
Un asador que se ganó el aplauso
Gonzalo Lanús creó una firma que factura $ 200.000 haciendo asados a domicilio
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Con una bicicleta, un "buen cuchillo", una tabla y unos pinches, Gonzalo María Lanús creó una compañía de catering especializada en asados, que realiza 300 eventos al año. En 1995, el entonces estudiante de administración de empresas buscaba una alternativa para costear sus estudios y le pareció que ofrecerse como asador a domicilio lo llevaría a buen puerto.
"En ese momento empezaba el auge de los delivery y lo que yo sabía hacer bien eran asados porque siempre comemos en casa. Combiné las dos cosas y arranqué. Me acuerdo de que con el primer cliente tuve algunos problemas porque de los nervios no podía prender el fuego. Terminé pidiendo un secador de pelo para avivarlo y al final prendió", recordó Lanús.
"De a poco fui ganando más clientes y fui sumando cosas porque me lo pedían. Empecé a llevar el pan, el vino y después la carne. Pero decidí mantener el negocio chico porque lo importante eran mis estudios. Después hice un alto para conocer lo que era trabajar en una gran empresa y con la experiencia que gané salí y formalicé mi proyecto", agregó.
Así, en 2002 nació Gonzalo M. Lanús-Asados SRL. El ya licenciado en administración de empresas, de 27 años, armó el plan de negocios, en el que se propuso diferenciarse de otras firmas de catering con calidad y servicio. Y diseñó una oferta para un público ABC 1.
"Seleccioné los mejores proveedores para cada alimento y hoy tengo un proveedor de lomos, otro de chorizos, otro de asado, otro de vacío. Pude armar una carta completa para atender eventos particulares y corporativos", explicó Lanús, que el año último sumó a su amigo Agustín García Costa al proyecto.
"Nos focalizamos en donde las grandes no entran, es decir, en eventos promedio de 100 personas. Otras firmas, que pueden hacer asados, quieren eventos de 800 personas, pero a nosotros no nos interesa eso", añadió.
Hoy, la carta exhibe carnes, ensaladas, postres y bebidas de todo tipo. Las entradas "no son los clásicos saladitos", sino achuras que no buscan "llenar al comensal pero sí prepararlo para un buen asado".
Un poco de espacio
"Nosotros vamos y disponemos de todos los elementos necesarios. El cliente lo único que tiene que hacer es darnos un poco de espacio y arrancamos con el fuego", precisó el emprendedor, que ya no hace más los asados de sus clientes, pero elige personalmente y por recomendación a sus asadores.
La compañía, que cubre en particular la zona norte del gran Buenos Aires, fue creciendo exponencialmente y facturó 200.000 pesos en 2004. Este año realizará 300 eventos y prevé facturar al menos medio millón de pesos.
Lanús adjudica el aumento de la facturación a la incorporación de clientes corporativos que hoy representan el 30% de su negocio. Entre ellos, figuran IBM, Ledesma y La Buenos Aires Seguros.
"Hemos crecido bien. Ahora tenemos nuestras oficinas porque hasta el año pasado estábamos en el sótano de la casa de mis padres. Teníamos todo ahí, incluido los freezers", recordó.
"Tenemos nuestra base en Beccar, pero vamos a donde nos pidan. Llegamos a hacer eventos en San Antonio de Areco y en Tandil. En donde estamos menos sólidos es en la zona sur", reconoció. Según el emprendedor, el asado es una comida con cierto grado de "estacionalidad". Por este motivo, decidió con García Costa que había que ampliar la oferta para compensar las épocas de menor demanda.
"El año pasado sumamos las paellas a nuestra carta. Hacemos la receta marplatense porque queremos que tenga el gusto argentino y no el español. Es como estar comiendo al lado del puerto de Mar del Plata", detalló García Costa. "Este año -adelantó Lanús- vamos a empezar a ofrecer también sándwiches de pernil con salsa, con dos chefs que le van a explicar a la gente cómo se hace todo."





