Jefe del BID. Mauricio Claver-Carone: "Hay políticas que mandan mensajes equívocos a los mercados"
WASHINGTON.- El presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Mauricio Claver-Carone, dijo -en una entrevista exclusiva con LA NACION- que el gobierno de Alberto Fernández ha enviado "mensajes equívocos" a los inversores y que la luna de miel que despuntó tras el canje de la deuda se terminó. Además, estimó que la Argentina deberá hacer ajustes en su política económica para salir de la crisis.
"El Gobierno tiene que entender que cada política que lleva a cabo, y cada disputa política o no política, tiene repercusiones ante los ojos de los inversores. Hay políticas que, sea intencional o no intencional, mandan mensajes equívocos a los mercados", insistió.
A poco de asumir al frente del BID, Claver-Carone ya tuvo contactos con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para hablar sobre la Argentina. Aunque las negociaciones del Fondo y el Gobierno recién comienzan, y aún resta discutir un plan integral, el staff del FMI ya sondeó si el BID puede aportar fondos frescos al país para ayudarlo a capear la crisis.
"Yo les dije que tengo toda la voluntad para hacerlo, para ayudar a la Argentina. Ahora, la realidad es el espacio que tengamos en la cartera [de préstamos]. Es más complicado, pero tenemos la voluntad de hacerlo", dijo Claver-Carone.
El primer norteamericano que llega a la presidencia del BID dijo que la situación argentina es "complicada". Si bien consideró que el presidente Alberto Fernández tiene "la voluntad política de incentivar y de querer que haya inversión extranjera en la Argentina", interpretó que hubo "malentendidos" sobre el control de las empresas (mencionó la intervención en Vicentin), los controles monetarios y las retenciones que entorpecieron la economía. "Creo que el Gobierno es claro en los mensajes a los inversores, pero no es claro en las políticas para los inversores. Ese es el reto", afirmó.
El nuevo jefe del BID, que se propuso ampliar las inversiones y el empleo en América Latina, dijo que tiene una "muy buena" relación con el Gobierno, aunque reconoció roces –que también involucran a otros países– por las designaciones en la administración del organismo.
–¿Qué debe hacer la Argentina para atraer inversiones?
–La Argentina tiene susceptibilidades monetarias que siempre han sido –obviamente– un problema, y un problema cíclico que tiene que sobrepasar. La buena noticia es que algunos de los retos del pasado no existen. A veces la política estorba lo económico. Y ahora creo que, sea el gobierno de izquierda, de derecha o de centro izquierda o de centro derecha, hay un consenso sobre la importancia de la inversión extranjera. Yo veo al presidente Fernández, y lo ví el otro día hablar en la Cámara de Comercio de Estados Unidos, buscando y con la voluntad política de incentivar y de querer que haya inversión extranjera en la Argentina. Hace 30 años, las diferentes vertientes políticas, a veces izquierda o derecha, eran más proteccionistas. Así que aunque sea ya no hay estorbos políticos proteccionistas importantes.
–¿El Gobierno hace lo suficiente para alentar inversiones?
Yo creo que a veces el Gobierno no… El Gobierno tiene que entender que cada política que lleva a cabo, y cada disputa política o no política, tiene repercusiones ante los ojos de los inversores. Hay políticas que, sea intencional o no intencional, mandan mensajes equívocos a los mercados.
–¿Cómo cuáles?
–Hay políticas que a lo mejor son necesarias a corto plazo, o piensan que son necesarias a corto plazo; controles monetarios, sean confusiones o malentendidos; cuestiones de impuestos a la exportación, y sobre el control de empresas, como el malentendido en la cuestión de Vicentin, por ejemplo. Son malentendidos, y políticas, y declaraciones y políticas, que a veces entorpecen lo económico. Yo creo que los inversores tras la negociación de la deuda privada sintieron un alivio, pero esa luna de miel ya acabó.
–¿El Gobierno no es claro en sus mensajes a los inversores?
–Creo que el Gobierno es claro en los mensajes a los inversores, pero no es claro en las políticas para los inversores. Creo que ese es el reto. Y no digo que las políticas no sean bienintencionadas. Son bienintencionadas. A ver, cada país está actualmente en un momento en el que tiene que tomar decisiones difíciles. No solamente la Argentina. Países pequeños en el Caribe, que tienen mil factores, dependen del turismo, tienen temas de clima, tienen una deuda ya bastante abrumadora, y entonces tienen que tomar decisiones: o sobrepasar retos actuales para salvar vidas, o hipotecar el futuro y endeudar al país. A la Argentina agréguele, y no es culpa de esta administración, que ya ha heredado una situación difícil y el Covid se ha agregado a esa situación difícil. Y creo que la voluntad de los inversionistas es mucho más sensible de lo que era anteriormente.
–¿Cómo ve la negociación con el FMI?
–Es difícil, a mí el Fondo me preguntó si hay un programa nuevo si el BID podría invertir, poner más dinero. Yo les dije de mi parte que tengo toda la voluntad para hacerlo, para ayudar a la Argentina. Ahora, la realidad es el espacio que tengamos en la cartera [de préstamos]. Es más complicado, pero tenemos la voluntad de hacerlo. De la misma manera, sé que el Fondo tiene la voluntad de poder intentar llegar a un programa nuevo. Es complicado porque la situación de la Argentina es complicada, y hay ajustes para poder tener cierta sostenibilidad de la deuda que son complicados.
–¿Cuáles?
–Los ajustes en la política monetaria van a ser importantes. Si, habrá ciertos ajustes fiscales, pero no creo que abrumadores. Pero hay ciertas realidades que se van a tener que tomar en cuenta, y más difíciles porque también las perspectivas económicas de crecimiento han sido limitadas con el Covid. Desafortunadamente, no es que la Argentina tenga demasiado espacio tampoco para ajustar debido a ciertas realidades. Yo lo que si creo es que podrían incentivar más la producción y ahí si creo que todavía hay mucho espacio para mejorar.
–¿En qué medidas piensa para lograr ese objetivo?
–Siempre es un balance. Se entienden las necesidades fiscales a corto plazo. Pero, nuevamente, si se le quitan los incentivos a los productores a producir para exportar es mucho más difícil tener crecimiento. Obviamente, hay medidas actuales que afectan la producción por el Covid. Hay menos espacio para trabajar. No hay un consejo perfecto. Al fin y al cabo, el gobierno argentino tiene que saber de que… Lo pongo de esta manera. El gobierno argentino anterior nunca entendió que… no sé cuál es la palabra perfecta. Que hay ciertos trade off. Es la realidad. Todos los países, todos los gobiernos tienen que hacer trade off en sus políticas. El gobierno anterior nunca quiso, no pudo, no quiso, y el Fondo se lo aceptó hasta cierto punto, ajustar ciertos gastos. Quería poder seguir gastando igual que antes, seguir imprimiendo igual que antes y sin tener seguridad de que la producción y el crecimiento iba a equiparar eso. Quiso hacer un poco de todo y es como que nunca ajustó. Y obviamente el colapso fue el doble. Quería seguir haciendo todo lo mismo que se venía haciendo en gastos, pero con un programa del Fondo. Y es imposible porque esa deuda cuesta dinero. No hay respuestas fáciles. Pero sí es importante poder entender las opciones y llevar a cabo las menos malas.
–¿Cómo es la relación con el gobierno argentino?
–Muy buena. Muy buena. Al fin y al cabo nos descarrilamos siempre por politiquería. Nunca se puede tacharme de no tener la mejor voluntad e intentar ayudar a la Argentina. Ahora, la Argentina tiene sus complejidades políticas y siempre todo cae en un malentendido. Y es lo menos que yo quiero, al fin y al cabo. Yo tengo la mejor voluntad para ayudar a la Argentina. Cuando me llamó el Fondo yo dije: "completamente; estoy dispuesto". Igual aquí. Mi equipo lo voy a formar con las personas más talentosas, mas complementarias como equipo que se forme, a pesar de la nacionalidad. Y no significa que no habrá un argentino, no lo sé. Pero les pido que juzguen a los candidatos por los méritos y sus capacidades y sus trayectorias, y no por sus nacionalidades.
–¿Son roces menores?
–Sí, los vamos a sobrepasar de una manera u otra, pero estamos en una situación actual en la cual la abrumadora mayoría de la junta directiva aprueba y está encantada con el equipo que vamos formando. Ahora, la Argentina y México son los dos únicos países que están usando un procedimiento para postergar cuando lo que debemos estar haciendo es enfocar en el trabajo del banco. Hay que crear más espacio para la Argentina; es una realidad. Yo estoy dispuesto a hacerlo y estoy buscando las medidas y las maneras más efectivas de poder crear espacio en la cartera [de créditos] para ayudar más a la Argentina de una manera más efectiva.
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