En primera persona: el abecé para un trigo de 10.000 kilos en el norte de la Patagonia

Los galeses que llegaron a la Patagonia a mediados del siglo XIX identificaron un ambiente muy apropiado para la producción de trigo. El viejo Molino Galés de Trevelín cuenta, a través de su actual propietario, historias de rindes acordes a la época, pero fundamentalmente de calidades panaderas excepcionales, merecedoras de importantes premios en la Europa de aquellos años.

Las distancias a los centros de consumo y puertos de embarque, combinadas con los rindes más atractivos de zonas trigueras, fueron reduciendo la producción hasta su casi extinción en los últimos años.

Recogiendo esa vieja tradición triguera de la Patagonia, desde la firma Agropecuaria El Carbón SA nos encontramos desarrollando un programa de trigo de alta productividad en su establecimiento situado 15 kilómetros al oeste de Carmen de Patagones.

Se trata de una zona semidesértica (300 mm anuales), con suelos de muy baja materia orgánica, razón por la cual requieren de una importante inversión en obras de riego y una fertilización del orden de los 250 kilos de nitrógeno y 140 kilos de fosfato diamónico, combinado con tratamientos fúngicos preventivos que permiten alargar el ciclo de llenado.

Todo esto apunta a superar las 700 espigas por metro cuadrado y, simultáneamente, incrementar la cantidad y el peso de granos por espiga. Se riega con un objetivo de 700 mm por ha total, por lo cual a ese valor hay que descontarle la lluvia durante el cultivo (en el último ciclo fue de 180 mm).

Durante la campaña 2019/2020, sobre un lote de 65 has con riego por aspersión se obtuvieron algo más de 100 qq por ha, un rendimiento excepcional que, tal vez, constituya, incluso un récord nacional. Y en otros lotes se superaron los 9000 kilos por ha.

El rinde promedio final, sobre 830 has implantadas, fue superior a los 8000 kilos por ha utilizando materiales de ciclo largo, fundamentalmente Baguette 802 y Syngenta 120. Resultado que, por supuesto, entusiasma a los accionistas de este emprendimiento que está integrado por Granar SA, los hermanos Augusto y Máximo González Alzaga y los ingenieros agrónomos Rafael Aliaga y quien aquí escribe.

Estamos convencidos que todavía hay muchas cosas para mejorar, pero sin dudas el potencial que tiene la zona para trigos de alto rinde nos anima a seguir trabajando para aportar a una zona semiárida una alternativa de mucho valor.

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