Francia vigila el barco secuestrado
El premier Fillon afirmó que se evitará el uso de la fuerza
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PARIS (EFE).- Las autoridades de Francia indicaron ayer que harán lo posible para evitar el uso de la fuerza en busca de una solución para el secuestro de un velero de ese país que está en manos de piratas, en aguas de Somalia.
"Lo que privilegiamos es la protección de la vida de las personas que están a bordo. Por lo tanto, están abiertos todos los canales de diálogo para tratar de resolver este asunto tratando de no utilizar la fuerza", dijo el primer ministro francés, François Fillon.
El funcionario recordó que un buque de la armada francesa vigila "a distancia" el velero Ponant, que fue abordado por una decena de piratas armados anteayer, cuando estaba en el golfo de Adén, entre Yemen y Somalia. No hay pasajeros a bordo del velero, de tres mástiles y 88 metros de eslora.
Los piratas tienen como rehenes a los 30 tripulantes, entre ellos unos 20 franceses. El Ponant está ya en aguas somalíes, dirigiéndose al Sur y seguido por el buque de la marina Commandant Bouan, según dijo un vocero del Estado Mayor. Este buque entró en las aguas territoriales de Somalia con el visto bueno de las autoridades, precisó el vocero, que indicó que no ha habido contactos con los piratas. El funcionario no quiso comentar informes periodísticos de que hay fuerzas especiales a bordo del Commandant Bouan.
Las aguas en que el velero fue abordado ayer están infestadas de piratas, que se apoderan de cargueros para hacerse con las mercaderías o secuestran a los viajeros y tripulantes para exigir un rescate. Normalmente suelen volver a sus bases en Somalia para desde allí dar a conocer sus reivindicaciones y negociar un rescate.
Pero, en este caso, los piratas siguen navegando con el Ponant porque, según se baraja en París, debieron pensar que el buque de la armada francesa no entraría en las aguas territoriales somalíes. Las autoridades francesas activaron ayer un plan que establece la movilización de todos los medios disponibles en la zona, aéreos y marítimos, y la intervención de unidades de elite, además de contactar con los aliados de Francia presentes en la región.





