El fiscal José María Campagnoli se refirió al proyecto que busca reformar la ley orgánica del Ministerio Público Fiscal y dijo que con el sistema que se busca imponer él no podría haber mantenido su cargo durante la investigación a Lázaro Báez.
"Estamos ante una especie de abismo institucional con todos estos embates que no tienen otra razón de ser que la Justicia les ha sido adversa a los que están proponiendo estos cambios. Como la Justicia les fue adversa, estas personas están proponiendo estos cambios", afirmó Campagnoli en el programa Comunidad de Negocios, que conduce José Del Rio y que se emite por LN+.
-Finalmente, la Corte dijo que lo de Boudou había sido corrupción. ¿Qué opina?
-Sí, la Corte con su fallo, terminó por confirmarlo. Ahora tenemos una sentencia firme que es lo que siempre nos está faltando en estos procesos que duran años; pero bueno, se cerró esta discusión que es lo que se necesita en una República: que las discusiones las cierre la Justicia. Llegó a la última instancia de la Justicia y finalmente esta condena por cohecho pasivo y negociaciones incompatibles con la función pública. Una condena de cinco años y algunos meses que ahora quedó firme y es de esperar que se empiece a cumplir.
-¿Qué siente usted cuando el kirchnerismo, aun con una sentencia de la Corte, dice que en realidad no es así y pone en duda a la Justicia?
-Me parece que es la actitud de quien está cercado por las pruebas, por las condenas, por los procesos, que tiene que tratar de patear el tablero. Todos estos embates que venimos viendo a lo largo de este tortuoso año contra la justicia independiente se inscriben en nuevas páginas de tanto la Reforma Judicial, como el mover a los jueces Bruglia, Bertuzzi y Castelli, los embates contra el procurador Casal, que uno los ve y dice: "¿Por qué están pretendiendo llevar a juicio político a este magistrado que no tiene ni siquiera un sumario administrativo?". Es una persona austera, de bien, de carrera judicial, totalmente apartidario. Él está en este cargo porque es el procurador ante la Corte más antiguo. Bueno, sin embargo, se busca una manera de tratar de moverlo, de socavar su imagen, de esmerilarlo como funcionario para que se vaya. Como esto no da resultado, van ahora por una reforma de la Ley del Ministerio Público Fiscal, colocando a los fiscales prácticamente en comisión, a contramano total de la reforma constitucional de 1994, que claramente en el artículo 120 dice que el Ministerio Público Fiscal es un órgano extra poder, autónomo e independiente, y ahora lo ponen bajo el eje fundamental del Poder Ejecutivo y, como si fuese poco, de la Bicameral.
-Pareciera que hoy, a juzgar por el nombramiento de Alejo Ramos Padilla en el Juzgado Electoral de la provincia de Buenos Aires, ser militante pasa a ser un activo…
-Exactamente. Eso es lamentable, porque la partidización de la Justicia es lo que va a dar siempre una intranquilidad total a cualquier ciudadano. Necesitamos una justicia independiente y para eso necesitamos que la toma de decisión al momento de elegir o al momento de remover a un magistrado sea muy transparente y no esté teñida de un color político. Lamentablemente, estos embates parecen intentar llevar a nuestro sistema judicial a que sea un apéndice del poder político que gobierne y creo que frente a eso todos debemos estar un poco preocupados.
-Usted que lo investigó profundamente a Lázaro Báez, ¿qué siente al verlo libre?
-No siento nada. Siento una gran pena, tristeza por nuestro sistema democrático que cada vez se va deshilachando más. Vuelvo al tema anterior con esta cuestión de la reforma judicial. Si con el sistema que se está tratando de afianzar como ley yo fuese sometido a juicio político, como lo fui en la época en que investigué a Lázaro Báez, probablemente hoy no sería fiscal. El sistema por el cual se está armando esta nueva estructura del Ministerio Público Fiscal es un sistema muy desventajoso para los fiscales independientes que queremos investigar. Es muy desventajoso para la figura de un procurador general que tenga que sostener como jefe de los fiscales a su equipo de fiscales investigando. Pensemos que el tribunal de enjuiciamiento para los fiscales va a estar presidido por el miembro del oficialismo de la Bicameral del Congreso, que va a ser el que elija, el que decida las cuestiones en un eventual juicio político. Realmente las chances de salir indemne de una movida como de la que yo fui objeto van a ser peores. Hoy, esta situación se agrava porque el tribunal de enjuiciamiento va a poder sesionar con sólo cuatro miembros y con tres ya puede echar a un fiscal o quitarle el sueldo como me paso a mí.
-¿Está recibiendo algún tipo de presión directa o indirecta por parte del Gobierno? Y, en segundo lugar, ¿considera que Rafecas es un buen candidato para la Procuración?
-No estoy recibiendo ningún tipo de presión. La verdad es que yo hago mi trabajo de la mejor manera posible, con independencia, tratando de ser eficaz. Respecto del doctor Rafecas, yo creo que es una persona que podría hacer bien las cosas. Es una persona que trabajó en el Ministerio Público Fiscal, hoy es juez federal, y me parecieron atinados algunos de sus últimos comentarios en el sentido de que con esta especie de mamarracho de Ley de Ministerio Público -que para mí tiene muchas cuestiones de dudosa constitucionalidad-, bueno, el propio Rafecas dijo que, en esas condiciones de procurador débil, no asumiría, lo cual me pareció un comentario interesante. Me parece que es una persona que podría hacer bien las cosas.
-Stornelli dijo que en la Argentina se mata por motivos mafiosos. ¿Esto viene creciendo en el último tiempo?
-Yo no lo sé. La verdad es que no estoy en condiciones de afirmar ni de negar esto. Lo que sí me parece muy interesante de lo que dice el doctor Stornelli es que todas estas estructuras de poder son justamente a las que no les conviene la llamada Ley del Arrepentido, no les conviene una justicia independiente. Todos sabemos que las organizaciones criminales poderosas pagan muy bien el silencio de sus componentes cuando caen presos. Nosotros lo vemos a diario. El "me niego a declarar" es un derecho constitucional y me parece muy bien. Pero la Ley del Arrepentido se convierte en una herramienta eficaz para afianzar la Justicia que es lo que pretende la constitución en este país y en cualquier otro que se precie de tener una justicia independiente, eficaz y que lucha contra la corrupción.
-El hecho de que la Cámara de Casación finalmente haya ratificado la validez de las declaraciones de los arrepentidos, ¿es algo que le genera alivio como fiscal?
-Sí, por supuesto que es una bocanada de aire fresco frente a tantos embates contra la Justicia que la Justicia, de todos modos, se siga pronunciando en un tiempo razonable, de manera independiente y justamente al contrario de lo que el propio Presidente está diciendo, lamentablemente. Porque cada uno puede tener su opinión, pero realmente la opinión del primer mandatario frente a cuestiones de la Justicia -como cuando ninguneó al juez del caso Vicentin o cuando dijo que es un disparate o un mamarracho esto de la Ley del Arrepentido o cuestiones tales como lo que pasa con la reforma judicial- realmente son preocupantes porque están en la palabra del primer mandatario. Y, sin embargo, la Justicia ha seguido fallando de manera independiente y al contrario de lo que se la está intentando presionar desde el poder. Si bien no me voy a poner a defender a la Justicia, que tiene bastante mala imagen, hay una cosa que es cierta, que es que todos estos casos no empezaron -como se quiere hacer creer- en la era Macri: son todas causas que empezaron durante el propio gobierno kirchnerista y que fue gracias a los fiscales que siguieron batallando que hoy, años después, se puede llegar a una condena.
-¿Por ejemplo?
-Hoy tenemos el caso de Lázaro Báez con un pedido de prisión de entre 8 y 12 años que, con el sistema que se nos pretende imponer, esa investigación no hubiese prosperado. Yo hoy no sería fiscal. Esa es la verdad. Estamos ante una especie de abismo institucional con todos estos embates que no tiene otra razón de ser que la Justicia les ha sido adversa a los que están proponiendo estos cambios. Como la Justicia les fue adversa, estas personas están proponiendo estos cambios, porque la ciudadanía no tiene mucha idea de quién es el procurador, cuántos votos se necesitan para nombrarlo, para removerlo o sobre la reforma judicial y los millones de pesos que costaría eventualmente. Al ciudadano común no le preocupa esto obviamente, porque está preocupado por el 60% de jóvenes pobres, el 44% de pobres que hay en la Argentina, la indigencia, la falta de respuesta respecto de la pandemia, porque no nos hemos erigido como queríamos entre los que estamos haciendo mejor las cosas, sino que estamos entre el top five de muertos por millón de habitantes. Entonces, entre todas estas mentiras que todo el tiempo nos están metiendo, empiezan a intentar con leyes, y otras cuestiones, golpes institucionales de los cuales va a ser muy difícil salir, y eso realmente es un gran atraso.
-¿Qué responde a las críticas que hablan de una judicialización de la política y que acusan a la Corte Suprema de actividades casi partidarias?
-Me parecen alocadas realmente porque primero está esto del lawfare, la persecución política. ¿Cuándo empezó la persecución política? ¿En 2010? ¿Cualquier cosa que les es adversa es lawfare? En el caso Boudou ya fallaron aproximadamente 15 magistrados: ¿todos estuvieron de acuerdo en perjudicarlo porque no hizo nada, es un inocente y lo quieren castigar? Yo no me la creo y me parece una ridiculez. Cada juez, cada fiscal firma y se hace responsable de lo que dice. Eso después va a la Corte y ahora la Corte rechazó todos los planteos de las defensas y dejó firme una sentencia ¿Eso es persecución política? Perdón, si fuese persecución política, tendría que haber una lluvia de habeas corpus desde hace años de todas las personas que se sintieron perseguidas sea por el macrismo o sea por ahora ¿Ahora quién los persigue? ¿Quién es el jefe de la persecución política? Yo no me creo que sea Macri desde sus intervenciones. Eso yo no me lo creo. Realmente me parece que, frente a la contundencia de la prueba, frente a 31 personas que declararon de acuerdo con la llamada Ley del Arrepentido con su abogado al lado y firmaron una declaración que después se comprobó, entonces, ¿cuál es la persecución política? Yo no lo entiendo. ¿Quiénes son los actores? ¿El doctor Stornelli? ¿Otros jueces? ¿Yo? Yo soy un fiscal de barrio. Atiendo mis causas criminales de la mejor manera posible.
-¿Qué cree que pasa entonces?
-Realmente esto del lawfare parecería que significa que todo aquel que opina en contra de lo que yo pienso es un complot contra mi persona. ¿Y los millones de dólares? ¿También es parte del lawfare? ¿El revoleo de bolsos de López? ¿Los 5 millones de dólares en la caja de seguridad de la hija de una presidenta? ¿Eso también es persecución política? ¿De dónde salieron todas las fortunas que tienen las personas que ahora se sienten víctimas del lawfare y siempre trabajaron para el Estado? Yo no sé cómo hicieron. Yo siempre trabajé en la Justicia: fui secretario, ahora soy fiscal y tengo una vida que no me quejo, pero dentro de cierta modestia. ¿Cómo hacen para ser tan millonarios si vivieron siempre de sueldos estatales? Yo no lo entiendo. Entonces cuando se expone todo eso, cuando queda expuesta la riqueza frente a la gran pobreza que tiene nuestro país, qué voy a decir yo si soy Boudou: "Esto es una persecución política". Pero bueno, no somos todos tarados.
-Es lo mismo que en la Causa de los Cuadernos, cuando hablan de fotocopias y los hechos se validaron…
-Desde el vamos llamar a la causa de los cuadernos la causa de las fotocopias es tratar de bajarle el precio, porque la causa es por la cartelización de la obra pública. Esa es la causa: que era un club al que para entrar había que coimear. Es lo que quedó develado y eso pasó durante años. Ahora frente a eso, ¿qué vamos a decir? Y, si es una persecución política, ¿de quién es?