Decapitaron a un surcoreano en Irak
Terroristas ligados a Al-Qaeda exigían a Seúl que retirara sus tropas de Irak y aplazara el envío de un nuevo contingente Seúl dijo que no cambiará de posición, pero ordenó evacuar a los civiles El cuerpo del rehén, de 33 años, fue hallado en Fallujah Bush condenó la ejecución
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BAGDAD.- Un rehén surcoreano fue decapitado ayer en Irak poco después de que el gobierno de Seúl se rehusara a acceder a las demandas de los secuestradores, que le exigían retirar sus tropas del país ocupado y suspender el envío de más soldados.
El anuncio fue hecho por la cadena de televisión árabe Al-Jazeera y confirmado luego por las autoridades surcoreanas, que afirmaron haber encontrado el cuerpo sin vida de Kim Sun-Il, de 33 años, en las afueras de la ciudad de Fallujah, donde había sido capturado hacía cinco días. La víctima, un cristiano evangélico que hablaba árabe con fluidez, trabajaba en Irak desde hacía un año para una empresa surcoreana que vende equipos militares al ejército estadounidense.
El grupo Jama´at al-Tawhid y Jihad, que se sospecha que tiene vínculos con la red terrorista Al-Qaeda, había fijado la noche del lunes como plazo para la ejecución, en un video donde se mostró a Kim cuando imploraba por su vida.
"No quiero morir, no quiero morir", sollozaba el rehén en la cinta, al tiempo que rogaba al gobierno surcoreano que retirara los 600 soldados que tiene apostados en Irak, además de cancelar el envío de otros 3000 en agosto. Estaba atado de pies y manos, arrodillado, con los ojos vendados y vestido con un traje de color naranja, igual a los que usan los presos acusados de terrorismo en la base de Guantánamo, Cuba.
Uno de los cinco secuestradores encapuchados que se vieron en la imagen -uno de ellos llevaba un enorme cuchillo en la cintura- leyó un comunicado con tono terminante: "Les advertimos, esto se lo han ganado ustedes. Basta de mentiras y engaños. Su ejército está aquí no para el pueblo iraquí, sino por el maldito Estados Unidos", proclamó en el video, que no mostró la ejecución.
"Bárbaros"
El gobierno de Corea del Sur ratificó, luego de conocerse la muerte de su ciudadano, que no cederá al chantaje de los secuestradores y mantendrá sus tropas en Irak, aunque ordenó evacuar a todos los civiles -unos 60- de ese país, menos aquellos considerados imprescindibles.
En Washington, en tanto, el presidente George W. Bush condenó la decapitación y afirmó que "el mundo libre no puede ser intimidado por las acciones brutales de esos bárbaros".
Una semana antes del traspaso oficial del poder a un gobierno de transición iraquí, el rehén surcoreano fue el tercer extranjero en ser decapitado en Irak este año, luego de la ejecución del contratista estadounidense Nicholas Berg, en mayo, y del italiano Fabrizio Quattrocchi, a mediados de abril.
Otro técnico norteamericano, Paul Johnson, fue secuestrado y también decapitado en Arabia Saudita por militantes de Al-Qaeda, hace diez días.
Se cree que Berg fue decapitado por el propio Abu Musab al-Zarqawi, presunto líder de Al-Qaeda en Irak y por quien Washington ofrece una recompensa de 10 millones de dólares.
Precisamente, Estados Unidos lanzó ayer en Fallujah un ataque aéreo sobre un supuesto escondite utilizado por seguidores del terrorista jordano, en el segundo ataque a esa red en tres días. El sábado, un bombardeo norteamericano contra presuntas células de Al-Zarqawi dejó 20 muertos, todos civiles, según los iraquíes, y terroristas, según el ejército estadounidense. El ataque ayer, por otro lado, habría dejado cuatro muertos y diez heridos, informaron fuentes hospitalarias.
Estos son los primeros ataques estadounidenses en Fallujah, centro de la resistencia sunnita, desde que los marines se retiraran de esa ciudad a fines de abril, luego de tres semanas de asedio y cruentos combates.
En tanto, los insurgentes atacaron ayer un convoy de la coalición en Balad, 75 kilómetros al norte de Bagdad, en una acción que dejó dos soldados estadounidenses muertos y otro herido. Además, un niño, una niña y un guardaespaldas gubernamental murieron carbonizados por la explosión de un coche bomba en el barrio Amariya, en el centro de Bagdad, mientras la rectora de la Facultad de Leyes de la Universidad de Mosul y su esposo fueron asesinados en su domicilio.
EE.UU. corrigió cifras sobre terrorismo
- WASHINGTON (AFP).- El departamento de Estado norteamericano divulgó ayer una versión revisada de su último informe anual sobre terrorismo mundial, referido al año 2003, en el que expone un aumento del número de actos de terrorismo, y no una caída, como había anunciado en abril último. El año pasado, 625 personas perdieron la vida en ataques terroristas en todo el mundo, más del doble que las 307 muertes calculadas de forma incorrecta en un informe anterior. El número de actos terroristas verificados en 2003 en el mundo fue establecido en 208, y no en 190, como se había indicado. En 2002 habían sido 205.




