Parece que hubo fumata blanca: el lunes pasado, las autoridades y los consignatarios que conforman el Mercado de Liniers llegaron a un acuerdo y decidieron trasladar la centenaria plaza concentradora de ganado a un predio privado en Cañuelas, según explicaron los representantes de dos reconocidas casas consignatarias que operan en la plaza concentradora.
"Comprendimos desde un momento que había que irse de Mataderos porque el barrio se transformó en una zona urbana, pero la mudanza debe realizarse una vez que el otro lugar esté listo para operar", dijo Alfonso Monasterio a LA NACION. Ayer, en declaraciones a Radio Colonia, en el programa Melo Junto al Campo, Monasterio dijo en tanto que un 80% de los consignatarios que conforman Liniers avaló el traslado a Cañuelas.
La semana pasada hubo reuniones y acercamientos de los operadores de hacienda con funcionarios de alto rango del gobierno de la provincia de Buenos Aires y de la Ciudad. La reunión del lunes tuvo lugar en el Centro de Consignatarios. Participaron las autoridades del mercado y una quincena de intermediarios del mercado ganadero, los más importantes por la cantidad de operaciones diarias. Según fuentes consultadas, no hubo votación a mano alzada, solo la intención del consenso.
"Nos pusimos de acuerdo con sentido común. La mayoría de los consignatarios optó por Cañuelas y la idea es empezar a trabajar sobre esa opción", explicó Andrés Mendizabal (h), de la consignataria A. J. Mendizabal. "De ahora en más hay que debatir y analizar muchísimas cuestiones como el financiamiento, por ejemplo, para seguir adelante con el proyecto y lograr una mudanza ordenada", afirmó.
Idas y venidas
Desde sus comienzos, aquel 1° de mayo de 1901 cuando comenzó a funcionar oficialmente, el terreno donde emplazar un mercado único en el mundo ha sido tema de discusiones formales e informales, anteproyectos y proyectos, reuniones con funcionarios nacionales, provinciales y de la Ciudad, y hasta acciones legales, como el amparo que interpuso la intendenta Verónica Magario para frenar un posible traslado al distrito bonaerense que gobierna, La Matanza.
Frustrado ese intento, hubo que volver a mezclar las cartas y dar de nuevo. Hasta este lunes se manejaban dos opciones: la primera, un predio estatal de unas 30 hectáreas en Ezeiza, de la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE), que tenía el visto bueno del intendente local Alejandro Granados. Allí había que pagar un canon al organismo dependiente de la Jefatura de Gabinete de Ministros que encabeza Marcos Peña.
La segunda opción, y por la que finalmente de decidió según esos dos consignatarios, fue Cañuelas, un terreno de 110 hectáreas sobre la ruta 6, a unos 70 kilómetros de Buenos Aires, que se encuentra fuera del ejido urbano. Si se consideraba este predio, una vez realizada la operación, el terreno quedaría en manos del mercado, una característica muy valorada por varios comercializadores de hacienda.
En este contexto, Roberto Arancedo, presidente del Mercado de Liniers, dijo en conversación con LA NACION a mediados del mes pasado: "El tema que seas propietario o no, no te quita el manejo del negocio. El anteproyecto de Ezeiza es moderno, lineal, con todos los adelantos informáticos".
Además de tener la titularidad, muchos consignatarios señalaban que un terreno de esas características les daría la posibilidad de realizar un polo agroindustrial, un proyecto más eficiente, moderno y ecofriendly, con paneles solares, tratamiento de efluentes y transformación en energía a través de una planta de biogás.
Hace un mes, el intendente de la localidad, Gustavo Arrieta, había manifestado que estaba a disposición, llegado el caso, de trabajar con los responsables del nuevo mercado en las aprobaciones de uso y la creación de un precinto sanitario que permita pensar en la exportación.
Paradójicamente, hay certezas en lo que no ocurrirá y es que el traslado del predio de 34 hectáreas ubicado en Mataderos, propiedad del Ministerio de Agroindustria, no será el 31 de diciembre próximo como se acordó con autoridades del gobierno porteño el año pasado.
Desde el gobierno porteño informaron a LA NACION que hasta tanto el tema "no entre en una definición más concreta", prefieren no hacer declaraciones.