Presionarán al Fondo con el efecto contagio

La posible profundización de la crisis financiera regional será la carta que jugará el Gobierno en un intento por presionar al FMI para que acelere el desembolso del esquivo paquete de ayuda al país. Así se supo ayer de fuentes oficiales.

Mañana, el ministro de Economía, Roberto Lavagna, irá a Washington para continuar las conversaciones con el organismo, al que le hará notar las graves consecuencias de una posible profundización del contagio que la crisis argentina ya ocasionó en Brasil y Uruguay y, en menor medida, en Chile, dijeron las fuentes. Es la primera gestión de Lavagna en Washington desde que asumió como ministro, en abril.

Ayer, el vocero presidencial, Eduardo Amadeo, mostró la posición del Gobierno al manifestar "sorpresa" por la decisión del Tesoro norteamericano de no brindar asistencia a Brasil hasta tanto supere la crisis política.

"Esta situación está afectando el interés de los inversores. Por eso es tan extraña la posición neutral que está tomando en este momento el Tesoro, que debería ver los intereses de la región, pero también los de sus propios inversores", dijo.

Analistas consultados mostraron su convencimiento de que la ayuda se concretará, aunque descartaron que la crisis regional contribuya a un pronto desembolso.

"El Fondo brindará el dinero necesario para el roll-over (la misma suma que se les debe a los organismos de crédito) porque les conviene a ellos. Pero no habrá más plata fresca para un gobierno de transición", dijo ayer el economista Aldo Abram.