Con el taxi más caro, conviene viajar en el auto propio

Colectivo, taxi o auto propio. En costos, el primero mata por lejos a cualquiera de sus competidores. Sin embargo, la ecuación ya no parece tan clara cuando se trata de hacer competir al taxi con el auto, y mucho menos si el trayecto que se planea hacer contempla entrar y salir del microcentro porteño en horas pico del día.

De hecho, tras el último aumento que tuvieron los taxis en noviembre, que llevó la bajada de bandera de $ 5,80 a $ 7,30 y la ficha de $ 0,58 a $ 0,73, ir y volver del trabajo por este medio puede ser igual o más caro que hacerlo en un auto propio cuando las distancias superan aproximadamente los seis kilómetros; algo así como hacer el viaje entre Alem y Corrientes hasta el Monumento de los Españoles, en la avenida del Libertador y Sarmiento.

Para hacer el cálculo estimado, La Nacion realizó un viaje en taxi en horas pico y registró el costo de trasladarse desde el microcentro hasta zonas de Recoleta, Palermo y Belgrano, ya que la ficha del taxi cambia cada 200 metros o transcurrido el minuto, con lo cual el costo no sólo depende de las distancias sino también del tiempo de viaje. Se trató de un día martes, en el que no se registraron cortes ni irrupciones extraordinarias en el tránsito.

Así y todo, el costo transportarse en taxi en una jornada laboral (o sea, contemplando la ida y la vuelta) desde Alem y Corrientes a Recoleta (Libertador y Callao) fue de $ 37,96, mientras que hasta Palermo (Figueroa Alcorta y Salguero) fue de $ 58,4 y a Belgrano, $ 78,84. Las mismas distancias en un auto naftero chico, contemplando que la estadía de un estacionamiento en el microcentro porteño está en torno a los $ 70, tienen un costo de $ 72,95, $75,4 y $79,7, respectivamente, mientras que en un auto naftero grande son de $ 73,9, $ 77,3 y $ 83 por día, y en uno gasolero de $ 71,65, $ 73,05 y $ 75,5.

En otras palabras, en trayectos de seis kilómetros o poco más (en el caso de Belgrano son ocho kilómetros) ir a trabajar al microcentro en auto propio es igual o más barato que ir en taxi, siempre que se trate de coches nafteros chicos o gasoleros. Claro que el cálculo es más bien un ejercicio de aproximación y existen variables que podrían afectar los resultados, como un mayor o menor tránsito o la irrupción de un piquete, entre muchas otras. También hay que tener en cuenta el tiempo que se demora desde el estacionamiento al lugar de trabajo.

Para hacer la comparación se contempló que, según el ingeniero y consultor técnico Alberto Garibaldi, en un tránsito congestionado un auto chico (el más vendido en la Argentina) puede gastar un litro de nafta por cada 8 o 9 kilómetros, mientras que en un auto grande, el consumo es de 1 litro por cada 5 o 7 kilómetros, y en uno gasolero, de 1 litro por cada 11 y 13 kilómetros. "Estamos hablando siempre de vehículos en buenas condiciones", aclara el consultor.

En YPF, en tanto, el litro de nafta súper se paga $ 4,829, mientras que el de diesel sale $ 4,069. La Nacion realizó el ejercicio con nafta súper y no premium , ya que según Garibaldi, el 95% de los vehículos circulantes en la Argentina están calibrados para ser usados con nafta súper. "Más aún, es innecesario el uso de la premium, no se obtiene diferencia alguna ni en potencia ni en consumo", advierte.

Un consumo que no cede

Pese al aumento del precio del taxi (y la tarifa nocturna es un 20% más cara, con la bajada de bandera en $ 8,70 y la ficha en 0,87), el público ya está convalidando los nuevos aumentos. Tal es así que los choferes coinciden en que no han registrado una reducción en la cantidad de viajes, todo lo contrario.

"Hay tantos aumentos de precios todo el tiempo que la gente ni se queja -dice Carlos H., el chófer del taxi que hizo la recorrida con La Nacion, y pidió que no se lo identificase por el apellido-. El del taxi es sólo un aumento más. Es más, en estos días, con las Fiestas, la gente está como loca y no le importa nada."

Y es que, por su parte, las playas de estacionamiento en el microcentro porteño también han ajustado sus tarifas en el último tiempo. Aunque es común negociar un abono mensual que, según la zona y el tipo de playa -si es cubierta o no- puede estar en torno a los 700 y 800 pesos. Este tipo de acuerdos reduciría aún más el costo de ir a trabajar en auto propio. Aunque, claro, en este caso hay una variable que juega y que no es menor: el conductor deberá asumir el tedio de manejar entre piquetes y cortes, una tarea que a veces delegar en un taxista resulta invalorable.

LOS NÚMEROS

CABEZA A CABEZA

Auto: 79,7 vs. Taxi: 78,8
Es el costo aproximado de trasladarse ida y vuelta entre Alem y Corrientes y Belgrano (Olleros y Libertador), en un día normal, en un auto naftero chico y en taxi.

GASOLEROS, PRIMERO

En un auto gasolero, la ecuación es aún más favorable al auto propio. Sale $ 75,5 el viaje.

NO A LOS GRANDES

En un naftero grande, la situación es más desfavorable. El viaje a Belgrano es de $ 83.

La frontera, a seis kilómetros

Superados los 6 kilómetros, un viaje en taxi se vuelve tan o más caro que desandar ese trayecto en un auto propio.

Trayectos cortos

Por el costo de una estadía en una playa en el microcentro ($ 70), en distancias cortas, el viaje en auto propio no se amortiza.

Consumo diferenciado

Un auto naftero del segmento chico consume un litro de nafta por cada 8 o 9 km, mientras que en un naftero grande el consumo es de 1 litro por cada 5 o 7 kilómetros.

Por Florencia Donovan

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