
Cursos para la industria
Una renovada y amplia oferta de capacitación busca formar en los oficios tradicionales
1 minuto de lectura'
Matriceros, torneros, soldadores y herreros pueden contarse con los dedos de una mano. Algunos de estos nombres desaparecieron del viejo diccionario de oficios industriales. Pero buscan tener su revancha de la mano de una nueva coyuntura económica y de una capacitación que ayude a continuar la zaga interrumpida durante más de una década.
Acceder a una formación técnica en cualquiera de estas áreas no es sencillo porque, para empezar, son saberes que solían aprenderse dentro de las fábricas y que luego se transmitían de boca en boca. Además, las pocas escuelas que formaban en estas artes cerraron al mismo tiempo que comenzó a desvanecerse la industrial nacional.
Pero ahora es casi imperioso volver a recuperar a estos operarios calificados. Y muchas escuelas y centros de formación privados o que dependen del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) están empezando a dictar cursos orientados a formar en los viejos oficios.
En el Instituto Vasco Argentino, de Villa del Parque, las máquinas no descansan. Allí se enseñan herramientas para las áreas de metalmecánica, plástico y automatización. Los cursos, dirigidos a matriceros, torneros y fresadores convocan a un gran número de alumnos.
"Son programas de especialización que están pensados para personas que ya conocen el oficio y buscan alcanzar un saber más específico", enfatiza Verónica Tejada, encargada de la administración del instituto.
La demanda del mercado
La aclaración vale para no despertar falsas expectativas. "Nosotros no formamos desde cero y en el país no hay nadie que lo haga porque era un oficio que se aprendía en la fábrica. Y como muchas cerraron, ya no hay quien se encargue de enseñar la técnica", se lamenta.
Aunque existe la idea de empezar a dictar cursos para niveles iniciales, por ahora es sólo una intención. "Habría que comprar más máquinas y redactar nuevos manuales. Pero como este año tuvimos mucho trabajo por la demanda que hay, no dimos abasto", comenta Tejada.
Entre la amplia oferta de títulos, se destacan Autocad 2 y 3 dimensiones, Diseño de moldes para inyección, Neumática, Fresa y Torno. Los cursos tienen un costo que va de los 140 a los 350 pesos. Todos tienen por objeto favorecer la inserción laboral. "Los alumnos pueden dejar su currículum para que los llamen de las empresas. En algunos casos, las compañías nos dicen que están buscando estos perfiles desde hace, aproximadamente, seis meses y no logran encontrarlos."
Como si se tratara de un efecto en cadena, en la Fundación Gutenberg, dedicada a capacitar en artes gráficas, señalan la misma dificultad. "Hay falta de mano de obra especializada. En nuestro caso, en el mercado hay muchas vacantes para los operarios de máquinas offset que no están siendo cubiertas por falta de personal calificado", afirma María Pía Doldán, psicóloga encargada del área laboral de la fundación.
Todos los cursos buscan cubrir las demandas del mercado. "Se basan en la práctica. El objetivo es que los alumnos conozcan los procedimientos en las distintas áreas de la producción gráfica para después aplicarlos en una empresa o fábrica", explica.
La oferta de formación incluye, además de los clásicos cursos de impresión, seriwgrafía, diseño multimedia y terminación. También hay programas de formación dual, dirigidos a egresados de escuelas técnicas, y carreras terciarias. La idea es cubrir todas las especialidades de la gráfica.
Otro de los sectores más vapuleados de la industria es el textil. Aquí también hay escasez de profesionales, que ante la destrucción del área emigraron hacia los servicios. Pero ahora, sobre todo impulsado por las explosión del diseño, hacen falta especialistas que entiendan de fibras y tejidos.
"Ya nadie aprende el oficio. ¿Para qué? --pregunta Patricia Barés, responsable del área de capacitación del Centro de Investigaciones Textiles (CIT)--. Es lógico que después de todo lo que pasó no haya hiladores o gente capacitada en el área."
En el centro, con la coordinación del INTI, brindan un programa integral de 11 módulos que va desde fibras textiles hasta terminación del tejido. "Son módulos independientes, que pueden tomarse por separado. Están dirigidos a personas ligadas a la industria, desde productores hasta vendedores", cuenta Barés.
Para constructores
El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires también organiza, mediante los centros de formación profesional, actividades de capacitación para la industria. Aunque no es un área donde escasee mano de obra, la construcción comenzó a demandar perfiles cada vez más calificados.
"Hubo un repunte de la demanda en los últimos tiempos, sobre todo de obreros calificados. Todos los cursos que dictamos tienen una clara orientación hacia el trabajo. Es más: varios de nuestros alumnos ya están haciendo la instalación eléctrica y de gas en un hospital del Gobierno  de la Ciudad", comenta el ingeniero Carlos Eyharchet, coordinador del centro N° 17.
Capacitar y trabajar. Dos acciones que bajaron su cotización en una industria devaluada, hoy están en alza. Y se pronostican que arrojen buenos dividendos.
Dónde estudiar
- Fundación Gutenberg: Avda. Belgrano 4299, 4981-5389.
- Instituto Vasco Argentino: General César Díaz 3149, 4581-3248.
- Centro de Investigación Textil: www.inti.gov.aewr , textilesinti.gov.ar
- Centro de Formación Profesional N° 17: de 15 a 18, Rawson 42, 4981-0139.
1
2Impulsada por el dólar barato y el boom de viajes a Brasil, la salida de turistas marcó un récord en 2025
3“Medida populista”: un aliado de Kicillof logró imponer en su municipio un impuesto del 2% a los combustibles
4Inocencia fiscal: Caputo prometió avisos, pero las multas por atrasos subirán más de 100.000%


