
Ralph Lauren, en la mira de los falsificadores de camisas
Problemas: la firma padece la irrupción de una organización que copia su ropa; también hay conflicto por el control de su licencia en la Argentina.
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Si la falsificación es un impuesto al prestigio de las marcas, Ralph Lauren ya tocó el cielo de la fama en la Argentina. La etiqueta se ha convertido en una nueva víctima de la industria de la ilegalidad.
A los caminantes atentos que transitan por las calles porteñas, especialmente en la City y en la zona de Tribunales, la nueva postal urbana no se les pasa por alto: desde hace 15 días los vendedores ambulantes que antes ofrecían decodificadores para ver el fútbol y los canales porno, ahora tientan a los transeúntes con camisas Polo, de la etiqueta norteamericana, a precios de ocasión.
Las prendas con el holograma del jugador de polo montado en su caballo se venden en la calle por entre 15 y 30 pesos, pero no pertenecen a Ralph Lauren ni han sido compradas en los remates de la Aduana, tal como explican a los clientes los vendedores ambulantes. Muy lejos de eso:se fabrican en talleres de Capital Federal y el Gran Buenos Aires, que ya investiga la Justicia.
Según pudo determinar La Nación , se sigue de cerca por lo menos a dos grupos de falsificadores, que contarían con una extensa red de distribución en todo el país.
La causa se inició por una denuncia penal presentada en febrero último por María Fernanda Baigún, presidente de la sociedad propietaria del local de Callao y Arenales, en el que se venden productos originales de Ralph Lauren. Baigún había descubierto la presencia de productos "truchos" y recurrió en primera instancia a la policía. "Después me llamaron del juzgado e incluso tuve que asistir a un procedimiento en un taller de San Fernando para identificar productos falsos", explicó.
Por entonces, los vendedores de camisas Polo no se habían instalado en las esquinas porteñas, y The Exxel Group todavía no se había convertido en propietario de la licencia de la marca para todo el Mercosur.
Después de que el grupo inversor se hizo cargo de su gerenciamiento la investigación tomó cuerpo. Según aseguró a este diario Alberto Villegas, representante legal de las marcas textiles del grupo de Juan Navarro, una investigación privada encargada por la empresa permitió determinar que mensualmente se venden en la Argentina 50.000 camisas falsificadas con la marca Polo, las que generan un volumen de negocio superior al millón de pesos.
"Si todo el mundo compra la misma camisa, aunque sea falsa, perdemos prestigio, y éste es nuestro principal capital. Por eso recurrimos a la Justicia", aseguró Villegas Los vendedores ambulantes que ofrecen camisas operan con el estilo de la mafia. Están provistos con handys para comunicarse entre sí y cuentan con el auxilio de camionetas que renuevan su stock; o lo esconden, si es necesario quitar los productos de la vista de la policía.
Así se lo explicó a este cronista, en la esquina de Alem y Tucumán, un vendedor de origen extranjero que pidió permanecer en el anonimato. Los vendedores ambulantes, dijo, están asalariados y pertenecen a una organización que también controla la venta callejera de panchos, encendedores y tarjetas de salutación.
También Barrio Norte
La oferta de productos falsos del diseñador Raph Lauren, un clásico del pret-a-porter norteamericano, no se limita únicamente al microcentro. En la avenida Santa Fe, entre Scalabrini Ortiz y Callao, proliferan en los últimos días pequeños afiches amarillos, impresos con letras negras, que ofrecen la posibilidad de comprar por teléfono "camisas, suéteres, buzos, chombas y remeras Ralph Lauren".
El entrepreneur que se esconde detrás de esta modalidad, aunque marcha a contramano de la ley, no desatiende su conciencia cívica. En los mismos afiches imprimió una leyenda que dice: "La ciudad es de todos. Cuídela".
Llamando a cualquiera de los dos números promocionados, que comienzan con la característica 833, es posible enterarse que las mismas camisas que en la calle no cuestan más de 30 pesos, aquí cotizan a 50. Un voz masculina también ofrece visitar un improvisado show-room montado en un departamento de la calle Aráoz, donde es posible comprar suéteres a 75 pesos y chombas con cuello piqué a 50.
Otro conflicto
Los problemas de Ralph Lauren en la Argentina no terminan en el terreno de la falsificación. También existe un conflicto de intereses por el control de la mercadería original.
Para The Exxel Group, "el contador Juan Echeverrito, que alega ser el dueño de la marca en la Argentina y Uruguay, no dice la verdad. No tiene contrato, ni licencia, ni nada. La casa central va a dejar de proveerlos para que podamos abrir nuevos locales". denunció su abogado Alberto Villegas.
Al ser consultada por este diario, la encargada de relaciones públicas de Echeverrito, Sofía Herrán, desestimó los dichos del Exxel, pero no supo explicar hasta cuándo se extiende la franquicia cuestionada.





