Ecuador, lejos de un acuerdo con el FMI
QUITO, ECUADOR - Desde hace meses, el presidente Jamil Mahuad viene haciendo malabarismos con una economía y un sistema bancario a punto de desplomarse, un pueblo resentido, una oposición oportunista, las exigencias del Fondo Monetario Internacional (FMI) y la deuda externa ecuatoriana. La pelota que finalmente dejó caer fue el pago de US$ 96 millones en intereses de los bonos Brady ecuatorianos, que vencía el 31 de agosto y ahora fue pospuesto 30 días. ¿Escaparán de su control también otros asuntos?
Ecuador insistió en que tenía el apoyo del FMI para su potencial incumplimiento -perdón, "reestructuración"-, el primero que involucra bonos Brady en algún país, los que están respaldados por los bonos del Tesoro norteamericano.
Acuerdo
Esto importa, ya que en los últimos meses Mahuad, político de centro egresado de la Universidad de Harvard, ha asegurado estar a punto de cerrar un acuerdo de préstamo con el FMI, destinado a apuntalar sus esfuerzos por reformar la castigada economía ecuatoriana. Durante varios días, el FMI mantuvo un tenso silencio.
Esta semana dijo directamente que una misión del organismo en Quito había alcanzado un acuerdo con el gobierno sobre un programa económico. Pero éste no sólo debe ser aprobado por los directivos del FMI, sino que además no entrará en vigor hasta que Ecuador apruebe reformas fiscales y bancarias, y suministre adecuadas "seguridades financieras" (con otras palabras, ponga en marcha sus planes para pagar la deuda).
Esto significa que Mahuad no está más cerca de un acuerdo con el FMI, el cual supuestamente liberaría préstamos que suman más de US$ 1000 millones. En realidad, se habría alejado más aún de él. El país enfrenta ahora una espinosa negociación con los acreedores extranjeros.
Ciertamente, Ecuador tiene un problema. En los últimos dos años, su economía sufrió dos fuertes golpes: primero, las inundaciones provocadas por la corriente de El Niño, luego, el año último, los bajos precios del petróleo. La suma de ambos desencadenó el colapso de varios bancos.
Los números de una situación delicada
Los pagos de la deuda de la economía ecuatoriana abarcarán hasta 54% del presupuesto del año próximo, según sostiene el gobierno de ese país.
Pero los bonos Brady comprenden US$ 5900 millones de los US$ 13.000 millones de la deuda pública extranjera. El acuerdo bajo el cual se emitieron los bonos en 1994 preveía que los bancos acreedores anularan parte de su deuda.
Aunque desde entonces muchos bonos Brady se han vendido en un mercado secundario, los tenedores originales se mostrarán renuentes a aceptar otra condonación.
Tampoco puede contar Mahuad con algún respiro en su propio país. El FMI quiere que el gobierno aumente los ingresos impositivos, para reducir el déficit del presupuesto, que llegó a alrededor de 6% de PBI el año último, pero supuestamente caería por debajo del 4% en 1999 y 2,5% en el 2000.
Pero los esfuerzos del presidente y su ministra de Economía, Ana Lucía Armijos, por poner orden en las finanzas públicas fueron frustrados por la oposición política.
Situación
Dos veces este año paralizaron el país huelgas generales contra el aumento en los precios del combustible. La impopular Armijos renunció esta semana, pero esto no garantiza que el Congreso vote los aumentos impositivos. Un acuerdo con el FMI y una exitosa negociación de la deuda permitirían a Mahuad respirar mejor.
Los funcionarios aseguran que una suba de los precios del petróleo contribuiría a la recuperación económica el año próximo. Sin tales acuerdos, las cosas sólo pueden empeorar.
El interés de los inversores en un titubeante programa de privatizaciones se esfumaría.
La desaparición del crédito extranjero pondría más presión aún en el tipo de cambio (el sucre ya se ha devaluado casi 40% este año), impulsando la inflación (55% en lo que va del año hasta agosto).
En marzo próximo, el congelamiento de un año aplicado a la mayor parte de los depósitos bancarios (para tratar de salvar los bancos) se levantaría.
A menos que la estabilidad haya retornado para entonces, habrá más fuga de capitales y continuará la inflación.
En tales circunstancias, Mahuad podría no sobrevivir en el poder. Ecuador ya ha visto cuatro presidentes desde 1996.
Uno de ellos, Abdalá Bucaram, fue obligado a abandonar el cargo por un golpe del Congreso. Algunos líderes opositores no dudarán en manipular el descontento popular para repetir esta hazaña.
Para Mahuad, los malabares están lejos de haber terminado.
Traducción de Mara Farhat