Trump, imputado penalmente
El expresidente Donald Trump no solo fue el primer presidente de los Estados Unidos sometido a dos juicios políticos, que superó gracias al respaldo mayoritario del Partido Republicano, sino que también ha tenido el deshonor de ser el primer presidente imputado penalmente. El mensaje a la Justicia pone el acento en que en el país del Norte nadie se encuentra por encima de la ley, ni siquiera el hombre que hasta hace muy poco era el más poderoso del planeta.
La causa se originó a partir de la investigación del fiscal de distrito de Manhattan, Alvin Bragg, sobre un reembolso registrado con comprobantes falsificados por la Organización Trump. El entonces abogado y mano derecha de Trump, Michael Cohen, habría pagado a la estrella porno Stormy Daniels, la suma de 130.000 dólares para silenciarla y evitar que hablara públicamente del romance que habría mantenido con Trump en 2006.
El expresidente acordó presentarse ante un tribunal de Nueva York. También anunció que tiene previsto apelar, además de insistir en su inocencia y proclamar que es víctima de una caza de brujas. Ser procesado o condenado por un delito no inhabilitaría a Trump para competir en la carrera presidencial ni para ejercer eventualmente un cargo.
Su comparecencia ocurre en momentos en los que el magnate monta su candidatura para recuperar la presidencia y podría avivar aún más las divisiones en los Estados Unidos. Entre los partidarios del exmandatario se consolida cada vez más la teoría de que la investigación liderada por el fiscal Bragg es una cacería de brujas producto de una justicia politizada que pretende sacar a Trump de la carrera presidencial a como dé lugar.
La imputación le otorga la coartada para sacar rédito político y vender su imagen de perseguido por una justicia controlada por el gobierno de Biden, ingredientes necesarios para enrarecer aún más la atmósfera política y movilizar a sus partidarios en la larga campaña electoral abierta por el expresidente desde que anunció su candidatura, con resultados imprevisibles vistos los antecedentes de qué ha sucedido cuando Trump ha llamado a sus fieles a salir a la calle.
El caso por el que será acusado Trump no es el mayor de los problemas judiciales que debe afrontar. La Justicia también investiga su papel en el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021, las presiones para modificar el resultado electoral en el estado de Georgia, el ocultamiento de documentación secreta en su casa de Mar-a-Lago, además de causas por fraude fiscal, procesos que conllevan penas muy superiores al del caso Daniels.
El profesor de Derecho de Harvard, Jack L. Goldsmith, ha dicho: “Esté la acusación justificada o no, cruza una línea enorme en la política y la historia legal estadounidense”. El sistema de justicia norteamericano se encuentra ante una prueba inédita, sobre todo por la prominencia y el carácter de quien está hoy sentado en el banquillo de los acusados.
LA NACION