
El efecto caipirinha no pondría en riesgo la convertibilidad
Para la Fundación Capital, caerán las inversiones y el consumo; consecuencias
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Si el gobierno de Fernando Henrique Cardoso sostiene hoy su decisión de dejar en fluctuación el real brasileño frente al dólar, pero no la acompaña con un anuncio de que recibirá una nueva ayuda internacional (entre otras posibles medidas), el efecto caipirinha -tal la denominación que le asigna la Fundación Capital- podría impactar con dureza en la economía local.
Esto se desprende del informe semanal de la fundación que preside Martín Redrado y en el que se asegura, además, que "más allá del efecto recesivo que sufriría la Argentina, si Brasil devalúa fuertemente su moneda, un eventual efecto caipirinha no pondría en riesgo la estabilidad cambiaria, dado que el excedente de liquidez que hoy dispone el sistema financiero -US$ 14.000 millones- alcanzaría para cubrir las necesidades financieras insatisfechas del sector público y privado".
Tequila v. caipirinha
El trabajo, elaborado por un grupo de economistas, efectúa una comparación entre el virtual escenario que se plantearía a partir de una mayor depreciación del real y la situación que registró la economía argentina como consecuencia de la crisis mexicana desatada en diciembre de 1994, conocida como efecto tequila.
En tal sentido, el documento señala que "al igual que en la crisis azteca, la economía local no lograría eludir el escenario recesivo, con sustanciales caídas del consumo, de la inversión y de las importaciones".
En cuanto a las ventas al mercado mundial, sostiene que "las exportaciones no podrían apelar hoy al salvavidas al que recurrieron en 1995 durante el tequila (fue el mercado brasileño), por lo que nuestras exportaciones sumarían un nuevo factor depresivo que se agregaría al ya sombrío panorama que se presentaba para este año".
Por lo tanto, señala el informe financiero semanal, "el desequilibrio comercial sería menor, pero la mejora sería insuficiente para disipar las dudas que hoy pesan sobre nuestro sector externo, manteniéndose un desequilibrio superior al tres por ciento del PBI".
En materia fiscal, los menores ingresos tributarios ocasionados por la caída del nivel de actividad y el mayor peso de los intereses de la deuda, por un aumento de la tasa, motivará un alza del déficit que podría ascender al 2 por ciento del PBI, según los economistas.
En cuanto a los sectores que se verían más afectados por la crisis del país vecino, se señala a aquellos que destinan el porcentaje más alto de su producción al mercado brasileño y que no pueden reorientar sus ventas hacia otros rumbos como, por ejemplo: textiles, automotores, maquinaria eléctrica, calzado, lácteos, plásticos, frutas frescas y neumáticos.
Mercados en pausa
Para el economista Carlos Pérez, integrante de la Fundación Capital, la incertidumbre se instalará en los mercados hasta tanto se conozca cuáles serán los pasos por seguir por el gobierno paulista. "Cuanto menos se sepa qué plan de acción pondrá en práctica el gobierno de Cardoso, mayor incertidumbre se instalará en los mercados, y la incertidumbre no es buena compañera", dijo a La Nación .
Opinó que medidas como la dolarización voluntaria de la deuda pública, un cronograma cierto y creíble de privatizaciones y una ayuda adicional del FMI -más allá del préstamo de US$ 41.000 millones- serían indicadores que alejarían el fantasma que acecha a los mercados.
"Si se toma alguna de estas medidas, habría un panorama moderadamente optimista. Por lo tanto, si nada de esto se presenta como muy probable será difícil sostener el 33% logrado el viernes último entre las bolsas de Buenos Aires y San Pablo", consideró.





