Crean un virtual plan de racionamiento al estilo cubano

CARACAS.- Para combatir la escasez de alimentos, el gobierno venezolano está implementando un nuevo sistema de identificación que, según quien lo describa, es una tarjeta de beneficios y descuentos, o el más dramático paso hacia el racionamiento de alimentos.

El gobierno del presidente Nicolás Maduro dice que estas tarjetas que hacen el seguimiento de los gastos de las familias servirán para frustrar a quienes acumulan mercadería adquirida a precio subsidiado para luego revenderla ilegalmente al triple de ese precio. Los críticos dicen que es otro signo de que la economía de Venezuela se encamina hacia una economía disfuncional al estilo cubano.

La inscripción comenzó ayer en más de 100 supermercados manejados por el gobierno, y los consumidores de clase trabajadora que a veces deben hacer fila durante horas en los comercios estatales para comprar alimentos a precio reducido están satisfechos con la medida.

"Los ricos tienen acumulada toda la mercadería y son ellos los que mueven los hilos", dijo Juan Rodríguez, que ayer esperó dos horas para entrar a inscribirse en el supermercado estatal Abastos Bicentenario, cerca del centro de Caracas, y luego tuvo otra espera de tres horas para completar el trámite.

Los rígidos controles cambiarios y la escasez de dólares hacen que sea cada vez más difícil encontrar productos básicos importados, como leche, harina, papel higiénico y aceite de cocina. Los controles de precio tampoco ayudan, y los productores argumentan que algunos productos tienen un precio fijo tan bajo que la ganancia no justifica su producción.

Durante enero, según el índice de escasez del Banco Central de Venezuela, faltaron más de un cuarto de los productos básicos. El problema de la escasez es uno de los reclamos más repetidos entre los opositores de Maduro que realizan protestas desde mediados de febrero.

Anteayer, los cajeros de Abastos Bicentenario les pedían a sus clientes sus números de celular, para asegurarse de que no pudiesen volver hasta después de ocho días. Los compradores dijeron que los cajeros tampoco le estaban vendiendo a menores de edad, para impedir que los padres utilizaran a sus hijos para acopiar mercadería, lo que el gobierno llama "comprar por nervios".

Pero Juan Rodríguez apoya ambas medidas.

"La gente que sale a comprar todos los días nos perjudica a todos", dijo entre gestos de aprobación de los amigos que hizo durante el transcurso de la tarde, mientras recorría lentamente las góndolas con un carrito demasiado grande para su contenido.

Reflejo del discurso cada vez más militarizado de Maduro contra sus opositores, a quienes acusa de estar librando "una guerra económica", el gobierno le ha puesto al nuevo sistema el nombre de "tarjeta de abastecimiento seguro".

Los clientes se registran con sus huellas dactilares, y la nueva tarjeta de identificación está conectada a un sistema informático que monitorea sus compras. El ministro para la Alimentación, Félix Osorio, dice que el sistema hará sonar la alarma cuando detecte patrones de compra extraños, lo que impedirá que la misma persona compre los mismos productos todos los días. Pero también aclara que las tarjetas son voluntarias, y que tendrán incentivos, como descuentos y participación en sorteos de viviendas y autos.

Traducción de Jaime Arrambide