Deuda. Evitar el default, el unánime reclamo de los empresarios
El mensaje al Gobierno es que una situación de cesación de pagos complicaría aún más el financiamiento del sector privado y ralentizaría la recuperación económica
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Sin perder de vista las preocupaciones por la crisis del coronavirus, los empresarios siguen con atención el proceso de reestructuración de deuda, que definirá el margen de maniobra que tendrá el sector privado al momento de acceder al mercado de crédito para financiar la reactivación económica. En este sentido, el pedido dentro del empresariado es unánime: la Argentina debe evitar el default si quiere acceder al crédito a tasas lógicas para financiar las inversiones que necesita el país.
Más allá de las negociaciones de último momento que se abrieron con los bonistas desde ayer, así se lo hicieron saber al Gobierno esta semana los empresarios más influyentes. Fue cuando se reunieron el lunes pasado con el presidente Alberto Fernández en la quinta de Olivos. El Grupo de los 6 (G-6), que nuclea a las seis cámaras más importantes del país, apoyó el proceso de negociación de la deuda y señaló que "no es recomendable el default".
Del encuentro participaron los presidentes de la Unión Industrial Argentina, Miguel Acevedo; de la Sociedad Rural Argentina, Daniel Pelegrina; de la Asociación de Bancos Argentinos, Javier Bolzico; de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, Adelmo Gabbi; de la Cámara Argentina de Comercio, Jorge Di Fiori, y de la Cámara Argentina de la Construcción, Iván Szczech. "Necesitamos una salida sustentable para poder empezar a producir e invertir. La Argentina necesita un acuerdo, el mejor posible", dijo un empresario que fue parte del encuentro, al que también asistieron dirigentes de la CGT.
Luego, otras asociaciones de peso en el sector privado nacional, como la Asociación Empresaria Argentina (AEA) y el Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina (IDEA), también manifestaron su apoyo y el pedido de evitar la cesación de pagos.
"Para que las empresas puedan cumplir plenamente su papel decisivo en el proceso de recuperación económica es fundamental evitar la ruptura en la cadena de pagos interna, así como la cesación de pagos externa o default", indicó la carta que envió la AEA, que pone el foco en la inversión y la financiación que requerirán el sector privado para lograr la recuperación económica.
IDEA, por su parte, emitió un comunicado con el título "Un acuerdo que evite el default también es cuidar a los argentinos", y señalaron que "un acuerdo sostenible entre el Gobierno y los acreedores en el marco de la negociación de la deuda pública resulta de vital importancia, poniendo nuevamente por delante el bien común".
Antes de que se desatara la pandemia, la negociación de la deuda era una de las principales preocupaciones de los empresarios, junto con la inflación y la caída del consumo. Esto se debe a que, con un riesgo país por arriba de los 3300 puntos, como cerró la semana pasada, el acceso al mercado de crédito internacional es prácticamente imposible, por el costo de financiación.
A diferencia de la mayoría de los países, la Argentina no tiene un mercado de capitales local desarrollado, producto de que los argentinos ahorran poco y que lo poco que se ahorra es en dólares. Esto se debe a que el país no tiene una moneda fuerte, golpeada tras décadas de inflación. Y las tasas de interés bajas que promueve el Banco Central para incentivar el crédito desalientan cualquier intento de volver a confiar en el peso.
"Si el país entra en default, la recuperación económica será bastante más lenta –dice el economista Esteban Domecq, presidente de la consultora Invecq–. Cuando se empiecen a levantar los problemas sanitarios, el default complicaría el financiamiento a las grandes empresas y a los gobiernos provinciales".
"Estar afuera del mercado de crédito genera un problema muy importante, porque tenemos menos capacidad para responder ante esta situación de crisis, y los sectores más golpeados se quedan sin flujo de pesos", dice, por su parte, el economista Martín Vauthier, de la consultora EcoGo. Y agrega: "Por más que la Argentina arregle, le va a llevar un tiempo volver a los mercados, pero será un primer paso muy importante".
"Si la economía entra en default, se le sumará más presión a la brecha cambiaria, porque todos querrán resguardarse en el dólar y no habrá quién venda. Y esto puede generar un fogonazo inflacionario. En cambio, si se acuerda el problema de la deuda, en 2021 se empieza el año con otra mentalidad", concluyó Lorenzo Sigaut Gravina, director de Ecolatina.
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