Quién es Iván Márquez, el guerrillero de las FARC que pasó de negociar la paz a retomar las armas

BOGOTÁ.- Con uniforme verde oliva, armas en la cintura, botas negras, un reloj oscuro en la muñeca y anteojos para leer su discurso, el exnúmero dos de las Fuerzas ArmadasRevolucionarias de Colombia (FARC), Iván Márquez, reapareció y anunció que junto con un grupo disidente de la desmovilizada guerrilla empezarán una nueva etapa de su lucha armada en Colombia.

"Todo esto, la trampa, la traición y la perfidia, la modificación unilateral del texto del acuerdo, el incumplimiento de los compromisos por parte del Estado, los montajes judiciales y la inseguridad jurídica, nos obligaron a regresar al monte", dijo Márquez en un video que, según aseguró, fue grabado en la selva amazónica.

"Es la continuación de la lucha guerrillera en respuesta a la traición del Estado a los acuerdos de paz de La Habana", afirmó rodeado de rebeldes. "Nunca fuimos vencidos ni derrotados ideológicamente, por eso la lucha continúa".

El video llegó a las portadas de los medios del mundo en poco tiempo. Todos ellos titulaban la noticia con "Iván Márquez". Pero ese no es su nombre, es su alias guerrillero. El número dos de las FARC y exnegociador jefe en las conversaciones de paz es en verdad Luciano Marín Arango.

Nació el 16 de junio de 1955 en Florencia, Caquetá, sur de Colombia. Estudió Derecho en la Unión Soviética. Su militancia política comenzó con fuerza en 1977, a sus 22 años, cuando se vinculó a las Juventudes Comunistas (JUCO), de acuerdo con lo publicado por Caracol Radio. Fue entonces que se contactó con la guerrilla. Allí se desempeñó como comandante del bloque suroeste, como segundo al mando del Frente 5 de las FARC, como delegado del secretariado y coordinador del Bloque Caribe, como miembro del Secretariado, como vocero hasta alcanzar el liderazgo al lado de Rodrigo Londoño, alias Timochenko.

Durante la década del 80 fue congresista: representó al departamento del Caquetá por la Unión Patriótica. Después volvió a la clandestinidad. En la presidencia de César Gaviria, a principio de los 90, participó en los diálogos de paz de Caracas y Tlaxcala. Fue el negociador de las FARC, lugar que volvió a ocupar durante el gobierno Pastrana y desde 2012 hasta la firma del tratado con el gobierno de Juan Manuel Santos, que tuvo lugar a fines de 2016 en La Habana, Cuba. Entonces se hizo conocido como jefe del Equipo Negociador de las FARC.

En la primera década del nuevo siglo, Márquez se cargó al hombro la tarea de negociar con el llamado "acuerdo humanitario" para obtener el despeje militar en varios municipios y también la liberación de secuestrados y de detenidos. Tras la fundación en 2017 del partido de las FARC, con el que el grupo se metió en la política nacional, fue elegido miembro de su dirección y se destacó como el líder más votado por el partido: consiguió 888 votos.

Prontuario

Son varios los crímenes que se le imputan. Tiene 73 órdenes de captura. Entre tantos, se le imputan emboscadas a patrullas del Ejército, secuestros, asaltos a municipios, negocios con el narcotráfico y participaciones en masacres, como la de 1994, cuando la guerrilla asesinó a 35 ciudadanos en el barrio La Chinita de Apartadó, Antioquia. Interpol emitió una circular roja sobre su persona. Estados Unidos ofrece una recompensa millonaria a quienes aporten información para su captura.

Durante el chavismo, según varias versiones, tuvo un vínculo cercano con el presidente de Venezuela, Hugo Chávez. Ahora, las autoridades sospechan que podría esconderse en territorio venezolano, bajo protección de miembros del gobierno de Nicolás Maduro, y que allí grabó el video.

En la grabación que se conoció esta madrugada, que dura más de media hora, el jefe rebelde anunció acompañado de Jesús Santrich y Hernán Darío Velásquez, alias El Paisa, que lucharán contra la corrupción y la impunidad, se opondrán al uso de la fracturación hidráulica para explotar hidrocarburos y que buscarán la instalación de un nuevo gobierno que esté a favor de la paz e impulse los cambios políticos y sociales que necesita el país.

Agencias AP y Reuters