"La innovación tiene un problema de relato", comenzó Sebastián Campanario durante su charla titulada "El 6, 7, 8 de la innovación". Hay demasiados avances tecnológicos que ocurren y que tienen mucho poder para cambiar la historia pero que son "muy difíciles de contar", dijo. Además de la complejidad para narrar algunos avances, dos factores complican aún más este storytelling: la velocidad y la combinación.
Primero, la velocidad. "Las tecnologías avanzan de manera exponencial, pero nuestra capacidad para adaptarnos a ellas no. Es una brecha que involucra ansiedad y sorpresa", resaltó. Recordó una frase del biólogo E. O. Wilson, quien afirmó: "El gran problema de la humanidad es que tenemos emociones paleolíticas, instituciones medievales y tecnología de dioses".
Luego, la combinación. Campanario explicó que pensar hipótesis sobre el impacto de una tecnología como la inteligencia artificial "no es tan difícil", pero que cuando se trata de la mezcla de ese avance con, por ejemplo, la biología sintética, entonces sí hay mayor complejidad. En ese sentido, habló del "problema de los tres cuerpos", que señala que, bajo ciertas condiciones, se puede predecir el movimiento de dos cuerpos, pero que si se suma un tercero, la dinámica va a ser caótica.
"Somos mucho peores para predecir el futuro de cambios sociales que de cambios tecnológicos. La agenda de género, los hábitos saludables, la conciencia ambiental? también son cambios exponenciales", advirtió. ¿Algo para hacer? Mantenerse en aprendizaje continuo e incentivar la creatividad.
