La calificadora S&P le bajó la nota a la Argentina por el contexto político y fiscal

La agencia calificadora de riesgo Standard & Poor´s bajó su nota de la Argentina, debido a las crecientes preocupaciones por el deterioro del contexto político y de las cuentas fiscales.

La calificadora internacional dijo que bajó la nota argentina en moneda extranjera de B a B- y local de B a C, pero agregó que la perspectiva permanece estable.

La baja de la calificación refleja la inestabilidad de las finanzas y es una señal a los inversores de que el país es un destino riesgoso para sus inversiones. De hecho, la recategorización ya impactaba en una caída en los bonos de la deuda soberana.

La nueva nota B-/C se toma ente los inversores como un creciente riesgo para quienes deseen colocar sus capitales en la Argentina, y marca una mayor probabilidad de que el país no pueda cumplir su con obligaciones de deuda.

"Esperamos que el PIB de Argentina se desacelere fuertemente en el 2009 desde un estimado del 6 por ciento previsto para el 2008 debido a los shocks negativos externos y domésticos", dijo en un comunicado David Beers, analista de crédito de la calificadora.

Asimismo, S&P aseguró que en en el frente externo, "el debilitamiento de la economía global afectará negativamente los precios de las materias primas agrícolas, cuyas exportaciones contribuyen a la solidez de las cuentas fiscales y externas".

"En el ámbito interno, la sorpresiva iniciativa de transferir nuevamente al Estado el sistema privado de pensiones ha sacudido al mercado financiero local e impactado en el nivel de confianza general", agregó.

Al respecto, Rodolfo Rossi, ex presidente del Banco Central, aseguró que la baja en la calificación "era previsible, en cierta manera por la postura que el FMI tuvo hacia el país. Eso muestra que Argentina está herida".

"La situación es que Argentina está incumpliendo lo incumplido con el Club de París y los holdouts", manifestó.

Por su parte, Fausto Spotorno, economista de Orlando Ferreres & Asociados, consideró que la decisión no cambia el panorama para el país. "No creo que influya más sobre la economía y en cierto sentido era previsible [...]. Creo que ya no tiene mucho más efecto. ¿Qué le hace una mancha más al tigre?", concluyó.