Colombia: dejaron sus trabajos y se encerraron a esperar el fin del mundo
Tres familias se encerraron en un domicilio en Isabel López, una población ubicada en el departamento de Atlántico, en Colombia, para esperar "el juicio final" que debería haber ocurrido este jueves, según su creencia. Un cartel colgado en la casa sostenía: "La segunda llegada de Cristo".
Liderados por un pastor religioso, aseguraron que este día sería la segunda llegada de Jesús y por eso viajaron hace dos semanas: para encerrarse a la espera del acontecimiento que marcaría el final. Gabriel Alberto Ferrer Ruiz, quien encabeza el grupo, era profesor en la Universidad del Atlántico hasta diciembre de 2020, pero dejó su puesto para prepararse para este acontecimiento.
En la carta de renuncia que se dio a conocer, el líder de los feligreses aseguró que la decisión se debió a una "orden directa que me dio el Señor Todopoderoso". Al mismo tiempo, en el escrito aseguró: "Ya está a punto de manifestarse el poder de la resurrección de Cristo en los que murieron creyendo en Él, y se manifestará la vida eterna, la victoria sobre la muerte que aquejó al hombre durante estos seis mil años en que estuvo sobre esta Tierra, sobre la cual pesa la maldición del pecado".
En consonancia con las acciones de Ferrer Ruiz, sus seguidores también abandonaron sus trabajos para dirigirse a las instalaciones en Isabel López. Al mismo tiempo, las familias involucradas vendieron sus pertenencias ya que, según comentaron, no iban "a necesitar bienes materiales".
Preocupados por esta reunión, los vecinos del pueblo colombiano alertaron a las autoridades para que se iniciara una investigación. El comandante de la Policía Atlántico, el coronel Hugo Molano, dialogó con los medios locales y manifestó: "Lo que encontramos allí fue a tres familias. Ellos dicen que no hay nadie obligado, que todos residen allí y es el sitio donde van otras personas a escucharlos. Además vimos que había niños que eran sometidos al ayuno y recomendamos terminar con ese escenario".
Por su parte, Jorge Manotas,el alcalde de Sabanalarga, municipio al que pertenece Isabel López, aseguró que vigilarán la casa y a las tres familias. En este sentido, agregó que "existe una gran preocupación porque se desconoce el desenlace que puede tener esta situación".
No obstante, una vez finalizada la inspección de los oficiales, se determinó que la comunidad religiosa no estaba violando ninguna norma. Por esto, más allá de la vigilancia que anunció Manotas, se les permitió mantenerse congregados en la casa debido a la libertad de culto que rige en Colombia.
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