vuelven a mostrar los grandes fondos de inversión luego de que la tasa de rendimiento de la deuda de Estados Unidos a 10 años se estabilizara debajo del 2,5% anual (cerró hoy a 2,325% cayendo a un mínimo de tres semanas) y el dólar a nivel mundial se equilibrase, tras haber alcanzado a fines de 2015 su mayor valor en casi 14 años.
El apuro responde a que se teme que el clima financiero global pudiera desmejorar por los conflictos que pudiera generar la administración Trump o la ola de desconfianza en ciernes que amenaza a China, ahora que sus reservas internacional perforaron el nivel de los 3 billones de dólares, para situarse en su menor nivel desde el 2011 afectadas por una fuga de capitales.