El Gobierno sobrecumplió la meta fiscal del primer semestre, pero el FMI aumentó la exigencia para fin de año
El Gobierno logró un objetivo fundamental de cara a recuperar la confianza del mercado: pese al rojo en las cuentas públicas de junio, sobrecumplió holgadamente la meta fiscal fijada por el Fondo Monetario Internacional (FMI) para el primer semestre de 2019. Sin embargo, deberá ser más austero de cara a fin de año, ya que el organismo internacional –tras de la cuarta revisión– hizo más exigente la anteúltima meta del año, clave para lograr al equilibrio fiscal.
El primer semestre del año registró un superávit fiscal primario de $30.221 millones, según informó hoy el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, en conferencia de prensa con su secretario de Hacienda, Rodrigo Pena.
El déficit financiero –que contempla los intereses de la deuda– fue de $287.702 millones, lo que implicó un alza anual de 14,3% frente al mismo en ese mismo período del año pasado por el efecto de la fuerte depreciación de la moneda y la alta exposición a deuda en dólares (los intereses crecieron 118,4%). En términos de relación con el PBI, el rojo se redujo de -1,7% a -1,3%.
El resultado positivo de los primeros seis meses se consiguió pese al déficit primario de junio de $6598 millones. El mes pasado se vendieron dos centrales, se otorgó otra en concesión y hubo transferencias del Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS). El déficit financiero de junio cayó 23,8% en términos reales, informaron en Hacienda.
La meta fiscal del primer semestre fijada con el FMI era de $20.000 millones. Sin embargo, tras la cuarta revisión técnica que realizó el organismo multilateral meses atrás y de cual se esperan más detalles el lunes con la publicación del repote técnico del stall, aumentó la exigencia para la tercera meta fiscal del año, que ahora pasará de los desafiantes $60.000 millones de superávit acumulados a $70.000 millones.
"En el tercer trimestre juega favorablemente que no hay aguinaldo. Nos beneficia la estacionalidad. Además va a comenzar a haber una mejora de la recaudación en términos reales. Ya venimos viendo una caída cada vez menor y en esa tendencia está implícito que vamos a ver dentro de poco un crecimiento real de los recursos", afirmó Dujovne ante la pregunta de la nacion.
Dujovne, quien invitó a varios economistas privados (Daniel Marx, Marina Dal Poggetto, Gabriel Rubinstein, Ricardo Arriazu, Miguel Ángel Broda, Ernesto Schargrodsky, Marcos Buscaglia, Federico Muñoz, Javier Alvaredo y Miguel Kiguel) luego de la conferencia a un encuentro con él y sus colaboradores, destacó que "se logró el primer semestre completo de superávit primario desde 2011" y ratificó que cerrará el año con equilibrio primario.
"Fue una buena charla. Evidentemente no llegaban con la meta de $60.000 millones y tuvieron que ajustarla con el Fondo. Pero esta gestión siempre se pone metas cumplibles", contó uno de los presentes. "Me da la impresión que no van a llegar a cero a fin de año en un año electoral", contó otro economista.
Justamente, el mismo Dujovne había dejado la posibilidad de tener un déficit a fin de año (habló de 0,3% del PBI, pese a que puede llegar a 0,5%). El FMI lo permite en base a los ajustadores sociales y de gastos de capital. "Esto lo hicimos bajando el gasto primario en 5,3 puntos del PBI y, a su vez, la presión tributaria 2 puntos del PBI", dijo el ministro.
El primer semestre terminó con un superávit fiscal primario de $30.221 millones. En la primera mitad de 2018 se había registrado un déficit primario de $105.825 millones. El mes de junio fue el vigésimo cuarto mes consecutivo en el que los ingresos totales subieron por encima de los gastos primarios (69% contra 37%). "Los recursos de junio se vieron impulsados por ventas de activos por parte de empresas públicas por $44.600 millones. Excluyendo estos recursos, igualmente los ingresos habrían crecido doce puntos por encima de los gastos primarios", detallaron en de Hacienda tras la conferencia de prensa.
"En el primer semestre del año el diferencial de crecimiento entre recursos y gastos ascendió a 14 puntos. La mayor parte del esfuerzo fiscal vino de la contención de los gastos. En términos reales, los gastos primarios cayeron 12% en junio, por lo que se encadenaron 19 meses consecutivos de caída real y 13% en el primer semestre", completaron.
Cerca de Dujovne agregaron que, en el primer semestre, el conjunto de gastos contenidos en el ajustador social del acuerdo con el FMI ascendió a $96.076 millones, y estuvo $27.508 millones por encima de la línea de base establecida para el primer trimestre del año. Por su parte, el gasto de capital financiado con fuente externa superó la línea de base en $9770 millones. De esta manera, la meta para el semestre ascendió a -$17.277 millones, ya que la meta original ($20.000 millones) se ajustó a la baja en $37.277 millones. "Dado que el resultado primario en los primeros seis meses acumuló $30.221 millones, en el primer semestre del año se verificó un sobrecumplimiento de la meta fiscal de casi $48.000 millones", recalcaron.
"Además, no estamos barriendo cosas abajo de la alfombra", describió el ministro de Hacienda. Esto implica, según Dujovne, que la meta de resultado primario se sobrecumplió sin acumular deuda flotante y superando los pisos de gasto social establecidos en el acuerdo con el FMI.
"Hay que seguir por este camino. Tenemos que ser más austeros para poder bajar más los impuestos distorsivos", agregó Dujovne, que además de ratificar la eliminación de la retenciones en 2020, celebró la mejora de las transferencias automática a las provincias, pero estimó que la Argentina tiene aún mucha deuda en dominación extranjera y que es necesario cambiar eso.
"La Argentina está bajando su nivel de endeudamiento desde el pico de 2018", afirmó. Sobre esto, señaló que se mejoró el resultado financiero real, aunque aún se notan los efectos del salto de tipo de cambio en la cuenta de intereses. El resultado financiero de junio muestra un rojo de $67.712 millones, cuando un año atrás ese déficit era de $88.866 millones (una caída del déficit de 23,8%). En el semestre, el rojo financiero fue de $287.202 millones, 14,3% por arriba de lo que mostraba un año atrás.
"Todavía falta. Hemos dado los primeros pasos para lograr una Argentina saneada, lo que es necesario para crecer sostenidamente y para bajar la pobreza", afirmó.
En abril último, conocido el straff report de la tercera revisión del Fondo, se supo que la Argentina había pedido suavizar –no incumplir– el camino fiscal fijado con el FMI como consecuencia de la recesión y los menores ingresos a los esperados por la recaudación.
Entonces se decidió la reducción del 50% de la meta del segundo trimestre (de un superávit de $40.000 millones a uno de $20.000 millones), pero no se modificó la meta de déficit cero para 2019. La meta del tercer trimestre trepó de esta manera a los $60.000 millones. Ahora será de $70.000 millones.