Para aplacar al dólar y frenar la inflación, el BCRA sacó de la calle $105.600 millones en mayo
Mantener contenida la demanda de dólares, de una manera que, además, puede ayudar a quitarle combustible a la elevada y persistente inflación parece haberse convertido en una obsesión para el Banco Central (BCRA), tras reiterados intentos fallidos.
Con ambos propósitos, se evalúa en el mercado, la entidad reforzó el sesgo contractivo de su política monetaria en el comienzo de mayo al intensificar la absorción de liquidez de la plaza financiera y retirar $105.600 millones de circulación en apenas seis jornadas.
De esa manera, procura tomar además un mayor control sobre una plaza que esta semana (ayer también) quedó entrampada en la volatilidad global desatada por el nuevo pico de tensión en la disputa comercial que desde hace meses sostiene Estados Unidos con China.
"Con menos pesos dando vueltas, procura mantener el dólar contenido y, a la vez, tratar de asegurar un quiebre a la baja en la inflación", dice el economista Hernán Hirsch.
Por las características del mercado local, el BCRA suele intensificar su esfuerzo de contracción en la primera parte del mes. "Habitualmente contrae fuerte en la primera parte del mes para quedar sobrecumplido con su meta hacia la mitad e ir regulando la expansión hacia el final. Es un patrón que se repite", recuerda el economista Gabriel Caamaño, de Consultora Ledesma.
La particularidad es que en mayo, al cabo de seis ruedas, cumplió esa tarea con un esmero casi 20% superior al de abril, dato que podría estar indicando que el sobreesfuerzo tiene alguna otra razón.
Para los técnicos de Portfolio Personal Inversiones (PPI), lo aspirado del BCRA vio facilitada las cosas "por el sobrante de liquidez con que se toparon los bancos al consolidarse la declinación del crédito". "El saldo desestacionalizado de préstamos en pesos al sector privado disminuyó 0,2% en abril", reconoció el BCRA en su informe, pero medida en términos reales la caída supera el 4 por ciento.
Y aunque se detuvo el crecimiento de depósitos a plazo fijo (esas colocaciones bajaron 2,7% respecto de marzo, pese a una suba de tasas), el nivel de disponibilidad de los bancos excede largamente sus necesidades. De allí que colocan cada vez más pesos en la rentable playa de estacionamiento que, vía Leliq, les ofrece el BCRA y que en abril les aportó $54.000 millones en ingresos.
Esa disputa por asegurarse esas inversiones en este contexto fue lo que le permitió al Central bajar la tasa del 74,1% al 72,48% anual en lo que va del mes, pese a quitar de la calle $105.600 millones.
Para otros operadores, con la absorción reforzada el BCRA busca reaseguros para mantener bajo control el mercado, dado el estallido de volatilidad global.
En este sentido evalúan la estrategia que desplegó el Gobierno en las últimas ruedas cambiarias, con el BCRA actuando en futuros de dólar y el Nación haciendo alguna incursión en el mercado de contado, de ser necesario.
Eso se repitió a medias ayer, luego de que el dólar abriera con marcada tendencia alcista por el contagio global (orilló $46,80 para la venta al público), antes de retraerse en consonancia con el escenario externo para cerrar a $46,49. Dicho retroceso, que dejó al peso devaluándose 0,3% en el día -el mismo promedio que monedas de otros países emergentes-, buscó ser asegurado con intervenciones del BCRA en el mercado de futuros.