
Polémica interna en el Banco Central
Por las opiniones de un director
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Tal vez no había suficientes motivos de preocupación en el Banco Central (BCRA). Quizá por eso ayer uno de sus directores, Aldo Pignanelli, desató una polémica interna, justo cuando la entidad afronta la crisis financiera argentina.
Pignanelli, en uno de los paneles de la VII Conferencia Industrial, reconoció que el BCRA "ha sostenido la solidez del sistema financiero, pero no su liquidez, lo que perjudicó a los consumidores y productores de valor agregado". No obstante, aclaró que su fortaleza "sorprende y está haciendo que la crisis no sea más profunda aún".
Este director del BCRA, conocido por su enrolamiento en el duhaldismo, formuló una serie de reformas para relajar las reglas para la concesión de créditos. Horas después fueron descalificadas por fuentes de la entidad: "Son sólo ideas de él. Hay que discutirlas en el directorio". La línea gerencial del BCRA, que suele pesar en las decisiones normativas, está en favor de mantener las actuales disposiciones conservadoras.
Pignanelli impulsó, ante el beneplácito del público industrial, la creación de la figura de los operadores financieros que intermedien entre las Pyme y los bancos, cuya reducción en estructura y número en los últimos años les impide atender la pequeña y mediana empresa. Este mecanismo ya funciona con éxito en los Estados Unidos.
La reducción de las normas de calificación de deudores fue otra de las sugerencias del director del BCRA. "Son un verdadero pelotón de fusilamiento", atacó.
También dijo que "queda mucho por hacer" en la flexibilización de la relación entre bancos y Pyme, más allá de la reciente modificación en el período de demora de pagos. Como otra medida en favor de la pequeña y mediana empresa, llamó a relajar las normas para la inscripción de las sociedades de garantías recíprocas (SGR) para permitir la financiación de los bancos con esos respaldos.
Mencionó la posibilidad de flexibilizar los niveles de liquidez para las líneas del exterior. Pidió la construcción de requisitos mínimos de disponibilidad de dinero con cheques diferidos a un plazo de 180 días, para "mejorar la cadena de pagos". Por último, llamó a reducir las exigencias del capital de riesgo, especialmente para los préstamos de hasta 2000 pesos, de modo de estimular el consumo.
Financiamiento
En el mismo panel estaban el vicepresidente del Banco de Inversión y Comercio Exterior (BICE), Osvaldo Cortesi; el presidente del Ciudad, Roberto Feletti, y el consultor Guillermo Barbero, de Deloitte & Touche. Feletti planteó la necesidad de contar con un sector del sistema financiero formal que apoye proyectos de desarrollos productivos y destacó el papel clave que el Estado debe jugar para distribuir los recursos bancarios.
Feletti elogió la gestión de Aníbal Ibarra en el gobierno porteño y detalló el Programa Buenos Aires Competitivo (Probac), por el que su banco está fomentando la producción. "Ofrecemos tasas no superiores al 12%, que sumado a un subsidio fiscal quedan en 8%", explicó.
Cortesi destacó la importancia de fideicomisos para financiar el desarrollo tecnológico, las economías regionales, exportaciones e infraestructura productiva.




