Giorgia Meloni agradeció a la Argentina el arresto en Buenos Aires de un líder de las Brigadas Rojas
El exmiembro del grupo terrorista italiano ya había sido detenido temporariamente en 2002, y le fue revocado su status de refugiado
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ROMA.- La primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, expresó este jueves “profunda gratitud” a las autoridades argentinas por el arresto de Leonardo Bertulazzi, exmiembro del grupo terrorista de extrema izquierda de las Brigadas Rojas (BR), tras la revocación de su status de refugiado de parte de la Comisión para los Refugiados de Argentina.
Condenado en Italia a 27 años de prisión por delitos de terrorismo, Meloni destacó que el arresto del fugitivo fue posible “gracias a una intensa colaboración entre las autoridades judiciales italianas, argentinas e Interpol”, según un comunicado de Palazzo Chigi, sede del gobierno.
En línea con el clima de satisfacción general, el ministro del Interior del gobierno de derecha de Meloni, Matteo Piantedosi, en un posteo en X también manifestó su beneplácito y se mostró agradecido por “la cooperación entre las autoridades italianas y argentinas”. Bertulazzi “deberá descontar 27 años de cárcel por integrar una banda armada, asociación subversiva y secuestro de persona”, recordó el titular de la cartera de Interior, que destacó “otro importante resultado de nuestras fuerzas del orden, a las que agradezco, fruto del constante compromiso para asegurar a la justicia a peligrosos fugitivos”.
Arrestato a Buenos Aires, grazie alla cooperazione tra autorità italiane e argentine, il brigatista Leonardo Bertulazzi. Dovrà scontare 27 anni di carcere per banda armata, associazione sovversiva e sequestro di persona. Un altro importante risultato delle nostre Forze… pic.twitter.com/13kKQqrSn0
— Matteo Piantedosi (@Piantedosim) August 29, 2024
Prófugo de la justicia desde 1980, Bertulazzi era considerado uno de los responsables del secuestro del ingeniero naval Piero Costa, miembro de la histórica familia de empresarios navieros de los Cruceros Costa, ocurrido en la ciudad de Génova el 12 de enero de 1977.
El secuestro, realizado por una banda de seis “brigatisti” que de repente lo interceptaron y lo subieron a un Fiat 132 blanco, ocurrió cuando el empresario, en ese momento de 42 años, regresaba a su casa. Atado con cadenas, Costa quedó prisionero de las BR durante 81 días. Después del pago de un rescate millonario, las Brigadas Rojas lo liberaron el domingo 3 de abril. Durante ese tiempo, su padre, Giacomo, fundador de los Cruceros Costa y gravemente enfermo, murió.
Se cree que el dinero obtenido con el rescate -mil millones y medio de liras- fue utilizado para financiar a las Brigadas Rojas y, en parte (50 millones), para comprar el departamento de Roma donde fue ocultado el referente de la Democracia Cristiana (DC) y cinco veces exprimer ministro, Aldo Moro, durante su clamoroso secuestro, en 1978.
El 16 de marzo de 1978, a los 61 años, Moro fue secuestrado por las Brigadas Rojas en una operación tipo comando en la que murieron dos carabineros y tres escoltas. Después de mantener en vilo al país, y de la negativa del gobierno a negociar con los terroristas, fue asesinado 55 días después, el 9 de mayo de 1978. Su cadáver, acribillado por once balas, fue hallado ese mismo día en el baúl de un Renault 4 rojo, en pleno centro de Roma. El lugar era simbólico: a igual distancia de la sede de la DC y de la del Partido Comunista Italiano (PCI). Moro era uno de los pocos hombres de la DC que apostaba al “compromiso histórico”, es decir la alianza con el PCI, el más grande de Occidente y siempre a punto de ganar las elecciones. Las BR eran contrarias a este experimento. Durante los 55 días del secuestro de Moro exigieron una liberación de presos y, al final, un reconocimiento político. El gobierno y los políticos se dividieron entre la línea de la firmeza, y la de la negociación, en un dramático proceso marcado por cartas enviadas por Moro desde su prisión.
Bertulazzi, que se fugó a la Argentina en 1980, ya había sido arrestado en 2002 en la Argentina, al cabo de una compleja operación conjunta. Pero había sido liberado meses más tarde.
“Lo que esperaba es que en Italia cambiaran las cosas y que finalmente se aprobaran leyes de que ya no perseguirían a quien estaba desde hace décadas afuera de determinadas lógicas”, dijo su hermano Vittorio, tras el arresto de 2002.
Se espera que Bertulazzi -cuyo caso probablemente estuvo en la agenda de las reuniones que tuvo Meloni con el presidente argentino, Javier Milei, cuando viajó a Italia en febrero y en junio pasado- sea extraditado próximamente a Italia.
“Óptima noticia el arresto en la Argentina, para que sea extraditado, de Leonardo Bertulazzi, con el auspicio de que todos los asesinos de las Brigadas Rojas que se escaparon al exterior terminen en las cárceles italianas, como ocurrió con otros criminales como Cesare Battisti”, celebró Luca Toccalini, diputado de la Liga, el partido de derecha de Matteo Salvini, aliado de Meloni.
Después de una huida de 37 años, el exterrorista de izquierda, Cesare Battisti fue capturado por Interpol en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, en enero de 2019, luego de haberse refugiado durante años en Brasil, hasta que la elección del presidente Jair Bolsonaro cambió su destino.
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