Management 2020: el camino hacia una economía con más mujeres protagonistas
En la primera jornada del ciclo organizado por LA NACION, tres directivas, una influencer, un consultor y una economista analizaron las brechas de género y dieron su visión sobre el tema
Las mujeres luchan constantemente por abrirse paso en el mundo del trabajo. Sin embargo, las brechas de género persisten: la diferencia entre el ingreso promedio que recibe un hombre y el que recibe una mujer es de 27%, según datos del Indec correspondientes al tercer trimestre de 2017. Mientras tanto, distintos movimientos sociales en la Argentina y en el resto del mundo avanzan en la misión de diseñar una agenda de la igualdad de derechos y el tema se visibilizó, por ejemplo, en las marchas del 8 de marzo y los colectivos #NiUnaMenos y #MeToo. Incluso en economías más desarrolladas, como la de Estados Unidos, solo 15 de las empresas que integran el ranking de Fortune 500 están lideradas por mujeres. Desde distintos lugares, las voces se unen con un pedido concreto: nivelar la cancha para todos.
A medida que más mujeres se suman a las empresas, las empresas se apoyan en las mujeres para crecer. La novedad es que la economía de género dejó de ser una temática que se limita al ámbito del movimiento feminista: empresas, instituciones, expertos y hasta el ámbito público saben hoy que potenciar a las mujeres es una oportunidad para el desarrollo.
Con ese marco de fondo, el ciclo Management 2020, organizado por LA NACION, dedicó una jornada del año a poner bajo la lupa la economía bajo la perspectiva de género.
El diálogo fue moderado por José Del Rio, secretario general de Redacción de LA NACION. Y uno de los asientos estuvo reservado a Susana Balbo, chair del W-20, el foro de género asociado al G-20, cuya presidencia ejerce la Argentina este año. Balbo, fundadora y dueña de Susana Balbo Wines en Mendoza, es pionera en su rubro: fue la primera enóloga del país. Además, es hoy diputada nacional.
Balbo se refirió a la necesidad de aceptar los errores, una idea que pisa fuerte en todo el mundo emprendedor, y la focalizó en la cuestión de género. "Podemos cometer errores cuando buscamos romper el techo de cristal, es parte del recorrido", dijo la ejecutiva. "Se aprende en el camino; querer ser perfecta te inhibe y dejas de protagonizar", agregó.
Además, hizo un llamado a manejar el miedo para poder hacerse un camino profesional. Y puntualizó que la educación es un factor fundamental: "En una conferencia sobre el futuro del trabajo se dijo que para encarar la educación hay que incluir en el plan de estudios la frustración y la resiliencia, aceptar que nos equivocamos y poder cambiar, para poder recrearnos a medida que las cosas van cambiando". Y sumó: "Una conclusión importantísima del encuentro es que hay que educar más a las niñas y mujeres jóvenes, porque es una inversión que tiene el doble de impacto en la sociedad; es importante tenerlo en cuenta".
Por su parte, Sergio Kaufman, presidente de Accenture en la Argentina y en Sudamérica Hispana, explicó por qué la estructura laboral actual es desfavorable para las mujeres: "El empleo está diseñando por hombres para hombres". Desde su perspectiva, las estructuras sociales y laborales que están presentes en las empresas "eran las que estaban presentes al momento de tomar la decisión, hace 100 años, y los hombres diseñaron la jornada laboral, los espacios físicos de trabajo y los roles, a su medida".
Las dificultades toman mayor dimensión en los sectores más excluidos de la sociedad. "La pobreza discrimina a favor de los varones. Las mujeres están desfavorecidas y con más trabajos informales", agregó Kaufman.
"Me genera frustración pensar el potencial que se pierde en las sociedades cuando la mitad del talento humano, el factor escaso para que un país se desarrolle, está parcialmente desperdiciado o en lugares donde la sociedad no lo aprecia", señaló el ejecutivo, y aclaró que la culpa es de los varones, ya sea por ser tibios o por falta de iniciativas.
En la jornada también se escuchó el testimonio de Rosario Altgelt, una ficha especial del rompecabezas aerocomercial local. Altgelt es la gerenta general de Latam Airlines en la Argentina y Paraguay. La economista remarcó que no solo se trata de la participación de las mujeres dentro de las empresas, sino también de que lleguen a ocupar cargos de liderazgo. En su organización, que comprende a 2500 personas, la mitad de los empleados y del equipo directivo son mujeres. "Una CEO mujer algo tendrá que ver", destacó. Sin embargo, contó que a nivel personal, su hija de 16 años cuestiona que el rol de la mujer siga siendo un tema de conversación. "Mi hija se sorprende de que siga siendo relevante en el mundo de los adultos", apuntó quien logró abrirse camino en una industria donde el 70% de los líderes son varones.
La ejecutiva resumió su postura en una palabra: meritocracia. "Hay que elegir espacios donde la meritocracia esté por delante de los sesgos. Los sesgos se manifiestan con frases como... ¿esta chica podrá?'; a pesar de que tengo 42 años, yo permito que duden de mí en un primer momento, pero con la meritocracia eso se supera", señaló Altgelt.
A Carola Fratini, CEO para América Latina de QBE Seguros, con responsabilidad para los mercados de la Argentina, Brasil, Colombia, Ecuador, México y Puerto Rico, la esperanza de que esto mejore viene de pensar que en el futuro la agenda de género va a ir más rápido que en el pasado. "Los paradigmas instalados, como que la mujer se tenía que ocupar de la casa y el hombre era quien trabajaba, ya cambió. Nuestros hijos no lo ven de esta forma", explicó la CEO.
La directiva consideró que "no hay que elegir una familia o una carrera" y se refirió a los cambios culturales en cuanto a la determinación de los roles en el hogar: "Es importante que los hombres entiendan que, en el mundo de hoy, está tan bien que se queden en la casa con un chico enfermo como que se quede su mujer".
"En una empresa que no valora la igualdad, las mujeres no llegan a ocupar cargos de liderazgo porque las mujeres se van, son pragmáticas", explicó Fratini. Según la ejecutiva, esto cambiará en el momento en que las compañías entiendan que tener mujeres al mando hace que los negocios funcionen mejor. Entonces, vaticinó, el ritmo de cambio crecerá exponencialmente.
Para los millennials la clave no tiene que ver con el acceso o las oportunidades, sino con la capacidad. "Tenemos la misma capacidad desarrollada de otra manera", dijo la influencer y emprendedora Belu Lucius, que cuenta con una plataforma donde la siguen más de 1,2 millones de personas. "El movimiento feminista busca la igualdad de derechos, de condiciones, de salario", explicó. Según Lucius, entre las más jóvenes las mujeres están muy integradas.
Los datos de la realidad no estuvieron ausentes en la conversación. La economista Mercedes D'Alessandro envió en un mensaje su visión sobre un presente que muestra situaciones alarmantes, sobre todo para las mujeres jóvenes, que son el grupo social con índices más elevados de desempleo y de informalidad laboral. Situaciones que desafían a quienes deben tomar decisiones con impacto en el trabajo del presente y del futuro.
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