El 26 de abril de 1986, en las primeras horas del día, se produjo un accidente en la planta nuclear de Chernobyl durante una prueba para simular un corte de suministro eléctrico. El infame accidente resultó en la muerte de 31 personas, impactadas por un poder nuclear 200 veces superior al de las bombas de Hiroshima y Nagasaki combinadas. Alrededor de 135.000 personas tuvieron que ser evacuadas poco después.
La cantidad de muertes desde entonces por trastornos genéticos, malformaciones de órganos internos y cáncer como consecuencia de la radiación es incierta. Según algunos cálculos, la cifra se eleva a 500.000 muertos.
Luego de 35 años del accidente y tras el éxito de la serie de HBO del 2019, hoy Chernobyl se ha encontrado con una nueva vida: el turismo.
Texto: María Amasanti
Edición Fotográfica: Enrique Villegas
LA NACION