Management 2030. La sustentabilidad, eje del futuro: la clave del encuentro en el que participó hasta un asistente de IA

La sustentabilidad es un tema de agenda. Una temática que cobra cada vez más fuerza y que se posiciona en el mundo como uno de los ejes más importantes para repensar y asegurar la calidad de vida de las sociedades en el futuro.

En el último tiempo, el planeta se vio sacudido por siniestros naturales, avasallantes olas de calor y de frío, inundaciones extremas, un aumento del índice de la pobreza y desnutrición, falta de acceso al agua potable e incluso una pandemia.

En este contexto, se desarrolló el cuarto capítulo de la décima edición de Management 2030, el ciclo organizado por LA NACION y el primero de la Argentina realizado con inteligencia artificial, un espacio en el que se analizaron los desafíos de la sustentabilidad en una mesa integrada por Martín Berardi, presidente ejecutivo de Ternium Argentina; Sofía Vago, CEO de Accenture Argentina; Martín Galdeano, presidente de Ford Argentina; Catalina Hornos, presidente de la ONG, Haciendo Caminos, Juan Farinati, presidente y CEO de Bayer Cono Sur y “Ramiro”, el asistente realizado con IA creado por Accenture.

La sustentabilidad bajo la lupa

El término sustentabilidad es amplio y abarca diferentes aristas. Así lo planteó Berardi, quien dio inicio a la charla: “Creo que el mundo tomó conciencia de que hay que solucionar los temas del planeta. Es una nueva tendencia, un convencimiento global que nos debemos subir y elegir si se quiere ser víctimas o protagonistas de este proceso. En mi opinión, la dirección correcta es ser protagonistas”, expuso el ejecutivo en la charla moderada por José del Río, secretario general de redacción de LA NACION.

Berardi afirmó que el acero es uno de los productos que más se reciclan en el mundo e hizo foco en la necesidad de concebir a la sustentabilidad desde una mirada vasta: “Es un tema medioambiental que implica el cuidado de la gente, de la diversidad, de las comunidades. Tiene que ver con la forma en que insertamos a las industrias en las sociedades”.

En este sentido, “desde Ternium tenemos un gran desafío por delante: todos somos usuarios del acero, material que está presente en la vida diaria de las personas porque se lo usa para fabricar automóviles, lavarropas, heladeras, caminos, puentes, gasoductos. Y aunque su ventaja es que es el producto que más se recicla en el mundo, su sistema de producción conlleva un reto debido a que durante su ciclo se consume mucha energía”.

Para hacerle frente y adaptarse a los nuevos parámetros mundiales, explicó que la compañía que lidera creó un programa a corto plazo donde reemplazarán la energía eléctrica por renovable en un parque eólico que estará operativo el año que viene. También implementaron programas de eficiencia energética donde se hará uso del gas natural que es la energía de transición y de la biomasa para sustituir el carbón.

En esta línea y en pos de dar soluciones concretas y operar de manera eficaz, Vago también resaltó la importancia del uso de la eficiencia energética, un concepto que tiene que ver con la “manera en que operamos con lo que tenemos hoy para disminuir nuestra huella”. Sucede que en el futuro, “esta transición en el área de las energías nos va a llevar a dejar de utilizar combustibles fósiles para implementar los de carácter renovables. Creo entonces que es importante poner la mirada en trabajar con una mentalidad enfocada en el cuidado de los recursos”, agregó la número uno de Accenture.

El sector automotriz también se hace eco de este cambio. Tal como expresó Galdeano cuando definió las metas que tiene Ford para 2050: “Queremos alcanzar la neutralidad del carbono”, afirmó. Para lograrlo, el ojo está puesto en la transformación constante que abarca varios aspectos: “El primero es que en lugar de analizar el producto que ofrecemos, nos fijamos en cómo generamos nuestra matriz energética para que ese auto sea lo más sustentable posible. Por otro lado, ponemos el foco en la cadena productiva”, precisó el presidente de Ford.

De cara a estos cambios de paradigmas y a las nuevas formas de operar, Farinati, de Bayer, subrayó que la sustentabilidad va de la mano de la producción: “Creo que hay que romper con esta dicotomía. En la agricultura por ejemplo, está probado que los que se rigen de un proceso sostenible donde se llevan a cabo rotaciones de cultivos y se manejan productos fitosanitarios responsablemente, se produce más y mejor; porque además de usar menos insumos, generan mejor calidad de alimentos y por lo tanto tienen un impacto positivo en el manejo de los recursos y fijación del carbono en el suelo”.

Por otra parte, los integrantes de la mesa coincidieron en la preocupación de cómo las sociedades pierden calidad de vida. Todos estos cambios demandan acciones inmediatas. Y así lo dejó en claro Catalina Hornos, la mujer que a los 21 años se instaló a vivir en Añatuya, Santiago del Estero y creó Haciendo Camino una ONG que trabaja para prevenir la desnutrición infantil y acompañar a familias vulnerables del norte argentino. “Hay una realidad que reina en todo el país donde la gente no tiene para comer, tampoco acceso al agua potable, a una vivienda digna, a un trabajo ni a educación”, afirmó.

Cambio climático y medio ambiente

La naturaleza no da tregua y suele pasar factura. Es que la forma en que se hace uso de sus recursos condiciona su presente y futuro y pone en jaque a toda la población. Tal como dijo Berardi, “la sustentabilidad es un camino que se hace por convencimiento personal o por motivos de supervivencia, porque el mundo nos lo va a exigir”. A lo largo del encuentro, los panelistas expusieron sus miradas, preocupaciones y su forma de trabajo frente a este inminente escenario de cambio.

Los expertos coincidieron en que las medidas a tomar para apaciguar el cambio climático deben surgir a partir de datos duros y donde se utilice a la tecnología como aliada. “Hay fórmulas que uno puede aplicar para disminuir el consumo energético. Para hacerlo posible hay que ver dónde estamos parados y en este proceso, el dato es la fuente principal que nos va a guiar hacía qué reglas tomar y qué conductas o acciones implementar”, añadió Vago.

Farinati por ejemplo, precisó que gracias a este sistema, quedó constancia de que entre 2000 y 2005 hubieron 11 países que registraron un siniestro natural severo mientras que entre 2015 y 2020, fueron 50 las naciones afectadas por un fenómeno natural de gran envergadura. “El cambio climático está presente, no es una sensación. Entonces a futuro tenemos el desafío de no perder los cultivos que en este país tienen un rol fundamental”, puntualizó el CEO de Bayer. Para lograrlo, explicó que desde la compañía trabajan con un programa para capacitar a los productores y brindarles las herramientas disponibles para poder adaptar su producción y reducir el impacto medioambiental.

En esta misma línea, Galdeano ahondó nuevamente en su visión. Para preservar el impacto ambiental, “a medida que invertimos y nos renovamos, buscamos eficiencia en la cadena de valor. Cuando terminamos de construir una planta nueva, usamos pintura más eficiente y amigable con el planeta, pensamos en el tipo de equipos y maquinaria que vamos a necesitar y planteamos qué hacer con los residuos industriales que se generan”.

Este contexto de cambio ambiental, también impacta en las poblaciones, sobre todo en las carenciadas, quienes se verán afectadas por la falta de acceso al agua potable, a alimentos y a un hogar. Así, Hornos explicó que las personas que padecen esta situación, “les cuesta pensar en un futuro porque no tienen resuelto el hoy. Es preocupante porque hay muchas familias que no tienen forma de acceder a estos bienes, incluso a la salud”.

La educación como la base del futuro

No quedaron dudas. Si en algo coincidieron los profesionales fue en la importancia de la educación, un indiscutido pilar para el desarrollo y la prosperidad de las sociedades. Galdeano profundizó en que se trata de “una herramienta genuina y necesaria para formar profesionales”. No obstante, también es necesaria para difundir conocimientos de la vida cotidiana y poder mejorar la calidad de vida de las personas, sobre todo de aquellos que viven en zonas de bajos recursos y con limitaciones para cubrir sus necesidades básicas.

En busca de ese objetivo, se fomenta tender lazos entre las comunidades y empresas. En Ternium por ejemplo, Berardi explicó que trabaja con escuelas técnicas propias y en asociación con algunas públicas donde se capacitan alumnos en los rubros de la electrónica y la robótica; cuando se gradúan, contamos con un sistema de prácticas laborales.

Farinati agregó que en Bayer “capacitamos y formamos a las personas para trabajar en oficios en las zonas donde operamos. Además buscamos que haya equidad de género e inclusión de las mujeres”, enfatizó. Por su parte, Galdeano sintetizó que en Ford tienen un programa de escuelas donde construyeron y renovaron un total de 41 a lo largo y ancho del país.

Para Vago, en estos casos la tecnología juega a favor: “La pandemia nos demostró que el talento está y que se puede formar en cualquier lado, no hace falta que estés en un centro urbano. Y para la Argentina este es uno de nuestros principales activos, el mundo nos mira y demanda. Es importante generar movilidad social a través de la educación”, expuso la referente.

El mundo que se viene

El futuro del planeta es un tema que tiene en vilo a gran parte de la humanidad, por ello su cuidado no es un tema menor. Para garantizarlo, es necesario que tanto empresas como individuos formen alianzas y aporten su granito de arena, por más pequeño que parezca y tomen acciones que propicien seguridad medioambiental. De frente a este panorama, Del Rio disparó el siguiente interrogante: “¿Cómo seguirá el camino de la sustentabilidad?”.

Y fue Jacqueline Pels, referente en sustentabilidad la encargada de responder esta pregunta: “La sustentabilidad es un concepto amplio que abarca diversas dimensiones: sociales, ambientales y ecológicas. Hoy, los programas de sostenibilidad de las empresas abordan temas importantísimos como la reducción de la huella de carbono o el desarrollo de la economía circular. Sin embargo, hay ejes que no están en agenda tales como la fecundidad, cuya tasa se redujo a la mitad en las últimas dos décadas, como también el aumento de la esperanza de vida. Entonces, si la sustentabilidad se define como un pilar para no comprometer el bienestar de las sociedades futuras, ¿no deberían las iniciativas abordar temas de la evolución demográfica?”.

Al respecto, no quedan dudas de que la responsabilidad está en manos de las personas. “Creo que las nuevas generaciones nos vinieron a enseñar a tener conexión y visión y nos exigen ser parte de este cambio, de esta nueva mentalidad. Hay un compromiso enorme para trabajar en distintas iniciativas”, comentó Vago. Para Berardi, “los jóvenes nos piden responsabilidad y nos presionan para tomar ese camino”.

De cara a este universo donde hay tanto para hacer y encarar tanto desde el plano del medioambiente, como del industrial, pasando por la alimentación, la construcción y la educación, Del Rio presentó The Line, en Arabia Saudita, un mega proyecto para crear una ciudad sustentable en medio del desierto que tiene previsto albergar a unas cinco millones de personas cuando esté terminada. Tendrá un costo de 100 millones de dólares y estará constituida por dos edificios paralelos de 500 metros de alto, 200 de ancho y 120 kilómetros de largo y se abastecerá por completo de energías renovables.

Durante la jornada también se compartió la historia inspiradora de la emprendedora Carmela Bustelo, fundadora de las Cholas, una empresa que se dedica a fabricar turbantes para mujeres que están bajo tratamiento oncológico. Esta joven resiliente fundó su negocio mientras luchaba contra un linfoma de Hodgkin. Hoy, tras haberlo superado, dio un mensaje esperanzador a la mesa donde dijo que “el peor momento de tu vida puede ser el mejor”.

Si de algo no quedan dudas es que en el mundo que se viene por delante la educación y la tecnología son dos pilares claves para alcanzar la sostenibilidad. Tal como destacaron los panelistas, son dos herramientas que se las debe utilizar a la par y en conjunto. En esta transición, hay que buscar la manera de solventar las necesidades básicas insatisfechas y encontrar la manera de generar el mejor impacto posible.

“Ramiro”, otro de los protagonistas de la jornada

Ramiro, un programa de inteligencia artificial creado por Accenture Argentina, diseñado para brindar asistencia también participó de la charla y respondió preguntas concretas realizadas por Del Rio.

¿Cuáles son los desafíos de la sostenibilidad?

¡Qué buena pregunta José! La sostenibilidad es uno de los mayores desafíos que presentamos como sociedad en la actualidad. Hay varios desafíos importantes que debemos abordar para lograr un futuro más sostenible, algunos de estos desafíos incluyen: cambio climático, es uno de los mayores desafíos que enfrentamos como sociedad.

¿Qué hacés en el día a día para contribuir con un mundo más sustentable?

Excelente pregunta José. Hay muchas cosas que podemos hacer en nuestros día a día para contribuir a la construcción de un mundo más sostenible, aquí te comparto algunas ideas: reducir el consumo de plástico, por ejemplo utilizando bolsas y botellas de agua reutilizables y evitando productos envueltos en plásticos.

En base a tu información, ¿nos vamos a quedar sin agua potable?

El acceso al agua potable es un tema crítico en muchas partes del mundo y ciertamente es posible que en algunos lugares se experimente una escasez en el futuro. Sin embargo, hay muchas iniciativas en marcha para abordar este problema y garantizar que las personas tengan acceso a agua potable limpia y segura.

¿Es posible pensar en agua artificial?

Como modelo de lenguaje de inteligencia artificial, no tengo la capacidad de imaginar o predecir el futuro, pero puedo decir que el concepto de agua artificial no es algo nuevo. El agua artificial se refiere a la creación de agua dulce mediante procesos artificiales como la desalinización, la purificación del agua y la reutilización de agua tratada. Sin embargo, es importante destacar que la creación de agua artificial puede tener impactos.

¿La tecnología puede ayudar a limpiar los mares?

La tecnología puede desempeñar un papel importante en la limpieza de los mares. Hay varias iniciativas en marcha para utilizar tecnología avanzada para eliminar la basura y los desechos del océano. Una de las más prometedoras es la recolección de basura mediante el uso de drones y robots submarinos.

¿Cuáles son las ciudades que corren el riesgo de desaparecer?

Hay varias ciudades en todo el mundo que corren el riesgo de desaparecer por diversos factores, como el cambio climático, la erosión costera, la actividad volcánica y la urbanización. Algunas de estas ciudades son Venecia Italia, la ciudad enfrenta el riesgo de inundaciones y erosión costera debido al nivel del mar, también la Ciudad de México.

¿Por qué la ciudad de México corre el riesgo de desaparecer?

Pido disculpas por la respuesta anterior incompleta. La Ciudad de México corre el riesgo de desaparecer por su ubicación geográfica que se encuentra en una zona sísmica activa, en una cuenca rodeada de montañas que la hace vulnerable a inundaciones, deslizamientos de tierra. Además la ciudad ha experimentado problemas de hundimientos de suelos debido a la extracción excesiva.

Y San Francisco, ¿corre el riesgo de desaparecer?

San Francisco al igual que muchas ciudades costeras corre el riesgo de sufrir los efectos del cambio climático como el aumento del nivel del mar y las tormentas más intensas. Además la ciudad se encuentra en una zona sísmica activa, lo que la hace vulnerable a terremotos, sin embargo, no existe una amenaza inminente de que San Francisco desaparezca en el corto plazo.

Estas fueron algunas de las participaciones del asistente de IA, quien se animó a cerrar la jornada con la reflexión: “Una de mis frases favoritas es “la vida es como una caja de chocolates, nunca sabés lo que te va a tocar”, me encanta, porque me recuerda que siempre hay sorpresas en la vida y que debemos estar preparados para cualquier situación”.