El mailgate vuelve a complicar a Hillary
WASHINGTON.– La campaña de la demócrata Hillary Clinton sufrió ayer un golpe inesperado luego de que el FBI informó que “encontró nueva evidencia” para retomar la investigación en la que había exonerado a la candidata sobre manejo de información clasificada.
Los nuevos datos surgidos en las pesquisas de la agencia proceden, en este caso, de dispositivos incautados a Huma Abedin, mano derecha de la candidata, y a su ex esposo.
La noticia fue un balde de agua fría para la campaña demócrata, que le exigió al FBI que divulgue “detalles completos” de su decisión de analizar nuevos correos en relación a la investigación que había cerrado, en septiembre pasado, por el uso de un servidor privado cuando Hillary era secretaria de Estado.
Según The New York Times, que citó fuentes oficiales, se trata de investigaciones que el FBI lleva adelante sobre mensajes de texto enviados a una adolescente de 15 años en Carolina del Norte por el ex congresista Anthony Weiner, ex esposo de Abedin.
Varias horas después del anuncio del FBI, Hillary dijo que "el pueblo estadounidense merece los hechos completos, inmediatamente".
"Es imperativo que el FBI dé explicaciones", enfatizó la candidata en una conferencia de prensa en Iowa. Hillary se mostró confiada en que la reapertura de la investigación del FBI no modifique la decisión inicial de no recomendar imputación alguna.
"Es extraordinario que veamos esto cuando faltan 11 días para las elecciones presidenciales. El director del FBI [James Comey] debe a los estadounidenses divulgar inmediatamente detalles completos de lo que ahora está examinando", expresó John Podesta, conductor de la campaña de Clinton, en una nota oficial.
"Es algo absolutamente inusual, no hay muchos precedentes de esto", comentaban ayer analistas políticos sobre la decisión de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) de reabrir una investigación ya cerrada.
Comey, que indicó haber sido informado del asunto anteayer, añadió que "el FBI aún no puede determinar si el material es o no significativo" para la investigación ni cuánto tiempo llevará determinar su impacto.
"A colación de un caso no relacionado, el FBI ha tenido conocimiento de la existencia de mensajes de correo electrónico que parecen ser pertinentes para la investigación", indicó Comey en su notificación al Congreso.
"Estoy de acuerdo en que el FBI debe tomar medidas de investigación apropiadas para permitir a los investigadores revisar estos mensajes de correo electrónico para determinar si contienen o no información clasificada, así como para valorar su importancia para nuestra investigación", agregó el director del FBI.
La noticia se conoció en las primeras horas de la tarde y así como fue un mazazo para la campaña de Hillary se convirtió, en sentido contrario, en maná del cielo para la carrera del republicano Donald Trump.
"¡Enciérrenla!", coreaban los seguidores de Trump al escuchar, por boca de su candidato, que el caso se retomaba para la investigación. El magnate -después de todo, estrella de la televisión- supo manejar la tensión para hacer el anuncio y el desenlace, con la noticia de la reapertura, como la frutilla del postre de su presentación en Iowa. Sus seguidores estaban enardecidos. Cuando faltan sólo diez días para las elecciones, la noticia tiene un impacto potencial muy fuerte sobre los votantes.
Hillary, si bien marcha primera en las encuestas, tiene una alta imagen negativa y una noticia como ésta puede minarla y reforzar las dudas sobre su honestidad. Para Trump, en cambio, es una señal de refuerzo de su discurso, que en buena parte estriba en acusar a Clinton de "ser parte del problema" que se quiere mejorar en Estados Unidos. Considera que es corrupta y que existe una casta política que saca provecho de los asuntos públicos, con ella como exponente.
"No recuerdo las veces en que una investigación de este tipo se haya reabierto en estas condiciones", dijo a LA NACION Peter Craigson, experto en temas judiciales del Instituto Americano de la Empresa (AIE), con sede en Washington.
El anuncio de la reapertura lo recibió el Congreso. Llegó con una misiva del director del FBI en la que informaba a los legisladores de esa inusual decisión. Comey es el mismo que semanas atrás, y luego de haber investigado durante más de un año el manejo que hizo Hillary de información oficial, concluyó que si bien la ex secretaria de Estado había cometido imprudencia, de ninguna manera "un fiscal sensato levantaría acusaciones" sobre lo visto.
Para Comey, no había hace dos meses "razones verdaderas" para abrir un caso criminal y hacer acusación formal contra la demócrata. Ahora, todo vuelve a ponerse en duda.
Esto es, la investigación federal sobre la candidata a la presidencia se reabre. Pero lo que no está claro del todo es por qué y qué hay de nuevo.
En el terreno de las versiones, lo que se sabe es que el FBI habría accedido a nuevos datos y nueva información procedente de un equipo al que no tuvo acceso en la etapa previa y que apenas ahora cae en sus manos. El equipo pertenecía a la ayudante y mano derecha de Hillary, Huma Abedin, y estaría vinculado con la investigación por acoso sexual a la que fue sometido su ex marido, el ex diputado demócrata Anthony Weiner.
En su momento figura ascendente dentro del Partido Demócrata e incluso aspirante a la alcaldía de Nueva York, Weiner cayó al abismo cuando se le descubrieron casos de acoso sexual. Varias veces pidió perdón, varias veces volvió a caer y Abedin se separó de él luego de haber integrado el círculo íntimo de los Clinton. El ex presidente Bill Clinton fue el padrino de ese malogrado matrimonio.
Ahora se sabe que, como parte de la investigación criminal contra Weiner, aparecieron correos electrónicos "pertinentes" al caso que se siguió contra Clinton y que, por eso, el caso fue retomado.
Nadie sabía anoche qué más había. Pero la sola noticia de la intervención del FBI sumía a Hillary bajo enorme presión. "Esta sí que es una sorpresa de octubre", dijeron analistas, en relación con algún evento inesperado que suele aparecer antes de las elecciones presidenciales.
Que Clinton quede en una nube de sospecha ya es malo. Pero conociendo los tiempos judiciales es difícil que la cuestión vea claridad en los días que faltan antes de la cita a las urnas.
Un caso que vuelve a estar en debate
James Comey - Director del FBI
- "Concuerdo en que el FBI debería dar pasos para permitir que los investigadores revisen estos e-mails"
Donald Trump - Candidato republicano
- "Respeto el hecho de que el FBI y el Departamento de Justicia tengan ahora el coraje de enmendar el terrible error que habían cometido [con Hillary]"
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