Vence el plazo para que los comerciantes cumplan con una exigencia de la AFIP

Se avecina un vencimiento clave para los comerciantes. Para estar con los papeles en regla con la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), antes de que comience mayo, todas las empresas y negocios de la Argentina deberán tener un controlador fiscal de “última generación”, un requisito que se viene postergando desde hace años.

Se trata de una resolución que viene de marzo de 2019, aunque entre pandemias y crisis se ha ido prorrogando. Finalmente, pese a los pedidos de cámaras del sector para que la fecha se extienda una vez más o de ir haciendo el recambio de equipos a medida que los mismos dejen de funcionar, desde la agencia tributaria tomaron la decisión de poner una fecha límite: el próximo 30 de abril.

“Hemos hecho saber que la extensión de los plazos resulta insuficiente especialmente para las MiPymes, que aún se ven afectadas por las consecuencias de esta crisis económica y sanitaria sin precedentes derivada de la pandemia y que necesitan, como mínimo, de una prórroga adicional de 12 meses para realizar el recambio de los equipos”, solicitó la Federación de Comercio e Industria de la Ciudad de Buenos Aires (Fecoba). Sin embargo, el pedido no tuvo lugar.

Al observar los precios de venta que tienen los controladores fiscales de “última generación”, en las páginas de comercio electrónico las cifras arrancan en los $89.900. No obstante, los valores que más abundan van desde los $100.000 para arriba, y pueden alcanzar hasta los $140.000.

“El cambio de controladores de tecnología vieja por los nuevos es un proceso que inició hace más de cinco años durante el gobierno de Cambiemos. Y se fue prorrogando para facilitar el procedimiento. Ahora es el turno de los contribuyentes de menor envergadura y junto con el Banco Nación se pusieron a disposición créditos blandos”, explicaron fuentes del organismo que dirige Mercedes Marcó del Pont.

La creación de una nueva línea del Banco Nación para recambiar los equipos se estableció a mediados de enero, luego de las constantes idas y vueltas entre la AFIP y los comerciantes que se reusaban a tener que afrontar el gasto. Para aquellos clientes que tengan una cuenta comercio en la entidad financiera, el monto máximo de los préstamos es por $100.000, tiene una tasa de interés del 30% nominal anual fija y un plazo de hasta 60 meses.

El financiamiento estará vigente hasta el 30 de junio, destinado a Mipymes inscriptas bajo cualquier forma societaria o unipersonal, y a personas humanas del segmento “micro”, sociedades de hecho segmento “micro” y monotributistas. “La emisión de ticket y factura es importante en el proceso de recuperación económica. El Estado acompaña a los pequeños comercios en la renovación de sus equipos”, había afirmado Marcó del Pont durante el lanzamiento de la línea de crédito.

Por qué se hace el recambio

El recambio de los controladores consiste en la sustitución de los equipos de “vieja tecnología”, que son del año 1996, por otros más modernos que salieron al mercado luego de la normativa de 2013. Desde la AFIP mencionan que tiene varias ventajas, entre ellos que son más económicos, más rápidos y silenciosos, permiten reemplazar las cintas testigo en papel por las digitales, admite configuraciones personalizadas, trabajan con firma digital, se emiten notas de crédito y emite reportes electrónicos para presentar ante la AFIP.

“El objetivo de la AFIP es obtener más y mejor información. Los controladores de vieja tecnología sacan el ticket, pero el ente recaudador no recibe esa información online como sí lo hacen las facturas electrónicas. En cambio, estos controladores están conectados con la AFIP y mandan la información de la facturación; tendrá todos los datos”, explicó Sebastián Domínguez, socio de SDC Asesores Tributarios.

The Economist te lo explica. ¿Quién es Shou Zi Chew, el CEO de TikTok?

Drama productivo. “Pedimos empatía”: Confederaciones Rurales Argentinas alertó sobre la crisis de la lechería

Tras el anuncio de Macri. Bullrich, en un almuerzo reservado con empresarios: menos cepo, cambios laborales y “libertad”