Así fue el traslado de Pedro Castillo a la prisión donde está detenido el expresidente Alberto Fujimori

El expresidente de Perú Pedro Castillo fue trasladado en la noche de miércoles a la prisión de Barbadillo, después de que la Fiscalía iniciara diligencias contra él por rebelión y conspiración. Tras permanecer varias horas en la sede de la Prefectura en Lima, se lo escoltó fuera del edificio con un fuerte operativo policial.

Castillo fue retenido en la comisaría de Los Cibeles, para finalmente ser trasladado en helicóptero y esposado a la Dirección de Operaciones Especiales de la Policía (Diroes), en el distrito de Ate. Estará allí por un período de 48 horas y compartirá espacio con el también expresidente peruano Alberto Fujimori.

La detención del maestro rural y otrora jefe de Estado ocurrió en la tarde del miércoles, después del discurso en el que anunció el cierre del Congreso y el establecimiento de un “gobierno de emergencia y reconstrucción nacional”, tras dejar el Palacio de Pizarro a bordo de una camioneta negra.

Castillo fue apresado a pocas cuadras y trasladado a la sede de la Prefectura de Lima por el presunto delito de rebelión, regulado en el artículo 346 del Código Penal, informó el Ministerio Público en un comunicado publicado a través de su sitio web oficial.

El operativo fue supervisado por la fiscal de la Nación, Patricia Benavides, la misma que en octubre lo acusó de encabezar una presunta organización criminal enquistada en el Gobierno, con el objetivo de controlar y direccionar procesos de contratación en diferentes estamentos del Estado para obtener ganancias ilícitas.

El procedimiento estuvo a cargo del fiscal adjunto supremo Marco Huamán Muñoz, del Área Especializada en Enriquecimiento Ilícito y Denuncias Constitucionales de la Fiscalía de la Nación; y la fiscal superior Marita Barreto Rivera, del Equipo Especial Contra la Corrupción del Poder.

Como parte de la diligencia, se ordenó el reconocimiento médico legal sobre su estado de salud de Castillo, un paso formal a cargo del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses del Ministerio Público. Benavides estuvo a cargo, además, de leer un pronunciamiento de la Junta de Fiscales Supremos.

El órgano de gobierno de mayor jerarquía del Ministerio Público rechazó el quiebre constitucional y anunció las acciones legales correspondientes: “Condenamos el quebrantamiento del orden constitucional. La Constitución Política del Perú consagra la separación de poderes y establece que el Perú es una república soberana”.

En lugar de Castillo juró Dina Boluarte, quien se convirtió en la primera mandataria mujer del país. Boluarte, de 60 años, era la vicepresidenta de Castillo desde que este asumió en julio de 2021 y había ejercido hasta hace casi dos semanas el cargo de ministra de Desarrollo e Inclusión Social.

Actualmente, carece de una bancada que la apoye en el Parlamento. En enero fue expulsada del partido marxista Perú Libre con el que Pedro Castillo llegó al poder. Afirmó que la sacaron porque no compartía los pensamientos del secretario general, el neurocirujano Vladimir Cerrón.

La nueva presidenta domina el quechua y el español y, al igual que Castillo, tampoco tiene experiencia en cargos políticos. Trabajo solamente como funcionaria del registro nacional de identificación desde 2007 hasta 2021.

Con información de Europa Press, Télam y AP

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