Falleció anoche, a los 70 años y a causa de una grave enfermedad, el banquero Roque Maccarone, quien, entre sus cargos más reconocidos en la función pública, se desempeñó como presidente del Banco Nación y del Banco Central.
Su actividad profesional comenzó en 1961 cuando, de la mano de Carlos Perez Companc, se incorporó al Banco Río de la Plata, que había sido comprado por ese grupo empresario pocos meses atrás. No pasó mucho tiempo, apenas unos tres años de la fecha de aquel ingreso, y fue nombrado gerente general de la entidad financiera, y en 1968, llegó al cargo de vicepresidente ejecutivo.
A la par del ejercicio de esa responsabilidad y en mérito a su reconocida capacidad profesional, a partir de 1982 presidió la Asociación de Bancos Argentinos (Adeba) y, desde ese puesto, actuó como interlocutor del sistema financiero ante el gobierno. Corría el año 1993 cuando dejó su cargo en el Banco Río y poco tiempo después comenzó su actuación en la gestión pública.
Fue secretario de Finanzas, Bancos y Seguros durante la primera gestión de Domingo Cavallo en el Ministerio de Economía, en la presidencia de Carlos Menem. Y luego fue designado presidente del Banco Nación, desde donde decidió rescindir el polémico contrato que la entidad bancaria estatal había firmado con la firma IBM.
Luego de esos cargos, se desempeñó como asesor del Banco Galicia. Hasta que nuevamente fue Cavallo, durante la gestión de gobierno de Fernando de la Rúa, quien lo llamó para desempeñar un cargo público, esta vez en la presidencia del Banco Central y en reemplazo de Pedro Pou, el último titular de la entidad financiera que tuvo la presidencia de Menem.
Asumió en ese cargo en abril de 2001 y lo abandonó en enero de 2002, cuando fue reemplazado por Mario Blejer, durante la presidencia de Eduardo Duhalde y con Jorge Remes Lenicov al frente de la cartera de Economía. "Creo que fui eficiente en la administración de una crisis muy complicada", declaró en ese entonces Maccarone.
Sus restos serán inhumados hoy en el cementerio Jardín de Paz.
