
Murió Agustín Stellatelli: adiós al hombre sensible de mirada íntegra
Referente clave de la comunicación corporativa y los asuntos públicos, dejó una trayectoria marcada por la ética, el compromiso social y una influencia ejercida sin estridencias, tanto en el ámbito profesional como en las causas que eligió acompañar
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Agustín Stellatelli, abogado, reconocido relacionista público, falleció en la ciudad de Buenos Aires a los 68 años y su partida conmovió a quienes admiraban cómo combinaba sensibilidad humana, creatividad y rigor profesional. Era considerado uno de los referentes de la comunicación corporativa en la Argentina, juicio acreditado en una carrera de más de cuarenta años.
Un claro ejemplo de la huella dejada por su vida de trabajo honesta, íntegra, y por su valoración de la amistad y la convivencia familiar fue el ambiente de pesar que compartieron las numerosísimas personas que acudieron al sepelio, efectuado en el cementerio Memorial, en Pilar. En su capilla, siete sacerdotes concelebraron una misa de cuerpo presente, que presidió el padre Cristian Dodds, sobrino de su esposa, Lucía.

Nacido en Buenos Aires el 8 de noviembre de 1957, Stellatelli se graduó de abogado en la Universidad Católica Argentina (UCA). Se desempeñó como gerente de Comunicaciones y Asesoría Legal de Mercedes-Benz Argentina y luego como jefe de gabinete de asesores del Ministerio de Justicia de la Nación. Dirigió su propia consultora y fue director en la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (Onudi) durante tres años, como responsable de la Oficina de Información Pública en su sede de Viena, Austria.
Vuelto al país, fundó, junto con Dominique Biquard, Identia PR, firma consultora de comunicación a la que luego se asoció Santiago Peixoto. A lo largo de su carrera desarrolló y consolidó una vigorosa especialización en estrategia, comunicación y asuntos públicos, trabajando con empresas, organizaciones sociales y gobiernos. Fue, además, profesor de Talento y Liderazgo para el Cambio en la Escuela de Posgrados en Comunicación de la Universidad Austral.

Identia fue registrada en la Inspección General de Justicia el 22 de diciembre de 2003, y Stellatelli falleció el mismo día, exactamente 22 años después, tras llevar con entereza una enfermedad que retrajo algo su labor en los últimos meses, pero dejando tras de sí equipos humanos que supo formar y consolidar.
Sin buscar reconocimiento personal, tras la crisis de 2001 –que lo afectó profundamente–, en el marco de su trabajo profesional y junto a su equipo pensó, escribió y presentó ante la Iglesia el primer proyecto integral de Asignación Universal por Hijo (AUH). En los años siguientes, promovió un proceso sostenido de reflexión y debate público junto a la Comisión Nacional de Justicia y Paz, liderada por Eduardo Serantes, y a unas treinta organizaciones sociales. Ese trabajo tuvo eco en notas y posicionamientos que contribuyeron a hacer ver la necesidad de una política pública de alcance universal. En 2009, el Estado implementó la AUH mediante un decreto presidencial, en un momento de consenso amplio de la dirigencia política sobre ese tema.
Stellatelli buscaba encontrar el modo de encarar problemas complejos y le interesaba que las soluciones que preveía fueran adelante, sin reclamar la autoría ni querer figurar.
Libró batallas silenciosas por causas justas, de las que nunca hizo alarde. No sentía necesidad de contarlas ni de corregir inexactitudes: le bastaba con que las cosas avanzaran en la dirección correcta. Era recto y severo en su sentido de la justicia para defender causas que lo merecían, sin importar los vientos del momento. Desplegaba entonces coraje y sabiduría, agudo análisis reflexivo e involucramiento de toda su persona.
Entre otros casos relevantes, encabezó la defensa del fiscal José María Campagnoli en el juicio político que enfrentó injustamente. También incidió para que no se abriera un casino en Villa La Angostura. Propulsó iniciativas de instituciones jurídicas de prestigio como el Colegio de Abogados de la Ciudad de Buenos Aires y Fores. Su fe cristiana lo vinculó además con la Corporación de Abogados Católicos, Cáritas, el Club Gente de Prensa y la Comisión Nacional de Justicia y Paz.

Participó en la creación de CasaClub, un proyecto innovador de contención para personas con trastornos mentales persistentes, siguiendo el modelo de Clubhouse International, inspirado en una experiencia pionera en Nueva York en 1948 para reinsertar socialmente a personas con padecimientos psíquicos.
Sabía exigirse y exigir, pero siempre estaba pronto a escuchar y transmitía buen humor. Hincha de River y aficionado al remo, su casa estaba llena de medallas obtenidas en este deporte. Integraba la comisión directiva del Buenos Aires Rowing Club.
Con su esposa, Lucía Dodds, formó una familia de seis hijos unida por entrañables lazos de cariño, reforzados por la llegada de sus cinco nietos, y otros más hoy en camino. En el sepelio, los hijos fueron leyendo párrafos de un emotivo texto de agradecimiento, que evidencia la honda huella dejada en sus descendientes y en el ambiente que creó a su alrededor.
“Hiciste mucho por los demás, pero en silencio“, dijeron. ”Papá llegó adonde quería llegar, al cielo, con aciertos y errores, como todo ser humano, pero siempre con la mirada y el corazón puestos en Dios”.





