Qué va a pasar con el número que celebran en el Gobierno y la operación que van a festejar en los mercados
Confían en que la tendencia a la baja del riesgo país, que mostró una leve suba tras perforar los 900 puntos, se mantenga gracias al compromiso fiscal; el Tesoro compró los US$2701 millones para el pago de la amortización de capital de la deuda de enero 2025
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Cuando se consulta a los funcionarios que transitan el quinto piso del Ministerio de Economía –recién llegados de la asamblea del FMI y el Banco Mundial en los Estados Unidos– sobre por qué el riesgo país aceleró su descenso en las últimas semanas ofrecen, por lo menos, dos explicaciones. La primera tiene que ver con el “compromiso fiscal sin precedente” que encarna Javier Milei y que quedó reafirmado por los vetos presidenciales sobre cuestiones, como los jubilados o los estudiantes, que tienen un alto costo para la política tradicional, lo que Milei llamaría “la casta”. Esto –sugieren– habla de la fortaleza de sus convicciones en materia fiscal frente a acreedores que esperan cobrar sus deudas.
El segundo punto es la otra cara de la moneda: no habrá atajos. El ministro de Economía, Luis Caputo, confirmó públicamente en Washington que el país no volverá a los mercados voluntarios independientemente de que el indicador que realiza el JP Morgan lo permita: los pagos de amortización de capital que tiene que hacer el país el año que viene –en enero y en julio– se pagarán con un repo (repurchase agreement, por las siglas en inglés), una operación que ya había confirmado meses atrás Milei en X.
Ayer por la tarde, el secretario de Finanzas, Pablo Quirno anunció lo que se celebrará este miércoles en los mercados: “El Tesoro anuncia el proceso de compra al BCRA de US$2701 millones para hacer frente al pago en dólares y euros correspondientes a la amortización de capital de los bonos Globales y Bonares con vencimiento en enero de 2025. Esta operación se realizará con parte de los pesos del Tesoro depositados en el BCRA, correspondientes al financiamiento neto alcanzado a septiembre de 2024, que al 27/10 ascendían a $13,26 billones. Esta transacción asegura el pago de capital e intereses de enero 2025 y contraerá la cantidad de pesos por $2,67 billones”. El anuncio de la mano derecha de Caputo se hizo en X.
“Esta operatoria no reemplaza el repo que el BCRA analiza como parte de su estrategia de administración de reservas”, explicó también en esa red social Federico Furiase, asesor del Ministerio de Economía. De hecho, esta decisión, según supo LA NACION, tiene que ver con la necesidad del equipo económico de no pasarse del límite de pesos que se fijaron de base amplia en abril (47,5 billones) dado que el Central sigue comprando dólares. “Al comprar dólares con nuestros pesos en el BCRA estamos quemando los pesos”, contaron en el Palacio de Hacienda.
🚨 El Tesoro anuncia el proceso de compra al BCRA de US$2.701 millones para hacer frente al pago en dólares y euros correspondientes a la amortización de capital de los bonos Globales y Bonares con vencimiento en enero de 2025.
— Pablo Quirno (@pabloquirno) October 29, 2024
Esta operación se realizará con parte de los pesos…
El riesgo país perforó ayer los 900 puntos básicos -luego rebotó hasta los 933 puntos- y en el Gobierno creen que esa tendencia se profundizará. Ese declive además se logró a sólo días de haber perforado el piso simbólico de los 1000 puntos. En octubre del año pasado estaba en 2700 puntos. Este año había orillado los 1000 puntos, pero luego se estancó durante un tiempo en 1500. Ahora en el Palacio de Hacienda están convencidos de que “la realidad comenzó a llevarse puesto el escepticismo”. ¿Qué es la realidad? La baja de la inflación y del dólar, y los primeros atisbos de recuperación económica, tradujeron a este medio cerca del ministro de Economía.
En el Palacio de Hacienda recuerdan el listado de “cosas que ya están pasando y se van a exponenciar en los próximos meses”, según anticipó Caputo en septiembre pasado. En ese posteo listó: “La inflación va a bajar; la economía va a recuperar; los impuestos van a bajar; las regulaciones van a colapsar; el crédito privado va a explotar; la demanda de dinero va aumentar; los pesos van a faltar; los dólares van a sobrar; el dólar financiero va a converger al dólar oficial; los salarios van a recuperar y la pobreza va a bajar”.
La inflación de octubre, según varias consultoras privadas, habría perforado el 3%, y algunos indicadores muestran –de manera aún muy despareja– una leve mejora de la economía apuntalada por el crédito.
Los salarios rebotaron –no toda la masa salarial–, tanto que los privados registrados recuperaron prácticamente lo que habían perdido en diciembre con el salto del dólar. El segundo trimestre fue mucho mejor que el primero frente a la pobreza y los analistas creen que el tercero –un poco más amesetado– seguirá mejorando. Pese a la variación positiva, ese indicador arranca desde niveles elevadísimos.
Los dólares –tanto el informal como los financieros– se acercaron al oficial que mantiene el crawl al 2% mensual. El Gobierno bajó el impuesto PAIS –que Economía había extendido e incrementado– y anticipó su eliminación desde 2025, además de impulsar reducciones de aranceles. Los pesos faltan –por lo menos, aquellos que no están en bonos– y el Banco Central (BCRA), pese a todo pronóstico, compra reservas gracias a que hay liquidaciones del campo, y porque el blanqueo y el carry trade (el mercado compró que no habrá devaluación) ofrecen liquidez para que las tasas en pesos le ganen a aquellas en dólares.
“En la brecha está incidiendo la percepción de un carry trade rentable, y que en el nivel de reservas están incidiendo la emisión de ONs y, en menor medida, el envío de dólares en efectivo de los bancos al BCRA y el otorgamiento de préstamos en esa moneda. Y después hay un vínculo entre carry y reservas: tasas esperadas en pesos por arriba que las de dólares pueden promover la liquidación de exportaciones o la ya mencionada posibilidad de tomar préstamos en dólares, pero para invertir en activos en pesos y no tanto para financiar capital de trabajo”, resumieron en LCG.
Sin devaluación
El mercado terminó de aceptar que el actual esquema cambiario –que generaba dudas por un posible “atraso cambiario”– se mantendrá y que el Gobierno no devaluará. Es lo que el Rofex, por ejemplo, refleja.
El ministro de Economía ya había dichos semanas atrás que el riesgo país se había transformado de un leading indicator –que mira para adelante– en un lagging indicator –que mira para atrás, hacia los últimos años–, y que “la realidad” iba a modificar eso. La realidad es, para Caputo, la materialización de aquel listado que posteó el mes pasado.
También implica que el Gobierno va a pagar su deuda en dólares. “Pero también hay un vencimiento de capital. Van a tener los dólares para el capital, por supuesto”, dijo Caputo en un evento hace unos meses en Córdoba con el riesgo a 1500. “Ni siquiera va a haber refinanciamiento. Lo vamos a pagar efectivamente. El pago de enero está garantizado y el de julio también. Recién estamos hablando de enero de 2026″, dijo sobre la necesidad de volver al mercado. Lo repitió en EE.UU.
El propio Presidente había dicho en el Coloquio de IDEA en Mar del Plata que el riesgo país iba a “colapsar”. Todavía no había logrado bajar de los 1000 puntos básicos. Allí habló de su compromiso con el déficit cero (y de bajar la relación deuda/PBI), del compromiso político para vetar lo que mueva la aguja del gasto, y del track record que lleva construido un Gobierno en un país con un nefasto prontuario crediticio.
Así, el optimismo financiero crece. Un banco contó que en la época de Cristina Kirchner se veían unos 300 inversores por año interesados en los papeles argentinos. En la época de Mauricio Macri, unos 700. Con Alberto Fernández se desplomó a 250. “En lo que va del primer año de Milei, vamos por unos 650. Esto aplica a casi todas las empresas argentinas que tienen ADRs, que cotizan afuera”, dijeron y agregaron que además mejoró la calidad del perfil del inversor.