De a poco, el mercado local de granos ha ido perdiendo sus vínculos con la realidad internacional. Antes de la intensa interferencia oficial, esta plaza se jactaba de ser una de las más transparentes del mundo. Los productores y comerciantes locales podían defender el valor de su esfuerzo productivo conociendo los precios internacionales del producto, sus costos de traslado y almacenaje y los impuestos correspondientes. Prever el precio futuro y un margen razonable era posible mediante acertadas coberturas. Sin embargo, las medidas que fue difundiendo el Gobierno y la Oncca sobre el mercado de granos fueron disminuyendo las posibilidades de un accionar coherente basado en un elemental concepto de previsibilidad y los precios locales de los granos han sido arriados hacia una "trampa" difícil de superar. En primer lugar, por la fallida resolución 125/08 del Ministerio de Economía y luego por la no menos dañina resolución 543/08 de la Oncca, de efectos devastadores sobre el funcionamiento de los Mercados a Término domésticos.
Lo peor de todo es que la segunda de las resoluciones mencionadas ha "herido" severamente la posibilidad de concretar contratos Forward, el principal instrumento utilizado para "cerrar" precios a cosecha. De esta manera, la producción argentina ha quedado prácticamente sin alternativas de cobertura, a merced de los vaivenes y de la extrema volatilidad del mercado internacional. Pero eso no es todo. La penumbra con la que nos estamos manejando hace muy difícil prever un escenario a cosecha.
El autor es presidente de Nóvitas SA.