Fuerte respuesta de la Justicia de Brasil a Jair Bolsonaro tras las proclamas golpistas: “Nadie cerrará la Corte”

RÍO DE JANEIRO.– Un día después de que Jair Bolsonaro participara de actos antidemocráticos del 7 de septiembre, el presidente del Supremo Tribunal Federal (STF), Luiz Fux, reaccionó este miércoles y aseguró que “nadie cerrará la Corte”, en un contundente pronunciamiento de respuesta a las proclamas golpistas del presidente brasileño.

“Nadie cerrará esta Corte. Nos mantendremos de pie, con sudor y perseverancia”, respondió Fux, en uno de los tramos más duros de un discurso que precedió la apertura de la sesión de la Corte. El presidente del tribunal, conocido por su carácter contemporizador, elevó el tono y respondió a los ataques. Aseguró que el desprecio de Bolsonaro a decisiones judiciales implicaría un crimen de responsabilidad, merecedor de un impeachment en el Congreso.

“El Supremo Tribunal Federal tampoco tolerará amenazas a la autoridad de sus decisiones. Si el desprecio a las decisiones sucede por iniciativa del jefe de cualquiera de los poderes, esa actitud, además de un atentado a la democracia, configura un crimen de responsabilidad a ser analizado por el Congreso”, afirmó.

Fux habló por primera vez luego de los actos callejeros del martes, en los que Bolsonaro amenazó con incumplir órdenes del juez Alexandre de Moraes y pidió que el magistrado fuese “encuadrado”.

Moraes, blanco predilecto de Bolsonaro dentro del máximo tribunal, es el responsable de una investigación sobre el financiamiento y organización de actos antidemocráticos, y en las últimas semanas avanzó sobre aliados oficialistas con órdenes de allanamiento y prisión.

Además, en 2022 será el presidente del Tribunal Superior Electoral, en un contexto en el que Bolsonaro viene deslegitimando el sistema de voto electrónico y dice que puede ser arreglado para favorecer con fraude el regreso de la izquierda.

Durante los discursos del martes a sus seguidores en Brasilia y San Pablo, el presidente había calificado las manifestaciones como un “ultimátum” para el STF. Fux dijo en su respuesta de ayer que la Corte no aceptará intimidaciones o amenazas del jefe del Ejecutivo.

“Ofender la honra de los ministros, incitar a la población a propagar discursos de odio e incentivar el incumplimiento de decisiones judiciales son prácticas antidemocráticas, ilícitas e intolerables”, insistió.

La escalada de la crisis institucional en Brasil luego del discurso de Bolsonaro llevó incertidumbre a los inversores y tuvo un impacto sensible en la Bolsa de San Pablo. El índice principal, el Ibovespa, perdió 3,78%, en la mayor caída desde el 8 de marzo, cuando el STF anuló las condenas del expresidente Lula da Silva.

Movimientos de camioneros, una de las bases de Bolsonaro, mantienen bloqueos parciales en rutas y autopistas de ocho estados como señal de apoyo al presidente. El Ministerio de Infraestructura contabilizó 67 cortes de grupos que pedían, entre otras consignas, la destitución de miembros del STF.

Mientras algunos actores, como el gobernador de San Pablo, João Doria, pidieron un impeachment para Bolsonaro, el presidente de la Cámara de Diputados, Arthur Lira, también condenó las palabras del presidente, pero en un discurso más blando que abogó por la pacificación.

Lira, el único brasileño capaz de abrir un juicio político contra el presidente, dijo que es hora de decir “basta” a la escalada de la crisis y garantizó que “conversará con todos los poderes”, evitando referirse a cualquier posibilidad de impeachment.

“Bravuconadas en redes sociales, videos y una eterna plataforma (electoral) dejaron de ser un elemento virtual y pasaron a impactar el día a día del Brasil de verdad”, dijo Lira, que citó la suba en el precio de la nafta y la apreciación del dólar debido a una crisis “sobredimensionada en las redes”.

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