El Gobierno apura un acuerdo con Brasil para exportar más autos
Duhalde dijo que se venderá el triple de lo que se importa; habrá concesiones
1 minuto de lectura'
La exportación de automóviles aumentará si se cumple el anuncio de ayer del presidente Eduardo Duhalde. "En esta semana se intentará llegar a un acuerdo con Brasil, el famoso tres por uno", declaró en el lanzamiento de una nueva versión de la camioneta Sprinter, en la planta de DaimlerChrysler en González Catán, localidad del sudoeste del Gran Buenos Aires.
Brasil, sin embargo, sólo aceptará un intercambio dos por uno. En la actualidad, la política automotriz del Mercosur (PAM) regula el intercambio sin aranceles entre la Argentina y Brasil: las exportaciones de un país pueden superar en dólares hasta el 15% las ventas del otro. En caso de exceso, la automotriz importadora debe abonar un multa: el 75% del arancel que pagan los coches de fuera del bloque (35%).
El Gobierno propuso que las exportaciones de un país puedan triplicar las del otro. Las automotrices locales necesitan vender más afuera porque en el mercado interno sólo se venderán este año entre 90.000 y 110.000 unidades.
El ministro de la Producción, José Ignacio de Mendiguren, debatirá mañana esta cuestión con su par brasileño, Sergio Amaral, que arribará esta noche a Buenos Aires, acompañado por una delegación de empresarios de su país.
Vienen ejecutivos de los sectores de alimentos, cueros, calzado, textiles y autos, algunos con intención de comprar activos en el país del peso devaluado.
Brasil siempre apoyó la liberalización del comercio automotor con la Argentina, pero ahora su presidente, Fernando Henrique Cardoso, quiere ofrecer un signo de solidaridad. Duhalde telefoneó a él y su par mexicano, Vicente Fox, para destrabar las negociaciones comerciales en materia de automóviles.
Exigencia brasileña
El gobierno de Brasilia exige, no obstante, algunas condiciones. Rechaza excluir las autopartes del régimen de intercambio compensado. Propondrá adelantar el libre comercio automotor de 2006 a 2005, incorporar los tractores y la maquinaria agrícola a la PAM, y reducir la exigencia del 30% de contenido nacional en las unidades del Mercosur.
Altas fuentes de la Cancillería pronosticaron que el tres por uno se acordará a cambio de una modificación en la medición del componente local de los autos. En los hechos disminuirá el número de piezas argentinas aunque favorecerá la integración de cadenas productivas, según comentan en el Palacio San Martín. La Argentina, además, pretende excluir la maquinaria agrícola y los camiones pesados a la PAM.
Las terminales de ambos países -cuyos dueños son las mismas multinacionales-, la Asociación de Fábricas Argentinas de Componentes (AFAC) y el Sindicato de Mecánicos (Smata) están de acuerdo en que los autos cuenten un mínimo de 60% de contenido nacional, medido sobre el precio de venta al concesionario. La nacionalidad se dejaría de medir por piezas (un auto tiene más de 3500 y resulta difícil controlarlas) y empezaría a contabilizarse por conjuntos de partes.
Un régimen así suscitaría el rechazo de los fabricantes de materias primas para los componentes: caucho, plástico, chapa y aluminio. Enrique Federico, director de DaimlerChrysler, anticipó que Adefa busca un convenio con ese sector para evitar que sus precios se mantengan en dólares.
DaimlerChrysler invirtió US$ 43 millones en la nueva Sprinter con motor diesel CD Mercedes-Benz OM 661, fabricado en Brasil, en lugar de Alemania. El titular local de la firma germano-norteamericana, Jonathan Holcomb, auguró convertir la planta de González Catán en un centro mundial de fabricación de camionetas, que venda a mercados no tradicionales (ya exporta a Nueva Zelanda, Australia y Sudáfrica, y busca llegar a Asia y Medio Oriente). También intentarán fabricar el futuro modelo que se lanzará en 2004.
Duhalde prevé mayor consumo
El presidente Eduardo Duhalde no sólo promete reactivación para el 9 de julio próximo sino que ayer vaticinó que a fines del mes próximo se incrementará el 40% la capacidad de consumo de los sectores de menores recursos. Al menos esta vez explicó cómo.
En el lanzamiento de una nueva camioneta de la germanonorteamericana DaimlerChrysler, el Presidente explicó que lo recaudado con las retenciones a las exportaciones -cuya tasa alcanzará el 5% para las industriales- se destinará a las familias pobres sin ingresos por la desocupación. Su idea se contrapone a la del Fondo Monetario Internacional (FMI), que pretende que el dinero de las retenciones se utilice para reducir el déficit fiscal.
"Por primera vez habrá una transferencia de los sectores de mayores ingresos a los de menores", anticipó Duhalde, ante la mirada de los directivos y operarios de DaimlerChrysler. El jefe de Estado prometió que a fines de abril no quedará ningún hogar pobre sin recursos. De ahí que calcule que los segmentos de bajos ingresos elevarán el 40% su capacidad de consumo.
Fuera de la fábrica, cientos de vecinos del partido de La Matanza se habían acercado a saludar a Duhalde en 15 micros alquilados. Una bandera firmada por el intentente Alberto Balestrini (PJ) lo recibió. A la fiesta faltaron muchos operarios: la planta está empleando sólo un tercio de lo que podría contratar en tiempos de bonanza.






