Chispazos empresarios: renunció el titular de Volkswagen y Adefa
Hernán Vázquez deja la cúpula de la firma en la Argentina por "razones personales", tras una elección polémica al frente de la cámara
"Somos doce, como los apóstoles. Pero uno es Judas", bromeó un comensal que suele sentarse en la mesa industrial más pesada de la Argentina: la de las automotrices. Claro que ese Judas cambia según el interlocutor que analice una renuncia -en rigor, dos- que ayer reflotó una rencilla "de escritorio" en la Asociación de Fabricantes de Automotores (Adefa), donde se sientan las doce terminales.
El disparador fueron las renuncias de ayer, "por razones personales", de Hernán Vázquez, a la presidencia de Volkswagen y de Adefa. Vázquez continuará en ambos cargos hasta el 31 de diciembre de este año. Aún no tiene reemplazante en la firma alemana, pero sí en la cámara. Allí continuará su mandato Luis Fernando Peláez Gamboa, CEO de Renault, quien estaba en la llamada "troika" como vicepresidente junto a Vázquez y al secretario general, César Luis Ramírez Rojas (Scania).
"Mi salida es una decisión personal acordada en buenos términos con Volkswagen. Sin ningún tipo de segundas cosas escondidas", afirmó Vázquez a LA NACION. Los hijos del ejecutivo viven en Barcelona, desde donde llegó a Buenos Aires un par de años atrás. El ejecutivo cree que seguirá su carrera en la firma alemana en Europa.
Volkswagen sigue siendo el líder en el mercado argentino, pese a que su participación de mercado cayó de 16% que tenía en 2017 a cerca de 14,7%, con bajas en las ventas del Gol, la Surán y la Amarok. "A Volkswagen la salvaron los lanzamientos del Virtus y el nuevo Polo en 2018", contó un consultor privado. Detrás de la alemana, aparecen la francesa Renault y General Motors (GM). "Mi salida no está relacionada con el market share", aclaró el directivo, pese a que reconoció que el tema de los impuestos (rebaja de reintegros y suba de retenciones) afectó a la compañía, en un contexto de caídas generalizadas en las ventas. El ejecutivo ratificó ayer las inversiones comprometidas por US$800 millones.
Vázquez fue quien, en nombre de Adefa, pidió al Gobierno semanas atrás un bono para mitigar las pérdidas calculadas por las automotrices en US$500 millones por los impuestos a la exportación.
Lo que llamaba la atención en el sector era que el ejecutivo había hecho ese reclamo en su bautismo como presidente de Adefa, donde había sido nombrado hace solo dos meses y medio en medio de una elección caliente.
Las diversas agendas y egos confluyeron en que ese proceso fuera, por lo menos, controvertido. Tras la presidencia de Peláez Gamboa, Daniel Herrero, presidente de Toyota, buscaba conducir la institución. Ayer había divisiones en las interpretaciones sobre si el "pacto de caballeros" por una presidencia rotativa por abecedario seguía aún vigente o si había vencido antes de 2015, dejando su lugar a una elección regular.
Fuentes del sector contaron que Renault-Nissan y Peugeot no apoyaron a Herrero. La estrategia de la empresa nipona -líder en exportaciones-, su buena sintonía con el Gobierno y una "agenda propia" no la hacían "confiable" para defender los intereses de todo en un sector "en problemas". Herrero contó con el apoyo de FCA y de Mercedes. Las estadounidenses fueron neutrales. Volkswagen terció por una conducción más crítica con apoyo de las francesas y logró la presidencia. "La elección es válida, normal y dentro del estatuto", dijeron en Renault. En Peugeot coincidieron.
Pese al alejamiento de Vázquez, en el sector ayer confirmaban que la firma alemana seguirá teniendo presencia en la "troika" con aval de su mandamás regional, Pablo Di Si. "Adefa estaba partida", exageró ayer a LA NACION uno de los hombres que se sientan en la mesa de esa cámara y que espera un mejor pasar.