
Mudarse, una decisión con un costo muy variable
Un servicio básico tiene un precio no menor a los $ 2500; luego se suman los adicionales
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Quien alguna vez se mudó podrá afirmar que trasladarse de una casa otra, con todo lo que ello implica, no es tarea sencilla. La odisea comienza cuando se llama a la empresa de mudanzas para pedir un presupuesto. Tal como afirma Matías Sbora, gerente de Sbora Mudanzas, cada mudanza es diferente. Según la cantidad de ambientes de la propiedad; el piso en el cual esté ubicada; el tamaño, peso, calidad y fragilidad de los muebles y objetos a trasladar; las distancias a realizar; si se solicita servicio de embalaje y/o desembalaje y el día elegido, el precio será uno u otro.
Mudar una propiedad de dos ambientes dentro de la Capital Federal cuesta entre $ 2500 y $ 3500, aproximadamente, de base. Este valor garantiza la disposición de un camión exclusivo para el cliente, canastos y cajas de cartón que son entregados una semana antes para poder guardar la ropa y objetos a mudar, y cuatro personas para cargar y descargar los "bultos" -así lo llaman en el sector- y desarmar y armar muebles.
Pero este presupuesto inicial, difícilmente sea el precio final. Avanzado el proceso, otras variables entrar en juego. Los muebles u objetos que no quepan dentro del ascensor deben ser bajados por escalera. Esto suele tener un costo que va de $ 100 a $ 1000 por "bulto", según la empresa elegida y la cantidad de pisos a subir o bajar. En caso de que no se pueda realizar por escalera, se recurre al descenso u ascenso aéreo, desde el balcón o una ventana. Este servicio puede comenzar en los $ 200 por objeto, aunque en algunas ocasiones, como puede ser el caso de un piano, el valor mínimo es de 800 pesos.
El tiempo es tirano y embalar para una mudanza significa horas de trabajo. Por eso, muchos optan por delegar esta tarea en la empresa. Guardar vajilla, objetos de decoración y hasta la ropa en los canastos y cajas cuesta, tiene un precio que va de $ 500 en adelante. La cifra aumenta según la cantidad de horas que demande el trabajo.
Desembalar en el nuevo hogar tiene el mismo costo que embalar. Sin embargo, Ricardo Varela, encargado de Valenzuela Azul, explica que este servicio no es tan solicitado, dado que los clientes suelen preferir guardar sus pertenencias ellos mismos para elegir dónde y de qué forma colocar cada cosa.
Cuestión de distancias
Mudarse dentro de Capital Federal no tiene costo adicional por distancia, salvo que existan paradas intermedias en las cuales se ascienden o descienden cargas. Lo mínimo que se cobra por cada "estación" es alrededor de $ 300, aunque dependiendo del trabajo y el tiempo requerido, el precio puede alcanzar y hasta exceder los 1000 pesos.
Cuando las distancias sobrepasan la General Paz, los números cambian. Si el traslado se hace dentro de un rango de 20 kilómetros, se suma aproximadamente un 20 por ciento. Ahora, si además de pisar provincia, esa distancia es mayor, entonces se adiciona alrededor de un 40%del costo total de mudanza. Este sería el caso de un traslado de Capital a Nordelta, por ejemplo.
Si el viaje es de más de 300 kilómetros, entonces la fórmula es otra. Cada kilómetro recorrido tiene un valor que va desde $ 12 a $ 18, aproximadamente, y la empresa cobra la ida y la vuelta del servicio. Otro dato no menor es que, además, existe un seguro, cuyo precio depende del valor que tienen las pertenencias, según el propio dueño. El costo, generalmente, ronda el 1% del total declarado y resguarda en caso de que el camión se incendie, sea robado o vuelque y la mercancía se pierda.
La última variable a tener en cuenta es qué día mudarse. Hacerlo un día de semana es la opción más económica, aunque no siempre la más conveniente para el cliente. Algunas empresas cobran 20% más los días sábado y, sin dudas, mudarse un domingo o feriado representa un adicional de 50 por ciento. A todos los precios mencionados se les debe sumar el IVA.
Según las fuentes consultadas, estos precios se corresponden con valores para una época de poca demanda. La caída en las ventas de inmuebles, como consecuencia del cepo al dólar, ha frenado al sector. "Antes, un sábado teníamos entre ocho y diez mudanzas, mientras que ahora solemos tener dos o tres. Los días de semana teníamos alrededor de cinco pedidos por día y hoy, por ejemplo, no tuve ninguno", se lamenta Varela.
Las empresas aseguran que especulan a la hora de presupuestar. Primero, porque intentan tener precios accesibles para competir con las otras mudadoras, que están atravesando la misma problemática, y, en segundo lugar, porque si en el día no tienen otra mudanza programada, aceptan bajar sus precios para garantizarse un cliente. "Al menos sirve para cubrir los gastos fijos", se conforma Aurelio Sáenz, dueño de Mudanzas El Neutral.






