EE.UU. anuncia sanciones contra funcionarios y empresas rusas por el envenenamiento a Navalny

WASHINGTON.- Estados Unidos sancionó a siete funcionarios del gobierno ruso de Vladimir Putin, incluido su jefe de inteligencia y el procurador general, por el envenenamiento del líder opositor Alexei Navalny, la primera ofensiva del presidente Joe Biden contra el Kremlin que ofrece una señal sobre el futuro del vínculo entre Washington y Moscú.

Tal como ocurrió con el príncipe saudí, Mohammed bin Salman, quien quedó fuera del castigo impuesto por Washington a Arabia Saudita por la tortura y el asesinato del periodista disidente Jamal Khashoggi, el gobierno de Biden dejó también a Putin afuera de las sanciones por el envenenamiento a Navalny, una clara señal de que su gobierno evitará ir en contra de las altas figuras de regímenes rivales.

Las dos rondas de sanciones dieron cuenta de un controvertido y delicado equilibrado que Biden intenta imprimir en el vínculo con Riad, un aliado estratégico en Medio Oriente, y Moscú, un rival que también es socio, al imponer sanciones para marcar una línea, aunque sin llegar a tocar las figuras más poderosas, una dosis de realpolitik que le ha valido duras críticas al mandatario, incluso desde sus propias filas.

“Estas decisiones se tomaron sobre décadas de experiencia y consideraciones de nuestro equipo de seguridad nacional sobre qué sería lo más efectivo no sólo en prevenir este tipo de acciones en el futuro, prevenir que pase de nuevo, que es nuestro objetivo, sino también ser capaces de mantener una relación hacia adelante”, dijo la secretaria de Prensa Jen Psaki.

El Departamento del Tesoro de Estados Unidos anunció que incluyó en su “lista negra” a siete funcionarios rusos. La lista incluye a Andrei Yarin, director de política interior del Kremlin, colaborador de Putin, y cuyo papel era “contrarrestar la influencia de Navalny en la sociedad rusa, incluso a través de operaciones destinadas a desacreditarlo”, indicó el Tesoro; Sergei Kiriyenko, primer subjefe de personal de la Oficina Ejecutiva Presidencial, y el “curador de políticas internas” de Putin; Aleksei Krivoruchko, viceministro de Defensa de Rusia; Pavel Popov, otro viceministro de Defensa Rusia; Alexander Bortnikov, jefe de inteligencia de Putin, involucrado en los enjuiciamientos políticos de opositores al Kremlin y ejecutor político clave; y Alexander Kalashnikov, director del servicio penitenciario, quien acusó a Navalny de violar los términos de su libertad condicional mientras se recuperaba en Alemania después de su envenenamiento, solicitó su arresto, y solicitó que la sentencia suspendida de Navalny se convirtiera en una pena real de prisión, e Igor Krasnov, es el Fiscal General de Rusia, que procesó a Navalny y ha presionado para que sea encarcelado.

“El gobierno de los Estados Unidos ha ejercido sus autoridades para enviar una señal clara de que el uso de armas químicas por parte de Rusia y el abuso de los derechos humanos tienen graves consecuencias”, dijo el secretario de Estado, Antony Blinken, en un comunicado. “Cualquier uso de armas químicas es inaceptable y contraviene las normas internacionales”, agregó.

Trabajo en conjunto con la UE

El anuncio fue coordinado con los aliados de Estados Unidos en Europa. Con estas medidas, el gobierno de Biden se aliena con la estela de la Unión Europea, que este lunes también aprobó nuevas sanciones contra cuatro altos funcionarios del Kremlin por el atentado contra Navalny.

Los 27 miembros del bloque impusieron medidas contra algunos de los funcionarios a los cuales el Tesoro incluyó en su “lista negra”. Los sanciones por Europa fueron el jefe del Comité de Investigación, Alexander Bastrykin, el fiscal general ruso, Igor Krasnov, el jefe de la Guardia Nacional, Viktor Zolotov y el director de Prisiones, Alexander Kalashnikov. La UE adujo que estos dirigentes son responsables de serias violaciones de derechos como detenciones arbitrarias, represión sistemática contra manifestaciones pacíficas y contra la libertad de expresión y opinión.

Las sanciones consisten en la congelación de activos en la UE y la prohibición de entrada a los países del bloque. Como resultado de las acciones del Tesoro, todas las propiedades e intereses en la propiedad de estas personas que están en posesión de personas estadounidenses quedaron bloqueadas, y las personas estadounidenses generalmente tienen prohibido realizar transacciones con los funcionarios sancionados.

El Departamento de Estado destacó que Estados Unidos ha estado trabajando “de forma extraordinariamente estrecha” con la UE en la estrategia para enfrentar al régimen de Putin en Rusia y la defensa de los derechos humanos.

Estados Unidos volvió a demandar la liberación de Navalny, al que consideran en prisión debido exclusivamente a motivos políticos.

En el Kremlin niegan las versiones que le atribuyen cualquier intento de haber asesinado al líder disidente, que fue detenido a su regreso al país tras cinco meses convaleciente del envenenamiento en Alemania y encarcelado por violar la libertad condicional. Durante la semana pasada fue trasladado a una colonia penitenciaria para cumplir los dos años y medio que le quedan de una condena por fraude.