Sonia Jalfin: economía de la atención, el desafío de lograr ser considerados por otros
Cada vez hay más oferta de contenidos, de información gratuita, y nosotros, que estamos del lado de la demanda, somos los mismos de siempre, tenemos las mismas 24 horas para atajar esa avalancha de contenidos", describió Sonia Jalfin, socióloga y directora de Sociopúblico, un estudio de comunicación.
"Todos estamos haciendo muchas cosas a la vez, o creyendo que estamos haciendo cosas a la vez", planteó Jalfin, y explicó que en realidad el cerebro humano solo puede hacer una cosa en cada instante. "Está probado que nuestro cerebro funciona como un cuello de botella. Al prenderse y apagarse consume energía, nos cansa y es lo que nos da la sensación de estar 'quemados'", contó.
La "economía de la atención" establece nuevos desafíos para ser escuchados o, más bien, considerados por otros, sobre todo por nuestros jefes. En la era en la que el multitasking y la capacidad de resolver muchas cosas al mismo tiempo es valorada por los propios reclutadores, Jalfin destacó: "Somos malísimos haciendo varias cosas a la vez. Aunque tengamos la sensación de que respondemos mails en una reunión y no pasa nada, perdemos el hilo".
"Sabemos que estamos más ansiosos, todos lo sentimos", destacó, y reconoció que si bien muchos son capaces de ver una serie de Netflix durante horas sin perder el interés, son pocas las veces en las que se presta atención de manera constante.
Luego enumeró tres claves que permiten ordenar y captar la atención de los demás. La primera es la paciencia "para poder escuchar y entender qué preocupa, qué necesita y qué les interesa". Y explicó: "La necesitamos para poder escuchar y entender qué le preocupa al otro". El segundo punto es el don de ser oportuno, es decir, si ya sabemos que la atención es algo que sucede una sola vez, es importante encontrar el hueco para que nuestra idea llegue.
"La atención es algo que sucede una sola vez. Es como si la audiencia fuese una cinta transportadora en la que cae una valija por vez, hay que encontrar el espacio para que entre nuestra valija", describió, y habló de cómo se puede ser oportuno con herramientas digitales, por ejemplo, cuando la conversación se da entre una persona y un bot: cuando hay algo que el bot no entiende, en vez de decirnos no entendí, nos envía un emoticón. "Aunque los emoji resulten un nuevo recurso del lenguaje online, lo cierto es que uno de los puntos fundamentales para captar la atención del otro está en el poder de las palabras", dijo.
Y allí está el tercer punto: "Es importante elegir las palabras apropiadas, sorprender al interlocutor, pero no tanto como para hacerlo sentir incómodo, sino para descolocar sutilmente", aconsejó la socióloga, quien reconoció que no es cierto que una idea compleja se pueda simplificar. "No se puede reducir sin perder algo en el camino, pero podemos hacerla llegar por un lugar inesperado". Recomendó evitar recursos como las frases hechas o las palabras gastadas.
Para demostrarlo, presentó un trabajo de Sociopúblico, un espacio interactivo sobre economía argentina que propone arrancar diciéndole "holi" al jefe de Gabinete, Marcos Peña. "Nos ayudó a llamar la atención y a que más gente nos preste atención", cerró.