
Köhler renunció al FMI y asume la dura Anne Krueger
Al anunciar su retiro dijo que es "cautelosamente optimista" sobre la situación argentina
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WASHINGTON (De nuestro corresponsal).- El director gerente del Fondo Monetario Internacional, Horst Köhler, renunció ayer sorpresivamente a su cargo para ser candidato a presidente en Alemania, su país de origen. Durante la conferencia de prensa en la que anunció su retiro, dijo que es "cautamente optimista" respecto de la Argentina, pero reclamó al país que acelere la negociación con los acreedores privados.
La salida de Köhler y su reemplazo temporario por la número dos del organismo, Anne Krueger, no es una buena noticia para el Gobierno, que la había señalado como la cara visible del ala más dura del Fondo y a la que dirigió sus críticas más ácidas. Así y todo, en la Argentina dan por seguro que la negociación para la aprobación de la segunda revisión seguirá su curso normal y que la partida de Köhler no significará un sobresalto adicional para el país.
"El Fondo tiene una política establecida hacia la Argentina que lleva adelante independientemente de la persona que lo esté dirigiendo. Desde el primero hasta el último, todos en el organismo fijaron su posición con respecto al país. Eso no cambiará porque un funcionario se vaya", dijo ayer un fuente del Gobierno.
En tanto, el titular del tesoro norteamericano, John Snow, elogió la "larga lista de logros" de Köhler y afirmó que el FMI continuará con la aplicación de las políticas del funcionario saliente. "Entre otras cosas, trabajó para desarrollar mejores herramientas para prevención de las crisis y un más efectivo manejo de las mismas. Continuaremos llevando adelante estos importantes cambios", prometió el funcionario.
Köhler, que había logrado establecer una sincera relación con Kirchner y con el ministro de Economía, Roberto Lavagna, deja la conducción del Fondo en momentos en que la Argentina negocia la aprobación de la segunda revisión de las metas del programa, en medio de una fuerte presión para que acelere el proceso de renegociación de la deuda. En realidad, trascendió que Lavagna se había enterado anteayer de la salida de Köhler y le envió una elogiosa carta de despedida.
"Con este desarrollo económico muy positivo (en la Argentina) pienso que ahora debería ser más fácil encontrar las soluciones para reestructurar la deuda", sostuvo el hasta ayer director gerente. Y añadió: "Reconozco que hay una buena mejora en la Argentina y debemos reconocer que esto ha ocurrido desde que el presidente Kirchner tomó el liderazgo en el país". Por estas horas, en tanto, el Gobierno debe decidir si le pagará o no 3100 millones de dólares al FMI el martes próximo, a pesar de no contar aún con una clara señal de que se aprobará la revisión.
Un sentido adiós
Aunque en Buenos Aires intentaron no hacer referencia a la partida de Köhler, que en la práctica lleva la negociación con el organismo, el equipo de Economía sentirá el cambio. Lavagna logró tener con el directivo alemán un diálogo fluido y encontró en él a un fiel interlocutor con los países del Grupo de los Siete.
En el Gobierno siempre valoraron el interés que tuvo Köhler de viajar a la Argentina para conocer la realidad social del país. Cuando estuvo en junio del año pasado, el ahora ex titular del FMI se reunió, además de con economistas y empresarios, con organizaciones no gubernamentales y con la Iglesia para conocer de cerca la situación social argentina.
Köhler fue muy prudente ayer cuando se le preguntó sobre la Argentina. Planteó que la deuda es un tema pendiente que el país debe resolver y elogió al presidente Kirchner por la recuperación de la economía. "Mi interés es que la situación en la Argentina continúe mejorando", sostuvo y destacó su "gran interés en que las actuales discusiones y diálogo con los acreedores internacionales, el FMI y la comunidad internacional, para acordar una reestructuración de la deuda, avancen". Esto, explicó Köhler, debería servir "para normalizar las relaciones entre la Argentina y la comunidad internacional y para que marchen de la manera más suave".
Mientras anunciaba su partida y se conocía en Buenos Aires que Krueger lo reemplazará, la preocupación se apoderó de los inversores. Quedó demostrado en el índice Merval de la bolsa porteña, que cayó apenas trascendieron las primeras informaciones, y cerró con una pérdida del 1,12%. Además, bajaron los precios de los bonos de la deuda, en especial la emitida tras el default. Es que los inversores recuerdan que Krueger avaló un trabajo del FMI que proponía incluir en la reestructuración a esos títulos.
Sobre su posible reemplazo, Köhler no quiso arriesgar nombres. "Creo que hay otros alemanes que pueden calificar para el puesto, pero depende del directorio", dijo. En Washington, en tanto, comenzaron a circular posibles reemplazos: el francés Jean Lemierre, que sucedió a Köhler en el Banco Europeo de la Reconstrucción y el Desarrollo; el británico Andrew Crockett, ex jefe del Banco de Pagos Internacionales, y Rodrigo Ratto, ministro de Economía de España.
Antes de terminar la conferencia se le pidieron precisiones sobre la discusión con la Argentina. "Recién dije que dejaba esta institución con lágrimas en los ojos. Una de las razones es porque no podré comentar más o responder sus preguntas. Yo renuncié y ahora las preguntas las debe responder mi sucesor", dijo, y se fue.





