Llega una misión del FMI por el blindaje
Una misión del Fondo Monetario Internacional (FMI) llegará en estas horas a Buenos Aires para negociar si girará el último desembolso del año correspondiente al blindaje o no lo hará. Fuentes del Palacio de Hacienda dijeron a LA NACION que la delegación estará encabezada por el encargado del caso argentino en el organismo, Tomás Reichmann, que seráá informado sobre las medidas que, tal como adelantó LA NACION la semana pasada, dejarán en claro que el Gobierno permitirá que la economía se dolarice antes de optar por la devaluación del peso.
En particular, el Palacio de Hacienda promueve la eliminación completa de las restricciones para firmar contratos en otras monedas. La intención oficial es permitir que se paguen salarios y otros servicios en dólares.
Ese paso, aclaran, podría tener un efecto más "psicológico que real", ya que no está claro que las empresas reemplacen el pago de pesos por dólares.
Sin embargo, sí lograría el objetivo de descomprimir la presión cambiaria sin tener que pasar por el Congreso Nacional.
"Es improbable pensar que el Congreso vaya a votar una ley de dolarización o que pueda haber un acuerdo con los Estados Unidos; por lo tanto, hay que optar por el camino más fácil: eliminar todas las restricciones legales para operar en dólares", detallaron las fuentes.
Sin rodeos, aclararon, estas medidas "preparan el terreno" para una eventual dolarización.
Con la misma intención, se analiza la posibilidad de ampliar las operaciones del mercado de futuros en la Argentina.
Se buscaría dar incentivos a los inversores de monedas para que dejen de operar en Nueva York y opten por hacerlo en la plaza porteña, de modo de bajar el cambio futuro y asegurar ingresos fiscales.
La idea, inspirada en la Secretaría de Hacienda, no convence a otros funcionarios del equipo económico -ni a los analistas del mercado consultados por LA NACION-, que creen que los inversores no cambiarán sus preferencias por más incentivos oficiales que se apliquen.
Algunas de estas recetas no llegarán a formar parte del paquete de medidas de incentivo a la oferta y la demanda que se anunciarán sobre el filo del fin de semana. En cambio, se da por seguro que el Banco Central podrá exhibir como logro una resolución que permite dar pases (préstamos a bancos) atados al ingreso de divisas, para evitar "fugas" y lograr una baja efectiva en la tasa de interés.
Misión Reichmann
La llegada de Reichmann -en principio prevista para hoy- puede traer buenas o malas noticias para el equipo económico. "Hay dudas por el último giro de fondos del año", confesó una fuente del área.
-¿Se puede adelantar la llegada de esos 1200 millones de dólares?
-Bueno, más bien parece que el Fondo quiere atrasarla.
Si bien el organismo multilateral aceptaría los números registrados hasta el fin del tercer trimestre del año, existen dudas sobre las perspectivas que existen en los próximos meses en materia fiscal.
En este sentido, las fuentes ratificaron los dichos de Baldrich de anteayer: la recaudación de octubre caería mucho, pero menos que lo que se esperaba a principios del mes.
La semana pasada, Cavallo le pidió por teléfono a la directora ejecutiva del Fondo, Anne Krueger, que garantizara el envío del dinero cuanto antes, para poder alimentar las alicaídas arcas del fisco. Cavallo advirtió que, si nadie viajaba a Buenos Aires, él volaría a Washington.
Pero Krueger le respondió que "no lo atenderían", según confesaron en el Palacio de Hacienda.
El FMI quería esperar que pasaran las elecciones para dar su veredicto. Así, se espera que Reichmann se reúna no sólo con los representantes del Ministerio de Economía, sino también con los principales referentes de la oposición, que resultaron ganadores en los comicios del domingo último.
Ahora, en Economía esperan que se concrete el canje local para ejecutar el swap con los tenedores extranjeros "antes de fin de año".
En el primer caso -con la garantía de la recaudación- habrá una parte "voluntaria" y otra no, se aclaró. Pero en el canje con los tenedores extranjeros el término "canje forzoso" no puede existir, dada la advertencia formulada por las calificadoras de riesgo al respecto.
Si estas operaciones tuvieran éxito, explicaron en Economía, se buscarán mecanismos de ayuda adicional, mientras se espera que rindan frutos las medidas para bajar la tasa de interés y promover el consumo.
Estas últimas, aclararon, buscarán aliviar la presión social, pero no podrán evitar el fuerte ajuste sobre las cuentas que se espera. "No hay alternativa", concluyó la fuente.
El objetivo: alejar el default
- La conducción económica está en desacuerdo con todos los analistas argentinos y extranjeros que en los últimos días han expresado que la Argentina debe ir hacia una cesación de pagos. "Un default implicará embargos que ni el Gobierno ni los bancos pueden afrontar", expresó una fuente del gabinete económico. Para Economía, ni siquiera cuenta en favor el amplio consenso que existe entre los economistas en torno de este tema, ya que "en realidad Brasil tiene más riesgos de default que la Argentina y nadie lo dice".
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