La odisea de emprender en pareja y hacer que ambos proyectos funcionen
¿Primero el amor o los negocios? Si emprender en pareja es, de por sí, un desafío, hacer que ese emprendimiento crezca y se convierta en una empresa propia resulta, muchas veces, una misión casi imposible. Más, si se tiene en cuenta que entre los fundadores existe una relación de pareja. La pregunta de José Del Rio, secretario general de Redacción de LA NACION, fue para Andrés Jara Werchau, ingeniero en Informática, y Pamela Scheurer, ingeniera en Computación especializada en big data y predictive analytics, ambos fundadores de Nubimetrics; y para Laura Lichtmaier, actuaria, y Diego Siekiera, empresario del rubro textil, creadores de Simones. Ambas parejas no dudaron en confirmar que, sin el vínculo, no hubiese existido el negocio: "La relación fue fundamental para el proceso de creación", reconoció Jara Werchau.
La historia de Nubimetrics tiene como escenario la provincia de Jujuy y una trama en la que los caminos de la pareja terminan en esta firma, en la que ya trabajan 20 profesionales distribuidos geográficamente en tres provincias haciendo investigación y desarrollo de tecnologías de big data e inteligencia artificial para realizar análisis predictivos. "Nos conocimos a los 17 años. En Jujuy se hace un baile de graduación en el que los chicos tienen que invitar a las chicas y yo esperé a que él me invitara, pero no pasó nada, terminé con una amiga del brazo por la calle central y él pasó con otra chica", recordó, entre risas, Scheurer. En paralelo, Jara Werchau explicó su versión: "Yo iba a comprar de todo a su negocio para tratar de invitarla al baile. Ahora ella me dice que estaba enamorada de mi, pero cuando le veía la cara no sabía que era eso lo que sentía, demoré y al final no me animé", contó.
A este desencuentro se suman otros dos en reuniones de trabajo, con un margen de cinco años entre cada uno. En el primero, fue él quien dijo que se estaba por casar; y, en el segundo, ella. Sin embargo, ninguno de los dos terminó contrayendo matrimonio. Un tercer encuentro, en el que finalmente se dieron cuenta de la situación, fue el puntapié para la pareja.
"Empezamos a trabajar juntos por culpa de mi mamá, que nos escuchó charlando en la cocina y nos dijo: ‘Viven hablando, ¿por qué no hacen algo juntos?’. Los dos veíamos el problema, las pymes necesitaban tomar decisiones con información, pero no podían", contó Scheurer, y agregó: "Vivimos en una época de infoxicación. Todas las pymes tienen muchísima información, pero si no pasan por un proceso, se le agrega valor y se toman datos puntuales, esos datos no tienen valor. Con tecnología, lo que hacemos es tomar la información de lo que pasa en e-commerce y ayudamos a emprendedores y marcas a que tomen decisiones".
Jara Werchau agregó que a ambos también los unió la necesidad de hacer algo para posicionar a su provincia, en la que no existía ningún tipo de ecosistema emprendedor. "Nos dolía Jujuy, donde más del 60% de la gente activa trabaja para el Estado. Los dos sentimos que la tecnología nos ponía en igualdad de condiciones con el resto del mundo", dijo.
La historia de Simones es la de una pareja que empezó a fabricar fundas para notebooks y terminó con 11 locales propios y seis franquicias con presencia en los principales shoppings del país. Lichtmaier trabajaba como actuaria en la Superintendencia de Seguros de la Nación. "Estaba un poco aburrida y con ganas de ver si la vida me daba la oportunidad de hacer otra cosa. Cuando uno es chico no le da importancia a lo que va a estudiar, pero después se da cuenta", reconoció la fanática de los perros y, en gran parte, la responsable del foco del negocio y los personajes que ilustran los distintos productos (carteras y accesorios), que son creados por un equipo especializado, que no solo realiza la ilustración sino también la historia de ese personaje, punto que derivó en que se creara hasta un álbum de figuritas con los personajes.
Lichtmaier y Siekiera bautizaron su marca en honor al nombre de su primer perro, Simón, que falleció hace tres años. El salto lo dieron cuando se anotaron en la feria Puro Diseño. "Empezamos con las fundas. Lo que hicimos gustaba, arrancamos y nos anotamos en la feria sin las fundas en la mano. Fue una buena decisión", contó Lichtmaier. "Ahí entendimos que teníamos que hacer marca", agregó Siekiera, quien reconoció que "el emprendedorismo es magnífico, pero también es complicado".
Uno de los golpes que recibieron los fundadores de Simones fue ver cómo a medida que la marca crecía aparecían imitaciones de sus productos. "Encontramos un nicho. Todo emprendedor necesita buscar su segmento y nos diferenciamos de la competencia. Ahí surgieron copias del producto en todo el mercado. Al principio nos dio bronca, pero después vimos cómo nos despegaba y nos daba un diferencial enorme", contó Siekiera.
Las dos parejas reconocieron que uno de los principales problemas a la hora de trabajar juntos está en no parar nunca. "Al principio, trabajábamos 24 horas. El nacimiento de nuestro primer hijo, Félix, nos ayudó a hacer el clic", confesó ella. La pareja también reconoció que la toma de decisiones es difícil, porque ambos son "muy distintos", pero explicaron que manejar dos áreas diferentes (él la industrial y ella la estratégica y de negocios) ayuda al trabajo en equipo.
Desde Nubimetrics, para Scheurer y Jara Werchau uno de los principales desafíos es lograr que la toma de decisiones no dependa solo de ellos. "Estamos en un proceso de crecimiento, con la posibilidad de escalar. Es muy importante lograr que la toma de decisiones no haga un cuello de botella", aclararon.
El futuro resulta prometedor para ambas empresas. Simones tiene en la mira la posibilidad de empezar a exportar: "Siempre nos miraron desde afuera en cuanto a diseño y hoy se nos da un escenario propicio para exportar", dijo Siekiera. En tanto, los creadores de Nubimetrics reconocen que tienen una oportunidad para mirar al mundo desde Jujuy: "Nos incentiva mucho creer que hay opciones para agregar valor en nuestro rubro", aclaró Jara Werchau. Mientras que Scheurer remató: "Todo lo que pude haber vivido me preparó para este momento. Nosotros somos catalizadores de sueños y en este caso es el nuestro. La empresa tendría que poder trascender".