
Imaginando Tierra del Fuego dentro de 13 años
El ensamblaje de celulares en ese lugar tendrá beneficios impositivos hasta 2038, pero el Gobierno acaba de reducir los aranceles de importación
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Hasta 2038 el ensamblaje de celulares que se realice en Tierra del Fuego gozará de beneficios impositivos, pero el decreto 333, del 19 de mayo pasado, redujo el correspondiente arancel de importación de 16% a 8% de manera inmediata y a 0% desde enero de 2026. Ya no será necesario viajar al exterior para comprar un celular “de última generación”, lo cual a algunos de mis amigos no les cambia la vida, pero a la señora que limpia en mi casa definitivamente que sí.
¿Qué implicancias tiene esto de aquí hasta la finalización del régimen especial creado en 1972? Una alternativa: el ensamblaje deja de ser viable porque en ausencia de protección arancelaria los beneficios impositivos no compensan los costos de transporte de las partes y los productos terminados; las plantas cierran; el personal migra y los chilenos ocupan la isla, que fue precisamente lo que se quiso evitar cuando se creó el régimen especial.
Pero esta no es la única alternativa porque también puede ocurrir que los propietarios de las ensambladoras, empresarios al fin, se conviertan en importadores de celulares, para lo cual están en inmejorable situación, porque conocen a los proveedores y a los clientes; que las plantas no cierren, sino que al menos parcialmente se reconviertan; que se desarrollen actividades basadas en la naturaleza, los recursos naturales, etc.; que el personal sea parcialmente reabsorbido y parte migre hacia otras partes del país, etc.
La primera alternativa congela una foto, la segunda alternativa imagina la dinámica de la vida. Obviamente que lo que cabe esperar es que se dé la segunda. ¡No es fácil!, sostienen algunos, pero ¿quién dijo que la vida es fácil? La clave está en pasar de la queja a la acción, cosa que –seguramente– en Tierra del Fuego está ocurriendo. Por eso digo que no es difícil imaginar que, en 2038, la actividad económica será muy distinta de la actual.
Última, pero no menos importante. La disposición adoptada generó marchas en Tierra del Fuego por parte de algunos de los afectados, pero no generó marchas en la avenida 9 de Julio por parte de los beneficiados. Nada nuevo, porque Maquiavelo se lo explicó con claridad al Príncipe. En el plano de las expresiones verbales, y el de las movilizaciones, siempre se produce una asimetría: los afectados protestan, los beneficiados callan. Mejor dicho, hablan… en las urnas.
