Aprobó Bolivia la Constitución socialista
La reforma impulsada por Evo Morales fue ratificada por el 60% de los votos; el Estado tendrá el control total sobre la economía
LA PAZ.- El presidente Evo Morales proclamó anoche su prometida "refundación" de Bolivia tras la aprobación en un referéndum de la nueva Constitución de corte indigenista y estatista impulsada por su gobierno y resistida por la oposición.
"Hoy nace una nueva Bolivia con igualdad de oportunidades para todos los bolivianos. Aquí se acabó el Estado colonial", dijo anoche un eufórico Morales ante una multitud que colmó la Plaza Murillo en La Paz.
Según los sondeos realizados en boca de urna por varias cadenas de televisión bolivianas, el sí a la nueva Constitución habría obtenido alrededor del 60 por ciento de respaldo popular. De confirmarse este resultado, sería la tercera victoria electoral de Morales desde que fue elegido presidente en 2005.
A pesar de que, según los sondeos en boca de urna, el no habría ganado en los cuatro departamentos rebeldes (Santa Cruz, Tarija, Beni y Pando), el resultado tiene carácter vinculante a nivel nacional. La reforma constitucional de Bolivia es la segunda de corte socialista que ve la luz en América latina en los últimos tiempos, tras la aprobación de la nueva Carta Magna en Ecuador hace cuatro meses.
La Constitución ratificada ayer por los bolivianos reforzará el papel de las comunidades indígenas en todas las instituciones públicas, y garantizará a las 36 naciones indígenas, algunas de las cuales tienen menos de 200 integrantes, el control de los recursos naturales de sus territorios. También permitirá al Estado asumir el control de los principales recursos naturales del país e intervenir en toda la cadena productiva, lo que ha despertado críticas de la oposición, que señala que de esa manera se creará un Estado totalitario y se ahuyentarán inversiones.
El texto, de 411 artículos, también incorpora la posibilidad de una reelección presidencial única e incluye la celebración de elecciones generales el 6 de diciembre. Morales podrá presentarse a esos comicios y buscar un segundo mandato, hasta 2014.
La consulta, que se desarrolló sin incidentes graves, contó con la supervisión de unos 350 observadores de organismos internacionales, como la Organización de Estados Americanos (OEA), la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur), la Unión Europea y el Centro Carter de Estados Unidos. En un balance preliminar, el ministro de Gobierno (Interior), Alfredo Rada, calificó la jornada de "democrática, tranquila y ejemplar".
Sin embargo, desde las filas opositoras, el presidente del Comité Cívico pro Santa Cruz, Branco Marinkovic, uno de los más acérrimos enemigos de Morales, denunció que hubo fraude. "El gobierno preparó el fraude con la ayuda y el financiamiento del gobierno venezolano cuando se hizo la carnetización (provisión de documentos). Si se recuerda, se veían funcionarios militares venezolanos junto a nuestra policía llevándose carnets para preparar el fraude", declaró Marinkovic. El opositor se quejó también de que en Santa Cruz, feudo de los partidarios del no, la tinta utilizada para marcar un dedo de los votantes no era indeleble.
Morales rechazó tajantemente las acusaciones. "Es el instrumento de agonía de la gente derrotada", afirmó poco después de depositar su voto en la región del Chapare (ver aparte).
Casi 3,9 millones de bolivianos estaban habilitados para votar ayer. Además de la pregunta sobre la aceptación o el rechazo a la nueva Constitución, los votantes tuvieron que pronunciarse sobre la extensión máxima (5000 o 10.000 hectáreas) que podrán tener los latifundios ociosos para no ser susceptibles de expropiación. Según los sondeos, la opción de las 5000 hectáreas habría obtenido entre un 62 y un 70 por ciento de apoyo.
Ante la amenaza de los líderes cívicos de varios departamentos opositores de no acatar la Constitución en sus regiones, el gobierno anunció que hará cumplir la norma en todo el país. "Es una elección nacional y el resultado es nacional; la mayoría manda [?]; acataremos lo que diga la ley. Ese tribalismo electoral no lo vamos a aceptar, porque sólo fomenta las divisiones en el país", afirmó el vicepresidente, Alvaro García Linera.
Los prefectos (gobernadores) de los departamentos de la denominada Media Luna boliviana (Santa Cruz, Pando, Beni y Tarija) y de Chuquisaca se oponen a la nueva Constitución impulsada por Morales, que goza, en cambio, del apoyo de la capital y de los valles centrales del país. Los opositores argumentan que la nueva Constitución restringe sus competencias sobre los recursos naturales de sus provincias y otorga más poder a La Paz.
En una muestra de los problemas que enfrentará el gobierno, la prefecta de Chuquisaca, Savina Cuéllar, dijo al cierre de esta edición que no considerará válida la nueva Constitución debido a que fue rechazada en su departamento.
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