El BCRA le sigue marcando la cancha al dólar, pero se contenta con que no se le escape
Volvió a intervenir con reservas para dosificar el aumento cuando la divisa se disparaba
Por segunda jornada consecutiva el Banco Central (BCRA) actuó para limitar (aunque no contrarrestar) el movimiento alcista que vuelve a ensayar el dólar en la plaza local, tras haberse negociado al cierre de la semana anterior por tres ruedas consecutivas a la baja.
La entidad volvió a intervenir, como anteayer, en la última parte de la rueda sobre la plaza colocando ofertas de venta a los precios a los que la divisa cotizaba con la clara intención de fijarle esta vez un tope a su precio mayorista en $38.
Una vez logrado ese objetivo repitió luego esas ventas a precios ligeramente menores, para inducir un repliegue que se verifico (cerró a $37,94 y a $38,71 en promedio para la venta al público), pero que estuvo muy lejos de impedir el segundo cierre alcista del billete, que ya recuperó 90 centavos (2,33%) en promedio en ambos segmentos.
Claro que el avance del billete en la jornada y lo que va de la semana habría sido mayor de no haberse usado ayer otros US$55 millones de las reservas del BCRA para controlarlo (van US$70 millones invertidos con ese propósito en dos días) o de haber mantenido el esquema de subastas a merced de un mercado que tira para arriba la cotización (entre otras cosas) porque la economía argentina se quedó sin referencias de precios en su moneda.
La renovada presión sobre el vapuleado peso (cayó otro 1,4%)no casualmente coincide con un derrape del real (-1,6%) en Brasil (al recrudecer las dudas sobre las elecciones presidenciales de octubre), pero más aún con una renovada aversión del mercado hacia el riesgo argentino en general; algo que había comenzado a insinuarse el viernes (tras dos jornadas de sólidos rebotes para bonos y acciones) y se terminó de confirmar en las últimas 48 horas.
Advierten que nada cambió aún
Los analistas no se sorprenden de que la sensación de calma, a la que se quiso aferrar rápidamente el Gobierno, tienda a licuarse. "Con los bonos otra vez bajo castigo y Brasil tirando para abajo ya que su proceso político no adquiere aún previsibilidad ninguna, que el dólar rebote tras la baja de la semana pasada no me sorprende nada. Tené en cuenta que aún, más allá de los anuncios y las buenas voluntades, no hay nada cerrado que ayude a diferenciarte: no está saldado lo del presupuesto 2019 y no se conoce el acuerdo rediseñado con el FMI", advierte el economista Eric Ritondale, de la consultora EconViews.
Incluso cree que la cantidad de frentes abiertos hacía recomendable que el Gobierno se encaminara a cerrarlos antes de embarcarse en otro test de mercado como la licitación para renovar una deuda asumida en letras del Tesoro (LETE) en dólares a cerrarse hoy, más aún cuando la semana entrante tiene otra prueba con las Lebac. "Creo que vamos a estar así todo el mes", dice.
Su colega de Ecolatina, Lorenzo Sigaut Gravina, coincide: "la calma vuelve a perturbarse, y por segundo día consecutivo, suben el dólar y el riesgo país. Esto pasa porque hay factores externos -como Brasil- que no ayudan, pero también porque no resolvemos los internos", advierte.
Los operadores cambiarios observan por su parte que al BCRA se le complica la posibilidad de mantener estabilizado el mercado cuando la demanda de divisas tienen un mínimo repunte, ya que la oferta sigue sin reaccionar pese a que el precio del billete está muy cerca de su récord. Ayer, por caso, el volumen, aunque siguió siendo bajo (unos US$460 millones), trepó 21% respecto de la rueda previa y le alcanzó para convertirse en el mayor de las últimas 4 jornadas.
Larga vida a la tasa altísima, proclamó el BCRA
El BCRA dejó en el 60% anual la tasa de interés de referencia para la economía, es decir, en el nivel de "emergencia" que fijó a fines de agosto en medio del último (hasta aquí) remezón de la corrida que llevó al dólar a cotizar por encima de los $40. Además, como venía anticipando, confirmó que no planea recortarla "al menos hasta el mes de diciembre". La decisión la adoptó su Comité de Política Monetaria (Copom) para "garantizar que las condiciones monetarias mantengan su sesgo contractivo" y tras comprobar que los indicadores que consulta para seguir el ritmo de la inflación le muestran "una nueva aceleración" este mes por pass-through del salto que el dólar tuvo en agosto (+22%). Ese repetido y virulento episodio de devaluación, admitió, "generará un mayor traslado a precios y una demora en el proceso de reducción de la inflación".