El Mercosur necesita del sector privado
Es vital una mayor participación para resolver con éxito las asignaturas pendientes de la agenda
La participación del sector privado es clave para resolver con éxito los grandes desafíos que presenta la agenda interna y externa del Mercosur hacia adelante. Por un lado, en materia de la agenda interna, el desafío de la profundización del Mercosur es complejo no sólo políticamente sino también técnicamente. La profundización del Mercosur abarca principalmente las siguientes asignaturas pendientes: disciplina en materia de incentivos y armonización fiscal, apertura recíproca en servicios y compras públicas, mayor coordinación macroeconómica y asegurar el fiel cumplimiento de lo pactado (enforcement). A título ilustrativo basta recordar que las tareas de armonización tributaria y armonización de políticas de promoción de la inversión, exportación, y/o desarrollo tecnológico son muchísimo más complejas que las tareas ya cumplidas de eliminar barreras arancelarias en el comercio intrazona y de armonizar el arancel externo común.
Por otro lado, la agenda de negociaciones externas del Mercosur es también ambiciosa y compleja. Se está trabajando, al mismo tiempo, en la formación de un área de libre comercio en América del Sur, en las negociaciones del ALCA para formar una zona de libre comercio hemisférica, y en las tareas técnicas preparatorias para eventualmente negociar un acuerdo de libre comercio con la Unión Europea.
El Mercosur tiene incorporada una participación del sector privado en el Foro Consultivo Económico y Social, pero esta participación en el nivel de cúpula de las organizaciones representativas no es suficiente para los objetivos aquí planteados.
Las demandas de trabajo técnico que se derivan de la agenda interna y externa del Mercosur están concentradas en un grupo reducido de funcionarios en los cuatro países del Mercosur, con un alto grado de compromiso y dedicación en la tarea encomendada, pero sin suficientes recursos humanos especializados para satisfacer estos múltiples requerimientos al mismo tiempo. Tampoco existe un presupuesto común como en la Unión Europea para contratar estos recursos humanos especializados.
Cuello de botella
Por ende, la única forma de solucionar este cuello de botella es mediante una participación activa del sector privado al estilo de la que se da en el marco de las negociaciones del ALCA.
El ALCA tiene institucionalizada la participación del conjunto del sector privado en talleres de trabajo que se realizan previamente a la reunión de los ministros de Comercio, en la que se analizan y debaten los temas que están en la agenda de negociación hemisférica, sobre la base de propuestas y documentos presentados previamente. Mediante el debate en los grupos de trabajo, se llega a conclusiones que son luego presentadas a los ministros de Comercio del área.
Ahora bien, en el Mercosur habría que generar una dinámica similar de participación del conjunto del sector privado, previa y casi concomitantemente con las reuniones del grupo y del Consejo del Mercado Común que se hacen semestralmente.
Estas reuniones podrían movilizar a alrededor de 200 a 400 empresas de la región. Estas contribuirán con sendos informes a presentar diagnósticos y propuestas, realizados profesionalmente por expertos, para resolver los temas de la agenda pendiente en Mercosur, principalmente, en materia de armonización de políticas, de apertura recíproca en los mercados de servicios y de compras públicas, así como recomendar medidas generales de facilitación de negocios del área.
En síntesis, de lo que se trata es de movilizar "las energías creadoras" del conjunto del sector privado alrededor de un programa de trabajo que incorpore los temas de la agenda de negociación con el fin de acercar propuestas y recomendaciones que contribuyan a resolver en tiempo y forma las asignaturas pendientes.
- La autora es economista y consultora empresaria en temas del Mercosur.
Industria y participación
Las dos principales entidades industriales de Brasil y la Argentina reclamaron el viernes último una participación más activa del sector privado en todas las actividades del Mercosur.
La Confederación Nacional de la Industria de Brasil (CNI) y la Unión Industrial Argentina (UIA) solicitaron a su vez a los gobiernos de los dos países "una amplia reflexión sobre las necesidades institucionales" del bloque regional.
Libre comercio ampliado
Los máximos dirigentes de ambas entidades, Claudio Sebastiani (UIA) y Fernando Bezerra (CNI), dieron a conocer el viernes, tras un seminario celebrado en la sede de la UIA, un documento en el que señalan que la participación del sector privado del bloque debe extenderse además al proceso de ampliación del libre comercio en la región así como las deliberaciones que mantiene el Mercosur con la Unión Europea (UE).
Los dos bloques acordaron en diciembre de 1995 crear en el plazo de una década, una zona de libre comercio de carácter interregional.
Este documento tiene un contenido similar al que suscribieron los industriales de la UIA hace dos semanas durante la Cuarta Conferencia Industrial, celebrada en Bariloche.
Acercamientos y omisiones
En aquella oportunidad los empresarios industriales solicitaron tener más participación en la negociación de los acuerdos comerciales, además pidieron rever algunos acuerdos ya negociados con Brasil en el marco de una cumbre extraordinaria del Mercosur.
El énfasis de esta reunión conjunta CNI-UIA, sin embargo, no parece haber estado puesto en los aspectos más irritantes de los acuerdos regionales: los que dejan al descubierto las asimetrías.
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